Ten al igual que yo había empezado a correr lo que provoco que al doblar la calle termináramos chocando, lo abrace amortiguando su golpe, a diferencia de mi el ya sabia que lo estaba llamando.
Sus manos estaban apretando mis costillas, su rostro estaba escondido en mi cuello y podía sentirlo húmedo, señal de que estaba llorando.No hice nada por separarlo al contrario me ocupe de acariciar su cabello diciéndole que todo estaría bien y claramente disculpandome por haberlo dejado. No fue hasta después que levanto su cuerpo sin separarse demasiado de mi, viéndome directo a la cara para luego darme una cachetada.
-¡No me vuelvas hacer algo como eso!. -Ya no había rastro de lágrimas.
No estaba molesto, tampoco le reclamaría aquello pues estaba en su derecho.
-No sabes por lo que pase, tus aldeanos me veían con cara de ratero, no me querían decir como llegar y cuando lo hacían terminaba perdiéndome mas.
-Lo siento, Príncipe. -No pude decir mas.
-Si estando comprometidos me tratas así, ¿que sera cuando nos casemos?.
Lo que me confundía era que seguía pegado a mi cuerpo y también seguíamos en el suelo.
-Lo siento, me deje llevar pero tu también tienes la culpa. -Su boca se abre y sus ojos se achican en ranura de alcancía. -Estabas coqueteando en el establecimiento sin pena alguna y frente a los pueblerinos.
-N-no estaba coqueteando, le daba los gracias por lo de la otra vez.
-¿Y por eso tartamudeas?
-Tsk. -Coloca sus manos en mi pecho como ayuda para levantarse pero no se lo permito. -¿Algo mas?
-¿Te gusta?
-¿Eh?. -Parpadea unos segundos y luego responde. -No, no se, bueno no mas de lo que me gustas tu. -Suelta a la ligera. Cae en cuenta de lo que dijo y se corrige. -No espera, no me refería a eso si no a hacerte enojar, un poco, ¡agh!, olvidalo. -Esta vez lo dejo libre riendo a carcajada suelta. -¡Idiota!
Cuando la risa cesa me levanto sacudiendo mi ropa para luego comenzar a caminar con las manos en mis bolsillos, me detengo cuando no, noto la presencia de mi prometido.
-¿Me vas a obligar a caminar?. -Pregunta cruzado de brazos.
-El auto esta cerca. -Señalo a la nada.
-No quiero.
-¿No quieres que, Príncipe?
Torna los ojos por como lo eh llamado mirando a otro lado.
-Quiero que me cargues.
Pude haberme reído, pero no estaba bromeando lo que si era evidente fue su sonrojo.
Libero mis pulmones del aire contenido y camino hasta el tomándolo por las piernas y cintura, alzándolo.
Su sorprendida cara confirmaba mis sospechas, no creyó que lo haría.
No enrolla sus manos en mi cuello si no que las resguarda en su pecho, a propósito lo lanzo al aire, no demasiado, no podría lidiar bien con un dolor en mi columna.
Sus manos van al lugar que quiero y empiezo mi camino.
-Me roban el auto y veras.
***
Entrando al castillo nadie nos esperaba y era de entender, llegamos pasando la media noche y todos esperaban el sonido del claxon.
El Príncipe Ten se había quedado dormido.
Cuide cada paso al subir las escaleras hasta llegar a su habitación pero cuando quiero dejarlo parece haber despertado pues vuelve a enrollar sus manos en mi cuello tirando de mi.
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Falling for you [TaeTen]
Random"Y fue entonces cuando descubrí que no podía mirar a nadie como lo miraba a él"