El jueves había llegado, más rápido de lo que hubiera deseado. Una parte de él, se preguntaba cómo sería volver a cruzarse con Asher. Y la otra no quería averiguarlo. En parte, porque aún estaba huyendo de sus sentimientos por Matthew y comenzar a tener otros por alguien más, definitivamente no estaba por suceder.
Aquel día, luego de que sus ojos se habían encontrado con los de Asher, se había forzado a sí mismo a mirar hacia otro lado, antes de excusarse y salir en busca de algún refugio donde sus dudas no lo volvieran loco.
Matthew. Aquella era claramente su primera opción. Pero eso era completamente indiscutible.
El balcón al que siempre iba, también era una buena opción.
Pero, al final sólo terminó refugiándose en su habitación, sumergiéndose en un sueño plagado de aún más sentimientos inevitables, hacia su mejor amigo.
Y ahora caminaba como alma en pena por los pasillos del hospital, buscando distraer su contrariada mente. Hasta que se encontró con Aiden, a medio camino por el pasillo principal.
-Sam –lo saludó, el novio de su hermana mayor.
Aiden era increíblemente feliz al lado de Amanda. ¿Cómo había sido tan sencillo para él? ¿Por qué no podía ser sencillo para él mismo también?
-¿A dónde vas? –le preguntó, apartando sus pensamientos de su mente.
Pero, en realidad, buscaba saber si iba en busca de Asher. El inconfundible Asher. Odiaba encontrarse tan intrigado con respecto a él, pero no podía evitarlo realmente.
Había algo sobre él que lo invitaba a querer conocerlo más. A ser quien realmente era, sin importarle lo que los demás pudieran decir. Quizás era porque lo veía a él tan tranquilo con respecto a su forma de ser. O quizás era que se estaba volviendo loco.
-Alguien ha llegado, probablemente a ver a Amanda –contestó Aiden, llamando su atención–. Si quieres puedes venir conmigo –agregó, un segundo después, haciendo un gesto hacia el final del pasillo.
Sam asintió, rápidamente siguiente a Aiden a través del pasillo, en busca de quien sea que había ido a visitar a Amanda.
Llegaron al pasillo principal rápidamente y Sam captó en su visión a una pequeña chica rubia, parada incómodamente cerca a la recepción. Parecía estar un tanto perdida. Y lucía extrañamente nerviosa.
De inmediato, Sam no pudo evitar pensar que lucía bastante tierna.
-Hola, Aiden –murmuró, cuando llegaron ante ella, sus mejillas se tiñeron levemente de rojo.
Y Sam de nuevo no pudo evitar pensar en lo tierna que lucía.
-Hola, Peyton –saludó Aiden, dejando a Sam conocer el nombre de la pequeña chica–. Te presento a Samuel Black, el hermano mayor de Amy –lo presentó, poniendo una mano sobre su hombro.
Y Sam no pudo evitar preguntarse el por qué del cambio en la expresión de Peyton. Sus ojos se dispararon hacia él y pareció perderse en sus pensamientos, por un momento.
-Un gusto –la escuchó decir, sus ojos clavándose en los de él, como si estuviera intentando descubrir algo-. Peyton Ferrer, hermana del loco de Asher –dijo y, de inmediato, Sam se tensó, dándose cuenta de quién era la susodicha.
No pudo evitar observarla más detalladamente y rápidamente comenzó a identificar el gran parecido que tenían los dos hermanos.
-Y bueno, ¿Dónde se encuentra él? –preguntó entonces, Sam, en un intento de lucir completamente desinteresado–. Estamos algo retrasados –agregó.
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Sam (Mayores 2.5°)
RomanceSamuel black. El hijo mayor de Alexander y Emily Black. Tiene 18 años y es un chico que a penas ha salido de la escuela hace un año. Está empezando su carrera: Medicina. Al igual que su madre. Habría elegido Economía, como su padre, si se le hubiera...