Capítulo 2. Conversaciones

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-Hemos recibido un chivatazo. Ya sabemos cual va a ser su próximo movimiento. – Comenzó la reunión hablando mi padre. Se refería a un operativo contra el contrabandismo con el que llevaban bastante tiempo. Unos meses antes habían conseguido introducir un chivo espiatorio dentro de una de los clanes más influyentes de la Galaxia, los Hutt. - Tienen preparado un intercambio, armas, la idea que tienen es llevarlo a cabo en Alderaan, no está 100% asegurado pero debemos estar pendientes.

-¿Qué sentido tiene que lo hagan aquí? Llamaría mucho la atención. -Preguntó uno de los hombres que estaba sentado en la gran mesa.

-O no. Ellos quieren pasar desapercibidos, si han elegido Alderaan será por algo.

-Tiene sentido – Observé yo. - Si están buscando a alguien que esté vendiendo armas lo normal es que busquen en planetas donde la venta de armas esté a la orden del día. En un planeta  como este nadie buscaría.

-Exacto,la cuestión es que hay que ponerse en marcha. En cuanto decidamos qué hacer daré aviso al capitán de la Guardia, pero debemos darnos prisa en decidir.

-¿Ellos tienen el Código de acceso? Si no tienen el Código difícil que puedan intentar aterrizar.

-Nuestro infiltrado está esperando órdenes. Según su información están intentando dar con él. Mi idea es hacerles llegar el Código y cambiarlo. Daremos aviso a los comerciantes que esten en lista para aterrizar.

-¿No sería mejor darle uno falso? - Comenté. - Si lo cambiamos e intenta aterrizar alguien con buenas intenciones pero que desconozca el cambio puede darse la confusión.

-La princesa tiene razón, no debemos arriesgarnos – Comentó otra mujer que no había visto anteriormente, supuse, y supuse bien, que sería de los servicios de inteligencia.

-Pues así se hará. - Dicho y hecho. Mi padre levantó la reunión y todos los presentes comenzaron sus tareas. Yo seguía a mi padre allá adonde iba. Mi padres eran Reina y virrey del planeta, lo que me convertía a mi en princesa y futura reina del lugar y él para mí era un referente aseguir además de mi padre, aunque en realidad yo sabía que él no era mi padre biológico, mis tías se ocuparon en varias ocasiones de que me quedara claro que yo era adoptada, que mis verdaderos padres no me quisieron y ellos nada más nacer me adoptaron, pero nunca quise hablar sobre ese asunto, a decir verdad. ¿Qué mas daba aquello? Para mí los reyes eran mis padres, habían sido ellos, junto con Sabé los que habían cuidado de mí desde bebé y eso era lo que me importaba. Aunque he de admitir que en algunos momentos a solas en la noche sí pensaba sobre mis verdaderos progenitores, sobre por qué me entregaron a los reyes, qué estarían haciendo ellos ahora, si se sentirían orgullosos de mí... Pero solía cambiar de pensamiento pronto. - El enlace está de camino. - Informó mi padre al Capitán Holden. - Estad atentos, no sabemos cuando va a llegar.

-Descuide alteza. Estaremos pendientes.

-Recordad, dejadle pasar y lo arrestáis nada más llegar. Viene a buscar las armas así que olvidaros de la nave.

-Entendido señor – Yo seguía junto a mi padre, haciendo mis propias cavilaciones y teorías. Mi naturaleza desconfiada me impedía fiarme de lo que estaba ocurriendo. Mientras yo estaba sumida en mis pensamientos Sabé se unió a nosotros.

-¿Qué ocurre? - Preguntó ella algo preocupada.

-Los Hutt están usando Alderaan como lugar de intercambio, básicamente.

-¿En serio? Qué poca vergüenza. Entonces ¿habéis encontrado al enlace?

-Todavía no, pero nos consta que se acerca. Le hemos hecho llegar un código de acceso falso, en cuanto lo use sabremos que es él.

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