Capítulo 26. Decisiones y notas

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-¿Qué vas a hacer? - Me preguntó Bail cuando Leia salió de la sala.

-Voy a contarle a Luke. No se como, ni cual es el momento adecuado pero voy a hacerlo. Ya va siendo hora.

-Haces bien, y con Leia deberías hacerlo...

-Es demasiado tarde, Bail. Son demasiados años mientiéndole... No se lo va a tomar bien, me va a odiar

-No es tarde. - Comentó Breha. - Ella lo entenderá, estoy segura. Padmé, sabes perfectamente que a ella le encantaría saber quienes son sus padres.

-¡No! Quiere saber por qué se deshicieron de ella. Quiere saber por qué sus padres la abandonaron

-Más razón me das. Que vea que no te deshiciste de ella, que has estado todo este tiempo a su lado.

-Pero le he mentido.

-Y nosotros – Afirmó Bail – Pero es un mal necesario para manteneros a salvo, y ella lo entenderá.

-Y Anakin también debería saber quién eres de verdad.

-Anakin creo que lo sospecha. Es pequeño pero no tonto, y vio la Fuente de las estatuas en Naboo... Creo que no quedó muy convencido con mi respuesta, lleva haciendo preguntas desde entonces. Pero sí, le diré. Pero todo a su debido momento. Lo que está claro es que la situación ha cambiado.

-Y tanto que ha cambiado. Y más que cambiará – Admite Bail – Te tengo una sorpresa, era para comienzo de curso pero te la voy a decir ya. Obi-Wan viene a Alderaan. Dice que él debe estar donde esté Luke.

-¡Ay, que buena noticia! Tengo muchísimas ganas de verlo. Y de darle las gracias por salvarme, la última vez que lo vi no estaba mucho para despedidas y agradecimientos.

-Pues te queda poco. Por cierto, quería ofrecerte algo. ¿Por qué no os venís unos días a palacio Anakin y tú mientras organizas el tema en casa con las cosas de Brey?

-No sé, se lo comentaré a ver que dice. Quizá se quiera quedar con su tía, o quizá aquí con Leia, no lo sé.

-Como tú veas, la oferta la tienes aquí, y tu cuarto sigue ahí y en un momento preparamos uno para él, sobran habitaciones por todos lados – Comenta riendo

-Claro, descuida.

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El dia anterior había sido mi cumpleaños y mi tía había un preparado un pastel para celebrarlo, como cada año. Era por la mañana y estaba tomando los restos de la tarta del día anterior para desayunar esperando a que saliera en la holored el listado de las notas de los exámenes orales. Mi tío por fin había accedido a que fuera a Alderaan, solo con la condición que no les pidiera dinero, así que, si no estaba entre las cincuenta primeras notas dudaba que pudiera hacer frente a la residencia y los gastos diarios.

-Desayuna y deja de enredar, Luke, hay que trabajar. - Me regañó mi tío.

-Estoy esperando a que salgan las notas, ya deberían haber salido. ¡Ay mira! Aquí están – Busqué mi apellido y observé asombrado y emocionado los resultados de las pruebas.

-¿Qué has sacado?

-Matrícula. Beca completa – Me levanté de un salto y lo abracé. - ¡Que me voy a Alderaan! - Grité emocionado.

-¿Ya tienes la nota? - Preguntó mi tía apareciendo en el salón de repente.

-Matrícula, tía, una de las mejores.

-Enhorabuena, cielo. - Expresó contenta mi tía y me abrazó - ¿Cuándo empiezas?

-La semana viene. El día 1 es la presentación

-¿Tan rápido? Bueno, tienes una semana para organizar todo – Respondió mi tío. - Pero bueno, ahora a trabajar.

-¡Claro! - Terminé de desayunar y, tras lavarme los dientes, corrí con mi tío para encargarme de las tareas que había que hacer ese día. Ese mes y el anterior era dos de los más atareados del año. Después de comer fui a visitar al viejo Ben para darle la buena noticia. - ¡Ben! - Exclamé entrando en su casa, puesto que la puerta estaba abierta.

-Buenas tardes, muchacho. ¿Cómo estás? - Dijo desde la cocina y apareció en el salón con la tetera y dos vasos. - ¿Té? - Afirmé y sirvió

-Muy bien, han salido las notas estas mañana. Me han dado la beca completa.

-Enhorabuena, Luke. Ya te dije que no estuvieses nervioso, la Fuerza te acompañaba.

-Y tanto. Muchas gracias. Te voy a echar de menos allí.

-No creas que voy a dejar que me eches de menos.

-¿A qué te refieres? - Sonrió y me hizo un gesto por el cual ya no necesitaba más para saber cuáles eran sus intenciones. - ¿Te vienes a Alderaan también? - Ben asintió.

-En efecto. Ya no solo porque le prometí a tu madre que te protegería donde quiera que fueras, sino casualmente el propio virrey, viejo amigo mío, me ha pedido ayuda con su hija. Además la temprana enviudez de una persona cercana a mí que vive allí me lleva a querer ir a darle mi apoyo moral. Por lo tanto creo que ya va siendo hoy de volver a salir de este arenero - Escuché con atención las palabras de Ben, que me tranquilizaban ya que no estaría solo allí y que podría contar con él si necesitaba ayuda para algo pero había algo que no cuadraba. ¿Por qué el Virrey iba a pedirle ayuda a un viejo exiliado? ¿Tendría algo que ver el hecho de que Ben hubiese sido Jedi?

-Vaya... lo siento por la persona esa. Y ¿ayuda a la princesa para qué?

-Ella también siente la Fuerza, Luke, como tú. Y al igual que te he enseñado cosas a ti su padre me ha pedido que haga lo mismo con ella.

-Que bien, supongo, no sé – Reí – Al menos no estoy solo allí.

-Allí no estarás solo, seguro que haces amigos muy pronto.

-Sabes que eso de socializar no se me da bien.

-Cuando se está lejos eso cambia siempre - Suspiré y seguimos hablando un rato hasta que llegó una hora prudencial para irme. Por suerte a mis tíos ya no tenía que ocultarles que iba a hablar con él, después de que supiesen que me había estado ayudando con el examen habían cambiado un poco su opinión hacia él. A mi tío seguía sin hacerle gracia, pero al menos me ayudaba a sacar buenas notas.

-¡Ya estoy en casa! - Saludé nada más bajar del speeder.  

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