Esto no había sido planeado por ninguno de los dos, tan solo se dio y ninguno parecía arrepentirse.
—No, espera...¡Taeyong!. —Se quejo el menor cuando Taeyong lo alzo en sus brazos.
—No es la primera vez que montas a Nana.
—Lo se, mierda, lo se pero...esta extraña.
—¿Extraña?, sufrió el abandono de su dueño. Por supuesto que esta extraña.
Taeyong deposito al menor en el suelo y este camino hasta quedar en el campo de visión de la yegua.
—Debes estar molesta conmigo. —Lo confirmo cuando no quizo que el pelinegro la tocara levantando el hocico. —Lo siento. —La tomo por el bozal controlándola. —También es culpa de Taeyong. —Suavemente ladeó su rostro a su marido y el mayor sintió como si la yegua hubiese imaginado tirándolo de un barranco.
Ten por fin pudo acariciar y hacer de Nana una sumisa a sus ordenes, con la mirada le indico a Taeyong que estaba listo y lo volvió a tomar en sus brazos ayudándole a subir siendo bien recibido por la yegua. Él pelinegro le acaricio su cabello tomando las cuerdas.
—Seria bueno que Felix y Nana se gustaran.
—Son animales, reaccionan por instinto. —Le aclaró Taeyong subiendo a su caballo.
—Le quitas la magia.
—Es por naturaleza. —Concluye. Toma las cuerdas de Felix y suavemente golpetea comenzando a caminar.
Taeyong sabia que debía ser sincero con Ten ahora que ambos se habían confesado sus sentimientos. Las dos semanas que estuvo intentando volver a ganarse la confianza del menor le costaron, no solo por él pelinegro sino por asimilar que Jaehyun no era bueno para él y tampoco era justo que dañaran a Doyoung. La idea loca de encontrarse con él y jugar a los amantes resonaba mucho en su cabeza cuando se habían encontrado en Canadá, claramente la propuesta había sido por Jaehyun argumentando "extrañarlo" pero cada vez que pensaba en las desventajas daba con que eran bastantes, por otro lado con Ten pudo no haber iniciado bien pero conforme convivían la situación fue cambiando, aquel Príncipe que una vez llamo guarro, de quien pensaba lo peor e incluso hacia actos que ciertamente para Taeyong no eran del todo buenos, también estaban sus momentos alegres, aun sin sentir nada por el menor lo cuidaba y se preocupaba por él, si, quizás por el bien de su familia pero mas por su vida. No quería ser un animal que sacrificar para la familia de su marido.
Incluso este paseo era un pretexto, la primera vez que estuvieron de acuerdo en algo fue junto a Nana y Felix.
Aquella noche invadió su mente.[Flashback]
-Buenas noches, príncipe Ten.
Deja de acariciar a Nana, la yegua rusa que papá compro hace 3 meses y que no ha sido montada por nadie, para voltear a verme.
-Tan recatados y engreídos como siempre.
-¿Disculpa?.-Enarco una ceja.
-¿Cual es su nombre, el verdadero?.-Me pregunta mientras señala a la yegua dándole igual si me había ofendido o no.
-Es una Akhal-Teke y tiene buena aptitud.
Al menos le interesaba algo que no fuera estar de vago.
-¿Vamos a montar?.-Se acerca lo suficiente a mi como para preocuparme de cuales serán sus siguientes acciones.-Yo se que ninguno quiere casarse, no nos conocemos, no me gustas, no te gusto pero podríamos empezar a aparentar frente a nuestros padres tan solo para que su burla cese, ¿no te parece?.-Le dedico una sonrisa de satisfacción ayudándolo a montar sobre Nana.
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Falling for you [TaeTen]
Random"Y fue entonces cuando descubrí que no podía mirar a nadie como lo miraba a él"