Se llevó la botella a los labios, mientras observaba a su mejor amigo reírse de algo que había dicho. No pudo evitar sonreir y sacudir la cabeza,
Él no solía reírse mucho. Normalmente sólo lo hacía cuando estaban solos o, incluso, cuando estaban con Amanda. Todo era por el oscuro pasado que lo perseguía. Su hermano... los recuerdos que le traía. Todo por lo que había pasado y que él mismo lo había ayudado a superar.
-Y me dijo que me fuera a la mierda – finalizó Matthew, soltando una carcajada y sacudiendo la cabeza
Tomó un trago de su cerveza y dejó la botella ya vacía caer sobre la barra. Entonces giró su rostro hacia Sam. Seguía sonriendo ampliamente, pero su expresión se volvió seria de a pocos.
-No deberías dejarme tomar tanto – su mejor amigo dijo, tomando asiento en una de las sillas altas y cruzando sus brazos sobre la barra, para hundir su rostro entre ellos – yo no soy así. Ese era Josh
Sam sintió una ligera punzada de dolor al escuchar a su mejor amigo compararse con su hermano.
-No eres como Josh – dijo, tomando asiento en el sitio de al lado y dejando su botella sobre la barra – no digas eso
A pesar de que había llegado a estimar mucho a Josh, nunca lo compararía con Matt. Jamás. Matt era una gran persona, era muy diferente de todas las maneras posibles. Josh había sido un chico sumido en las cosas más negativas del mundo.
Matthew lo miró de reojo y Sam sintió una extraña sensación en el abdomen. Cuando lo miraba así, su cuerpo reaccionaba de formas extrañas... de formas... Nada.
Sam fue a coger su botella de nuevo, para desviar su atención hacia otra cosa, pero su mejor amigo también fue a cogerla. Sus dedos se rozaron y Sam apartó la mano bruscamente. Cuando lo tocaba, su cuerpo también reaccionaba de formas extrañas.
No.
Matthew cogió la botella y tomó un largo trago, aparentemente sin hacer caso a lo que había sucedido.
-Creo que iré a dar una vuelta – dijo, dejando la botella caer sobre la barra
Se puso de pie y comenzó a encaminarse hacia la puerta de entrada. Sam resopló y rápidamente dejó un billete de cien sobre la barra. Tenía dinero, eso no era un secreto. Así que, ¿por qué no simplemente gastarlo cuando podía?
Salió del pequeño bar y sus ojos se movieron en busca de Matthew. Él estaba parado cerca a un teléfono público, con un cigarro en la mano. Sam sintió la cabeza darle vueltas y estaba seguro de que no era a causa del alcohol. Su cuerpo estaba acostumbrado a recibir grandes cantidades cada cierto tiempo. No se le subía a la cabeza con facilidad. A Matthew, en cambio, sí. Pero eso era porque recién había comenzado a tomar. Lentamente se había permitido probar uno que otro trago de cerveza, hasta que terminó viéndolo como algo poco peligroso para su cuerpo. Y le había tomado bastante tiempo. Sam sospechaba que era por su hermano mayor. Por ese tema que lo sumía en la oscuridad y en el terror.
¿Entonces porque diablos estaba fumando?
Se encontró a si mismo dando pasos grandes hacia él, hasta que llegó a su altura y estuvo lo suficientemente cerca para arrancar el cigarro de entre sus dedos. Lo lanzó al suelo y lo pisó hasta que se apagó por completo.
-¿Desde cuando fumas? – exigió saber
Eso era algo que nunca le había gustado. Y Matthew siempre lo había odiado, por lo que había hecho con su hermano. Su mejor amigo lo observó un largo momento, sus ojos celestes hundiéndose en los de él y pareciendo leer por completo su alma.
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Sam (Mayores 2.5°)
RomansSamuel black. El hijo mayor de Alexander y Emily Black. Tiene 18 años y es un chico que a penas ha salido de la escuela hace un año. Está empezando su carrera: Medicina. Al igual que su madre. Habría elegido Economía, como su padre, si se le hubiera...