Capítulo 38. El imperio contraataca

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Las siguientes semanas de mi visita al Senado con Sabé fueron de todo menos tranquilas. Han y Luke estaban raros. Los dos. Notaba que Han quería pero a la vez no quería acercarse a mí, no en el sentido literal de la palabra, sino en un sentido sentimental. A veces estaba cariñoso, otras distante, otras estaba porque lo veía... Y Luke tampoco se comportaba normal. Sobre todo podía notar la diferencia de cuando estábamos solos y cuando estaba Han con nosotros. Cuando estábamos solos había tonteo, el justo y comedido, pero había; ninguno de los dos veía algo serio ahí (y menos mal) pero estábamos a gusto así. Sin embargo, cuando estaba nuestro amigo, su actitud conmigo era más como de hermanos, había más confianza que simples amigos pero parecía más la relación de dos hermanos que de otra cosa (y a mi me sorprendía entonces, quién nos diría después...).

En el terreno político la Guerra Civil entre Imperio y nuestra Rebelión ya era más que evidente. Y ya tenía nombres y apellidos, y el mío y el de mi padre lucían bien grande en la información del imperio. O no. Porque si el comportamiento de mis amigos era extraño el del "temido" Darth Vader era todavía más extraño. Por segunda vez mi nave fue abordada por él y por sus soldados, aunque en esa segunda ocasión con razón pues llevaba en mi posesión los planos de una superarma que estaban construyendo capaz de destruir planetas de solo un disparo y que se sospechaba que uno de sus principales puntos de mira iba a ser mi planeta. Ya sabían que yo estaba dentro de la Rebelión y que mi padre era uno de los dirigentes, sin embargo, me volvió a salvar y salvó mi planeta porque, efectivamente, el Imperio tenía intención de destruir Alderaan, justo después de mencionar el nombre de mi asistenta. ¿Qué había sido Sabé en el pasado del sith para influir tan fuertemente en él como lo había hecho? Él era un sith en el ambito más extenso de la palabra (sanguinario, despiadado, vengativo...) pero desde entonces yo veía más que lo que todo el mundo hacía. Podía notar como muy en el fondo de esa densa armadura imprescindible para él, por lo visto, había algo más, quedaba algo de lo que había sido en el pasado. No sabía quién era, no sabía qué había sido, por qué cayó en el lado oscuro, pero sí sabía que fue alguien de espíritu noble, que se preocupaba por los demás, sin conocerlo podía sentir todo el amor que había sentido en el pasado, y el arrepentimiento y la culpa que sufría ahora, todo tras mencionar un nombre. Podía sentirlo, podía sentirlo con prácticamente nada de esfuerzo, solo era cerrar los ojos con él cerca y los sentía como si fueran míos propios. Sin embargo eso era solo cuando no había alguien más, cuando estuvimos a solas en el interrogatorio sobre la información de la Rebelión del cual no consiguió sacarme el más mínimo dato. Pero al tema, que me voy por las ramas. Conseguimos destruir lo que ellos llamaban la estrella de la muerte con la imprescindible ayuda de Luke y Han, que había decidido ayudarnos, aunque fuera para estar cerca de mí. Pero la guerra no había acabado, solo fue una batalla más en la que todos salimos perdiendo puesto que muchos soldados rebeldes cayeron en la batalla.

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Han nos había traído a Bail y a mí a supervisar como iban las tareas en la base Rebelde que la Alianza tenía establecida en un planeta prácticamente deshabitado. Las principales tareas se resumían en coordinar los chivos espiatorios que teníamos dentro del Imperio, reclutar nuevos miembros, localizar a sensibles a la Fuerza para salvarlos del Imperio, por petición mía y de Obi-Wan, e instruir y formar a los miembros. Eran pocos así que debían estar muy formados y coordinados para poder hacer algo en contra del Imperio ya que nos habían informado que estaban empezando a planear una nueva Estrella de la Muerte, por suerte la construcción le llevaría años y nos daría tiempo a adelantarnos. Nuestro sistema de lucha consistía en emboscadas, sobre todo. En ese momento estaban coordinando un asalto a una nave de suministros armamentísticos del Imperio.

-Se acerca una nave no identificada. – Informaron desde vigilancia – Parece una nave imperial pero está demasiado lejos como para saberlo.

-Vale, estad pendientes. Es posible que haya que hacer una evacuación de emergencia. - Comentó Bail, siempre previsor

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