Capítulo 26: "Perfectamente"

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Sam había estado evitando a Ash por muchos días. Desde el día en que se besaron, se había sentido increíblemente culpable. Y es que, apenas al día siguiente, había buscado hablar con su mejor amigo. Pero, Ash y él no estaban juntos, después de todo y el chico de ojos claros no podía reclamarle nada. Aun así, Sam lo consideraba un buen amigo. Habían entablado una amistad diferente en el poco tiempo que se conocían y sinceramente, no quería terminar alejado de él.

Sin embargo, era Matt quien había estado en su vida por tantos años, con quien había pasado tanto tiempo y quien lo comprendía mejor que nadie. Tenerlo tan lejos parecía ser lo que logró convencerlo de lo que quizás había algo más de trasfondo, algo más profundo que solo una amistad de muchos años.

Ahora, no le asustaba tanto. De hecho, estaba bastante ansioso por verlo de nuevo, por tener la oportunidad de decirle a la cara lo que sentía, algo que poco a poco estaba llegando a comprender. No estaba seguro de si estaba enamorado de él, quizás haría falta conversar con él primero para poder darse cuenta de ello, pero sabía que le gustaba ―mucho. Demonios, muchísimo.

Ahora que había pasado tanto tiempo solo, teniendo la oportunidad de pensar con la mente realmente despejada, se había encontrado a sí mismo recordando cómo se habían sentido los labios de Matt sobre los suyos, cómo se había sentido tener su cuerpo tan cerca del suyo. Cerró sus ojos un momento, porque de esa manera podía hasta imaginarlo a la perfección.

Suspiró y decidió apartar los recuerdos de su mente. No tenía caso recordarlo porque Matt no estaba ahí y, siendo sinceros, realmente quería volverá besarlo, volver a sentir sus labios sobre los suyos. Mientras Matthew estuviese lejos, no había manera de solucionar aquel pequeño detalle, así que prefería no pensarlo demasiado.

Revisó su celular, una sonrisa creciendo en su rostro cuando leyó el último mensaje de Matt:

Falta poco para vernos. Te he extrañado muchísimo. Estoy mentalizándome para no saltar a besarte el segundo en que te vea. No quiero asustarte. Es solo que, me haz hecho mucha falta.

Sam temía que lo mismo iba a suceder con él. Aún le sorprendía lo sencillo que le resultaba aceptarlo ahora, el hecho de que su mejor amigo significaba para él más de lo que podría haber creído. Sabía que, en parte, Ash había ayudado mucho, lo había ayudado a ver las cosas desde otra perspectiva y por ello, siempre estaría agradecido.

Culpabilidad se apoderó de él una vez más y apartó a Ash de su mente.

El sonido de la puerta de su casa lo sobresaltó. Estaba solo. Amanda y sus padres no se encontraban, así que no estaba seguro de quién podría estar llamando a la puerta. Bajó las escaleras y se encaminó a ella, abriendo sin siquiera mirar por el ojo de gato.

Su corazón dio un salto en su pecho cuando se dio de cara con Asher, justamente a quién no necesitaba ver. Demonios, es que, había estado huyendo. Porque temía lo que aquel beso había significado para el otro, temía que hubiese sido un mal paso, algo que pudiese perjudicar su amistad.

―Sam ―susurró el chico, hermosos ojos encontrando los suyos rápidamente―. Hasta que finalmente puedo encontrarte ―agregó, una ceja alzada y una expresión extraña en el rostro.

Sam no recordaba la última vez que lo había visto así... diferente.

―Lo siento ―replicó, pasándose una mano por el cuello, incómodo―. He estado bastante ocupado ―explicó.

No tenía explicaciones reales, pero esperaba que las que le estaba dando pudiesen ser suficientes.

―O has estado evitándome ―dijo él. Sam suspiró y apartó la mirada―. ¿No me invitarás a pasar? ―preguntó, entonces.

Sam (Mayores 2.5°)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora