Capítulo 3

3.7K 192 50
                                    

-¡Vamos, despierten, dormilones! ¡Es hora de levantarse! -la enfermera Chica, tan alegre como siempre, se encargaba de despertarnos a las 10.00 a.m. -¡Venga, chicos, aquí está el desayuno, y además hoy les toca a las 13.00 patio!

-Está bien, está bien, pero no grites. -le dije yo mientras me sobaba los ojos.
-Buenos días -saludó Bon, a lo que Chica y yo le contestamos con otro "Buenos días"

El de pelo celeste no tuvo que quitarse el bozal, ya que para dormir se lo quitaba siempre.
Comenzamos a desayunar y cuando acabamos, Chica se retiró.

-Todavía falta 1 hora y media para poder salir a las canchas -le comenté- ¿qué te parece si le damos un recorrido al centro?

-Está bien. -Bon se colocó el bozal y salimos de la habitación.
Los pasillos se estaban casi vacíos, exceptuando a unas pocas personas que pasaban por allí.

Entre ellas se encontraba Puppet, que con su característica mirada nos saludó y se presentó ante Bon.

-Así que les toca hoy a las 13.00 ir al patio de las canchas.
-Sí. -los dos asentimos al unísono.
-A mí también me toca a esa hora, podemos echar unas canastas.
-Está bien. -le dije- Nos vemos en el banquillo al lado de la portería roja.

-Es algo raro. -me comentó el de pelo celeste tras caminar unos metros más por el pasillo alejándonos de él.
-Freddy...  ¿te importaría acompañarme a visitar a Bonnie?

-Claro,vamos.

Llegamos a la habitación del chico de pelo morado y golpeamos suavemente la puerta.

-Hola, Bonnie. ¿Podemos pasar? -preguntó Bon.
-Sí, pasen. -se escuchó una voz suave tras la puerta.

Abrimos la puerta y Bonnie se encontraba sentado en su cama hablándole a la nada.

-¿Quién es él? -preguntó Bonnie señalándome con su dedo índice, percatándose de mi presencia.
-Oh, me llamo Freddy, un gusto. -me presenté.
-Yo me llamo Bonnie. -sonrió- De seguro seremos buenos amigos.
Este es "cosa roja" y este, "gato". -señaló a la nada.
No pude evitar mirarle con tristeza y con una pobre sonrisa acompañándola.

Decidimos salir a dar una vuelta por el bloque.
Al pasar unas cuantas habitaciones oímos una voz que provenía de una de ellas.

-Yo solo quiero brillar... -La puerta estaba entornada y pudimos observar a un chico rubio sentado, acurrucándose entre sus piernas susurrando aquella frase una y otra vez.

-Creo que él es Golden. -comentó Bon- El famoso excantante.
-Sí, oí que al comenzar uno de sus conciertos agarró un mechero y prendió todo el escenario. -le siguió Bonnie. -Fue hace tres días, así que creo que es nuevo en este lugar. Quizás tiene miedo.

De repente el chico de pelo morado entró a la habitación.
-¡No Bonnie, es peligroso! -le susurrabámos desde la puerta.
Él no les prestó atención a nuestras advertencias y siguió hacia adelante.

-Hola, tú debes de ser Golden Boy, ¿me equivoco? -se escuchaba a Bonnie desde afuera.
-¿Eres uno de los que creen que estoy loco? Yo... solo quiero quemar algo... -decía el rubio.
-No... ¿Eres nuevo aquí? Me llamo Bonnie.
-Sí. Llámame Golden.
-¿Quieres que seamos amigos?

Bon, con la confianza por delante, entró al cuarto, y seguidamente yo.
-Bonnie, creo que deberíamos irnos ya. -El chico del bozal le tomó del brazo con la intención de sacarlo de allí.

-Pero, él es mi amigo. -Bonnie se soltó y fue hacia el chico rubio.
-Verás, Golden, él es Bon, y él, Freddy.
-Un gusto. -Golden me extendió su mano. Pude apreciar las vendas que cubrían sus brazos quemados.
-Igual. -le dije estrechando las manos con una sonrisa.
Bon se veía molesto y miraba hacia otro lado, parecía no agradarle del todo el chico rubio.

Dieron las 13.00 y decidimos salir del cuarto del excantante, mientras él cantaba en voz baja algo así como "Voy a brillar, desde ahora voy a brillar".

-Bonnie, ¿cómo se te ocurre? -Bon se veía preocupado - Podría haber sido peligroso. Imagina que te hubiese quemado.
-No te preocupes,todos al entrar aquí nos aterra este lugar. Es bueno hacer amigos y tener a alguien en quién confiar...

Bonnie no podía salir del otro bloque, así que tuvo que quedarse en su cuarto con sus amigos irreales.

-No se preocupen, váyanse. "Cosa roja" y "gato" están aquí para acompañarme. ¿Verdad que sí?
Bon y yo nos marchamos a las canchas de baloncesto y allí había más gente jugando, así que nos quedamos sentados en uno de los bancos que habían.

-Vaya, os quedasteis sin pachanguita de basket.- dijo el parásito. -De verdad, que poca iniciativa tienes. Yo podría conseguirte una, en vez de quedarme sentado en un banco.
-Cállate -protesté - Lo estropearás todo.
-Tú déjame a mí.
Desde que ese maldito parásito pronunció esas palabras perdí la consciencia y él tomó mi cuerpo.

No vale la pena Freddoy #SICKFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora