Capítulo 28. Bienvenidos al nuevo curso

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-Buenos días y bienvenidos al nuevo curso. - Comenzó hablando mi madre cuando el silencio inundó el patio central de la universidad de Aldera. Cada año ella se encargaba de la inauguración y del discurso de bienvenida. Ese año la acompañaba yo, ya que, a diferencia de años anteriores, me haría cargo de la recepción de los nuevos alumnos, ya que tenían más o menos mi edad. - La inmensa mayoría de los aquí presentes me conoce pero por si acaso no, me presento. Soy la Reina Breha Organa y, como cada año, en calidad de Ministra de Educación vengo a daros la bienvenida y las gracias por confiar en nuestra Universidad para conseguir nuevos conocimientos. Todos vosotros sois jóvenes con ganas de aprender, con ganas de convertíos en mejores personas. No más inteligentes o con mayor cualificación, sino mejores. No debéis pasar por la Universidad solamente, sino que la Universidad debe pasar por vosotros. Estudiar y aprender es importante, pero más importante es nuestra formación personal, y digo "nuestra" porque es una formación que nunca acaba, es el aprendizaje de la vida. Por eso venís a la Universidad, para formaros como personas y para ello se necesitan los libros, sí, pero se necesitan otras muchas cosas más: necesitáis estudiar, interesaros por las cosas, divertíos, y os necesitáis los unos a los otros. Por eso estamos hoy aquí, porque sentir compañía es el mejor método para aprender, apoyandoos los unos a los otros. Tenemos la suerte de poder contar con seres de muchas razas y culturas diferentes.

>> Estáis aquí porque habéis decidido que queréis un futuro mejor, estáis aquí porque tenéis metas y objetivos. Luchad por ellos, y eso solo se consigue con constancia, esfuerzo y dedicación. Y todos vosotros podéis hacerlo, y no debéis dejar que nadie frustre vuestras metas y sueños, ni siquiera el dinero. Por ese motivo hemos creado el nuevo programa de becas de estudios intergalácticos, para que todos los seres de la Galaxia puedan acceder a ese derecho. Aunque, por desgracia, pero por cuestiones obvias, no podemos atender a todas. Este programa ha constado de dos pruebas, una escrita presentadas de forma voluntaria, se trataba de un trabajo sobre algunos de los puntos establecidos. El comité los ha analizado y, junto con las solicitudes en formulario, se han elegido a los cien más aptos. De esos cien después se le han realizado pruebas orales para establecer cuales cincuenta van a llevarse beca completa y que otros cincuenta van a llevarse solo la matrícula.. No obstante, el Comité ha decidido reconocer públicamente el extraordinario trabajo de cuatro aspirantes, los cuales han obtenido las mejores puntuaciones – Llegó un droide con varios diplomas que serían repartidos. - Por favor, que suban: Kanye Mckinse, Oscar Pitter, Muttia Shi y Luke Skywalker – Al oir ese nombre vi como Sabé se sorprendió y comenzó a buscar con la mirada al último nombrado. La actitud de Sabé provocó en mí una completa, profunda y repentina curiosidad por ese muchacho y que, en ese mismo momento yo buscaba al que pudiera ser. La búsqueda finalizó cuando encontré en el pasillo a un joven rubio vestido con una túnica corta blanca, unos pantalones beiges y botas. Algo dentro de mí me hizo saber que era él. Además algo diferente y que llamó más aún mi atención fue que se trataba de uno de los pocos chicos con los cuales no había sentido rechazo nada más verlo, sino ganas de saber más sobre él. El droide le dio dos diplomas a mi madre y otros dos a mí y, como habíamos ensayado, nos colocamos. Por suerte para mí me tocó entregárselo a Luke. De cerca era guapísimo, en lo primero que me fijé fue en sus ojos, de un azul tan poco usual que apenas pude fijarme en algo más. Sonreí y él contestó con otra sonrisa, una sonrisa nerviosa muy dulce.

-Enhorabuena, buen trabajo – Le dije nerviosa. Me había puesto muy nerviosa de repente. "¿Qué pasa Leia? Tú no eres así" Me reprendí y volví a la realidad. Volví a mi sitio y mi madre continuó con las normas de la Universidad, aunque de los aspectos más técnicos con los del primer año me encargaría yo. Y llegó mi turno. Esperé a que se unieran todos los nuevos alumnos. Le pedí a Sabé que me acompañara, puesto que estaba tan nerviosa que estaba segura de que me quedaría en blanco. Y los ojos del joven humano rubio mirándome no ayudaban. Mi trabajo consistía en mostrarles las instalaciones y horarios, explicar procedimientos y resolver dudas. Aunque de eso si no hubiese sido por Sabé me hubiese visto muy pillada a veces. Todo iba bien hasta que llegó el típico gracioso de turno que cree que sabe ligar, como Han pero con menos gracia todavía, Han al menos era original con sus cosas.

-¿Y la fábrica de chicas guapas como tú donde está?

-Esa pregunta al único que se la permitiría y respondería sería a Skywalker. ¿Eres tú? Pues te callas – Entre los murmullos de la gente guiñé un ojo a Luke y noté como él también se ponía nervioso. De repente Sabé comenzó a toser – ¿Estás bien?

-Sí, solo me he atragantado con mi saliva. -Bueno, aquí acaba el tour. Tenéis una hora hasta el turno de comidas. Disfrutad – Dijo y me tiró del brazo para sacarme de ahí – Leia, ¿Se puede saber en qué estabas pensando para decir eso?

-En ese muchacho. Apenas lo conozco pero creo que me gusta – Le confesé – Crees que mi padre me d...

-¡Tu padre nada! - Gritó bajito – Olvídate de él, Leia. Hay muchos chicos como para que te tengas que fijar en ese en concreto.

-¿Y? ¿Qué pasa? ¿Que como no es de la nobleza no podemos ser amigos, verdad?

-Yo no he dicho eso. Pero no es apropiado para ti.

-Pues si él no lo es ¿entonces quien? ¿El contrabandista?

-Pues a lo mejor sí. Leia, por favor, te lo suplico, olvídate de Luke. De amigos todo lo que quieras pero solo amigos. De verdad.

-¿Pero por qué? ¿Qué pasa con él? Como si lo conocieras de algo...

-Es mi hijo Leia. - La confesión de Sabé me había dejado descolocada y se me olvidó por unos segundos respirar, algo de lo que me di cuenta cuando comencé a quedarme sin aire. Ese muchacho tenía su edad, ¿de verdad había sido capaz de abandonar a un niño tan pequeño? Ese era el hermano de Anakin. De repente un flasback de las historias que me contaba mi padre de pequeña llegó a mi mente, en la que mencionaba a un Jedi llamado Anakin Skywalker... ¿Tendría algo que ver? Casualidad, pensé.

-¿No sería entonces más motivo para acercarme a él?

-Leia, por favor.

-No.  

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