Falling for you [TaeTen]

Capitulo #2

Exactamente a las 11.00 p.m, hora en que se supone ya debería estar en mi habitación conciliando el sueño, los criados del Príncipe Ten descargaban sus pertenencias mientras yo asombrado observaba, ¿cuanto puede poseer alguien como el? su atuendo ni siquiera fue el adecuado para una cena de compromiso, su lenguaje menos  y su actitud déspota háganme el favor, mas de tres veces tuve que repetirle a mi padre que no me aprovecharía del príncipe, ni siquiera se si deba seguir llamándolo así, se comportaba como un pueblerino ignorante y debo decir que no he hablado con uno mas grosero que el.

-Hemos terminado, su alteza.-Uno de los criados me hace reverencia, luego el príncipe lo acompaña como buen amigo palmeandole la espalda hasta llegar al carruaje.

Su familia al parecer no conocía los autos modernos.

Cuando vuelve toma dos de sus cinco valijas y se me queda viendo.

-¿No piensas ayudarme, Lee?.-Niego. Me cruzo de brazos.

-Puedes llamar a alguien mas, príncipe, tu habitación no es la mía y prefiero evitarme otro bochorno como el que me hiciste pasar en la cena.

-Ayudar con el equipaje no es llevarme a tu cama, ademas, hay gente mirando y una importante para ti al parecer.

Me descruzo de brazos mirando detrás de mi. 

-Oh, Taeil.-De pronto siento vergüenza por lo que no me queda mas que bajar la mirada.

-Espero que tus intenciones aquí sean ayudar al príncipe con sus pertenencias, ¿o te estas portando grosero?

Niego 

-Estaba por ayudarme, Señor Moon Taeil.-El príncipe le sonríe y yo lo miro confundido.

-Perfecto, recuerda dormir temprano, príncipe Taeyong.-Asiento. -Buenas noches.-El y el príncipe intercambian reverencia hasta que Taeil desaparece por el pasillo que da a la cocina, supongo que ordenara lo del desayuno de mañana.

Cuando vuelvo mi vista al guarro este me coloca una valija en las manos, su mano roza con la mía y rápido la aparto.

-Me debes una, Lee, así que compórtate como el novio que debes ser pero no quiero que seas.

Torno los ojos y lo sigo apenas sube las escaleras.

La habitación de mi hermano estaba pegada a la mía, podría darle otra pero no estaban acondicionadas para su uso y tampoco es como si esperara la noticia de que lo tendría como huésped permanente.

Coloca sus valijas en el suelo y entrelaza sus manos mandándolas  a su espalda, no sabia si estaba mimado o era por molestarme pero yo no era ni su criado ni su burla.

-¿No me vas a abrir?, dijiste que eras tradicional.

-¿Y por ello debo comportarme como un perro?.-Digo, molesto.

-Estoy empezando a dudar sobre cada cosa que me dijiste.-Abre la puerta y toma sus valijas deslizando una por una dentro de la habitación hasta que debe quitarme las tres que cargo.

Sin ninguna consideración tira de las maletas provocando que una caiga al suelo y se abra.

-Seras idiota.-Me culpa.

-¿Perdón?, ¿quien tomo las maletas sin esperar a que se las entregara?, ¿quien es el grosero aquí?-Me defiendo.

-Hubiera preferido la burla de papa antes que estarte soportando, cretino antiguo.-Masculla. Desliza las dos maletas que no se abrieron para luego agacharse a cerrar la maleta abierta.

Si Taeil o alguien de la servidumbre me viera estaría muerto frente a mis padres y....¡oh esperen!

-¿Estas llorando?.-Pregunto colocándome a su altura.