Ella será mi novia.

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El idiota venía corriendo hacia nosotros y bastante serio. Creo que necesitaba saber su nombre, ya se me hacía cansador llamarlo así, aunque lo fuera...

- Al fin llegas -me dice ya sonriendo- Y... Lo siento, no sé tu nombre.

- Soy Maia -respondí- Y él es Nathan -señalé al mismo.

- Qué lindo nombre... Pero no tanto como tú -dijo y rodé los ojos- Yo soy Marcus. Y... Que bueno verte, Nathan.

- Marcus -respondió muy cortante Nathan.

¿Qué? ¿Ellos ya se conocían? Es decir, hasta se sabían sus nombres...

- Y bien... -dije para cortar la tensión- ¿A qué hora comienza la carrera?

- Ya mismo. Debo irme, deseame suerte, bonita -dijo Marcus y se retiró.

- Pobre idiota -dije sin pensar.

Nathan comenzó a reir- ¿Por qué?

- Porque si sigue molestándome quizás pueda quemarse. Está intentando jugar con fuego y eso conmigo no va -dije y nos reímos. Este chico entendía perfectamente mis metáforas incendiarias, si es que esa palabra existía.

La voz en los parlantes dio inicio a la carrera. Brouse iba primero, luego Marcus se le adelantó, pero el anterior lo golpeó en la defensa trasera e hizo que casi chocara, lo bueno es que paró antes de que sucediera. Por un momento me asusté, es decir...

No soporto a Marcus, pero las muertes en las carreras son terribles y odiaría que eso pasara. Marcus quedó en desventaja y perdió...

El ganador o sea Brouse, terminó la carrera, subió a donde le correspondía, le dieron su premio y se marchó, así sin más.

Marcus fue a hablar con su equipo y luego vino con nosotros. Un poco enojado por lo visto.

- ¿Y qué ha pasado? ¿No era que siempre ganaban? -pregunté con cierto tono de burla.

- No te burles, bonita -dijo amenazante Marcus.

- Nadie se burla. Pero esta mañana fuiste a decirme que su equipo nunca perdía, que eran los mejores y blah blah blah. Simplemente quiero saber que pasó hoy -Sonreí tiernamente.

- Ay, simplemente no puedo -dijo tapándose los ojos.

- ¿No puedes qué? -pregunté confundida, este chico era bipolar, o estúpido. Sin ofender a los estúpidos...

- Concentrarme cuando sonríes así -largó de repente.

Comencé a reírme- Eso es lo más... Cliché que he escuchado.

- Y vuelve a burlarse -respondió Marcus mirando en cielo.

- Sí, oye... No tengo tiempo para esto. Nathan -lo llamé- ¿Nos vamos?

La Música es mi Vida, Idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora