Desperté gracias a una luz, y a un muy feo olor que se adentraba en mi nariz. Estaba en el piso. Sin sogas ni nada. Sólo estaba allí tirada.- ¿Qué hago aquí? -le pregunté a Logan, que estaba cerca mío con su celular en la mano.
- Pues nos iremos ¿a caso no me escuchaste? ¿O tengo que golpearte de nuevo para que me entiendas? -preguntó sonriendo cínicamente.
- Te odio infeliz -dije intentando levantarme, me dolía todo el cuerpo.
Pateó mi cabeza con mucha más fuerza de la que había usado anteriormente y me desmayé de nuevo.
Después de buscar varios lugares, preguntar en gasolineras y ver un par de cámaras, dimos con la ubicación de Logan. Una cabaña en el bosque San Bernardino. ¿Quién lo diría? Estuvimos toda la noche buscando, pero valió la pena.
Por fin tendría a Morita conmigo de nuevo. Eso me ponía feliz. Llamamos a la policía, venían en camino supuestamente. Nos dijeron que no hiciéramos nada, pero, yo por Maia daría mi vida, así que iría a buscarla, y eso no lo impediría ni el mismo diablo. Que casualmente era muy parecido a Logan.
Por suerte tenía el apoyo de Nathan.
Finn entró corriendo como loco a la cabaña, yo me quedé a esperarlo, me dijo que estuviera atento por si alguien llegaba, que llamara a la policía y a la ambulancia para que se apresuraran.
Me senté al lado de un árbol, y me puse a cantar, llevaba treinta segundos afuera y ya estaba aburrido.
Así que empecé a cantar mi canción favorita, Love the way you lie de Eminem.
Entré silenciosamente a la cabaña a través de una ventana que encontré.
Recorrí unos segundos el lugar con mi mirada, y vi a Morita.
Allí estaba tirada, inmóvil e inconsciente. Además tenía la cara hinchada, y colorada. La tomé entre mis brazos.
- Morita -la llamé desesperado- Por favor, despierta.
Nada pasaba.- Por favor -estaba al borde del llanto.
Ella tenía gran influencia en mi. Y verla así me dolía mucho.
De pronto fue abriendo los ojos poco a poco como podía, tenía la cara hinchada, debía dolerle demasiado también.- Finn -dijo con tono de alegría, intentando sonreír- Si viniste.
- Por supuesto que sí Morita, te estuve buscando todo el tiempo.
- Gracias Finn, te amo -habló. Mi corazón latía rápidamente. Pero no podía hacer nada, ella estaba seguramente muy adolorida y tenía que sacarla de allí rápido.
- Ven, debemos irnos -dije intentando levantarla.
- Sí, vamos. Por favor.
- ¿Te ha hecho algo el imbécil de Logan?
- Me ha golpeado, y ni siquiera tenía mi encendedor para quemarlo -dijo molesta.
Me reí. Hasta secuestrada era divertida y mi causa de ser feliz- Vamos.
Nos levantamos, ella como pudo, estaba muy golpeada y helada.
- Bien, ahora te sacaré de aquí -le dije en cuanto estuvo firme.
- De acuer...
- ¿A dónde creen que van? -preguntó Logan apareciendo de repente.
Morita sollozó asustada detrás de mí.
- A casa, me llevo a Maia -dije firme avanzando hacia él.
- Eso no pasará -rió el muy idiota.
- Eso es lo que tú crees, la policía viene en camino. Estás apresado, imbécil.
- No si me escapo -dijo retrocediendo.
Me acerqué a él rápidamente- No irás a ningún lugar, pagarás por lo que has hecho.- Suéltame imbécil -dijo soltándose de mi agarre y sacando un arma.
Retrocedí y me coloqué delante de Morita, no estaba como para perderla después de todo lo que la busqué y me costó encontrarla.
- Basta Logan, por favor -pidió Maia tomándome de la mano. Y apretandome, estaba muerta del miedo, yo la conocía.
- Cállate tú, que por tu culpa estamos en todo esto.
- ¡¿Mi culpa?! -explotó Morita. Oh oh, esto no era bueno. No creo que tuviera miedo ahora, sino impotencia- ¡Tú eres el maldito psicópata que me secuestró!
- Ya deja de llamarme así -gritó Logan apuntando con su arma hacia Morita.
- ¿Ahora vas a dispararme? Vamos, hazlo. Total ya estoy completamente destruida a causa de tus golpes, maldito psicópata -gritó ella.
Vaya, efectivamente ella no estaba midiendo sus palabras, haría que ese loco le disparara.
- Llámame así una vez más y juro que te mato -amenazó él apuntando con su arma.
- Basta Maia -susurré. Estaba poniendo en riesgo su vida sólo para expresar lo que sentía. Un clásico de ella.
- ¡Déjanos salir! -pidió a gritos Maia- ¡Eres un maldito loco! ¡Te quemaré, lo juro! ¡Te quemaré!
¿A dónde rayos estaba la policía? Ya tendría que estar aquí.
De pronto todo pasó rápido por mis ojos, Logan apuntó hacia Morita con su arma. Y disparó, pero la bala no llegó a ella, jamás llegó hasta su cuerpo.
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La Música es mi Vida, Idiota.
ActionAutos, fuego, peleas, celos, discusiones, carreras, dinero, drama y lo más importante... Música, rodean la vida de Maia Turner. Se enfrenta a diferentes obstáculos día a día, y tendrá que ser fuerte para soportarlos. Acompaña a Maia en su insólita...