Dime que es una broma.

102 15 12
                                    

- ¡Maia! -gritó Finn apareciendo.

- ¡Finn! No puedo creer que hayas vuelto -lo abracé.

- Por supuesto que volví, jamás dejaría al amor de mi vida sola, aún nos quedan muchas cosas por hacer juntos -dijo y me besó.

- Te amo Finn, te amo.

- Yo igual Maia, yo igual...

Y se desvaneció. Pronto apareció Logan con un arma y disparó. De repente Finn estaba tirado en el suelo sangrando.

- ¡Está entrando en coma! -gritó alguien.

¿Qué? No entendía nada.

- Vamos, debemos subir sus pulsaciones -gritaba otra voz.

Seguía sin entender nada.

Finn apareció de repente, vestido de blanco con su hermosa sonrisa y sus ojos brilanntes.

- Te amo, Maia, siempre te amaré...

De pronto, todo estaba negro. No escuchaba nada, tampoco sentía nada...

(...)

Me desperté gracias a una luz muy molesta que daba contra mis ojos.

Todo era blanco, estaba acostada en una habitación completamente blanca. Había una ventana y una puerta, nada más además de la cama y yo. Me asusté, ¿ya me habrían traído al manicomio o qué?

Estuve unos minutos recorriendo la habitación con mi mirada. No había nadie, excepto yo. ¿Dónde me encontraba?

De repente, un hombre vestido con un saco blanco entró a donde yo estaba.

- Hola -dijo con una gran libreta entre sus manos.

- ¿Dónde estoy? -pregunté confundida.

Él ignoró mi pregunta y me respondió con otra- ¿Cómo te encuentras?

- Me duele la cabeza -admití- ¿Dónde está Finn? ¿Y Nathan?

- Ahora vienen... -dijo el hombre y se fue.

¿Qué había pasado?

Me miré a mi misma. Estaba vestida de blanco también, y tenía inyectado un suero.

Estaba confundida.

Luego de unos minutos Nathan entró a la habitación lentamente.

Estaba muy cambiado. Tenía una barba que parecía tener varios días, y tenía los ojos hinchados, además de ojeras que los cubrían.

- Hola hernanita -me dio un beso en la frente.

- Nathan  -dije desesperada al verlo- ¿Dónde estoy?

Él suspiró- Estás en el hospital.

- ¿Por qué? -pregunté confundida.

- Es emm... Te desmayaste...

- Oh... ¿Emma está aquí? -quise cambiar de tema.

- Sí, está afuera esperando.

- Genial -Sonreí un poco. Él me miraba preocupado- ¿Y Fi...?

Alguien entró interrumpiéndome antes de que pudiera preguntar por mi mejor amigo.

- Maia, ya puedes irte -dijo el mismo hombre que había venido hacía unos unos minutos- En unos días vuelve para un chequeo.

Asentí. Luego de unos minutos me desconectaron todo lo que tenía en el cuerpo, y me dieron tiempo para cambiarme. Tomé mi ropa, me cambié y salí de la habitación.

La Música es mi Vida, Idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora