Sam (Mayores 2.5°)

PRÓLOGO

¡OMG! ¡OMG! ¡OMG! Estoy taaan emocionada porque se que esto es algo que todos han estado esperando. No estaba del todo segura de si finalmente lo haría, pero me he decidido en darle una oportunidad y ver que puede crear mi hermoso cerebro :3 De momento, sólo dejaré este pequeño prólogo por aquí para que puedan ir haciéndose una idea de que vendrá más adelante, ya que muy probablemente no vaya a actualizar hasta que termine con Aiden. Quizás un capítulo o dos por ahí no hagan daño :3 jeje. Pero no se hagan demasiadas ilusiones. Sólo les estoy dando un pequeño adelantito para que estén preparados para lo que se viene.

¡Disfruten!

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Se pasó una mano por el rostro e intentó no pensar demasiado en el hecho de que él estaba ahí, a su lado, cerca.

Siempre tan malditamente cerca.

No quería sentir lo que estaba sintiendo, pero no podía tranquilizar su acelerado corazón, sin importar cuanto lo intentara.

-Llevas viendo esa hoja cerca de una hora – lo oyó decir – deja. Yo te ayudo

Observó de reojo como apoyaba una mano sobre el escritorio y se inclinaba sobre él, su rostro quedando a la misma altura que el suyo

Sintió el calor de la mano de Matthew rozar su puño.

¿Y cómo era posible? ¿Qué sintiera aquello?

-Matt... - comenzó, pero se detuvo, sin saber muy bien que decir

-¿Si? - su voz susurró en su oído, tan cerca que sintió su aliento rozar su mejilla

Giró el rostro hacia él. ¿Y cuándo se había acercado tanto?

Sus ojos se encontraron de inmediato y se dio cuenta de la perfección del rostro de su mejor amigo. La forma en que sus ligeramente sonrosados pómulos resaltaban su rostro. Sus hipnotizantes ojos celestes, que parecían poder leerlo perfectamente con una simple mirada. Su cabello, perfectamente desordenado, si aquello era posible.

¿Y porque estaba pensando en él de aquella manera?

Los ojos de Matt lo miraron con curiosidad y entendió que había estado callado por mucho tiempo ya.

-Nada – contestó, aunque no fue capaz de quitar su mirada del chico

¿Cuándo había empezado a sentir esas cosas por él? ¿En qué momento había sucedido?

Se puso de pie, abruptamente, necesitando estar lejos de él para poder pensar claramente.

-Sam... - comenzó a decir Matthew, pero él lo interrumpió

-Iré a dar una vuelta – dijo y salió de la habitación tan rapido como sus pies se lo permitieron

Agradeció no haberse encontrado a sus padres ni a su hermanita menor en el camino hacia la puerta de entrada. Y, aunque por fin estuvo fuera y pudo respirar aire fresco, seguía sintiendo el aliento de Matthew rozando su cuello al hablar. Comenzó a caminar hacia el único lugar en el que podía estar tranquilo. Necesitaba sacarse aquellas ideas de la cabeza, como sea.

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El aire golpeó su rostro, finalmente logrando despejar su mente y calmar su corazón. ¿Por qué tenía que sentir lo que estaba sintiendo? ¿Por qué no podía simplemente empujar el extraño sentimiento lejos de su pecho y olvidarse de él para siempre?

Miró hacia abajo, hacia el enorme abismo que parecía haber. Después de todo, estaba sentado en la baranda de un balcón en el piso diez. Ese lugar lo había conocido gracias a Matthew. Era un lugar al que se solían escabullir cuando eran más pequeños. Luego habían dejado de hacerlo, pero Sam siempre se iba a escondidas. Estaba tan alto y lejos de todo que podía olvidar por un momento que su hermana estaba enferma. Que podía olvidar que tenía extraños sentimientos por su mejor amigo. Que podía simplemente ser él sin importarle el que.