Los dos nos ruborizamos, hasta que tomé consciencia y de un salto me puse de pie.
-Eeeh... lo siento. -me disculpé por haberme abalanzado sobre ella- Pero tuve que hacerlo para recuperar mi pudin.
-Tú podrías ir para atrapar criminales -bromeó, a lo que los dos dejamos escapar una pequeña risa.Al día siguiente en clase decidieron realizar un teatro para el mes que viene.
-De acuerdo, entonces interpretaremos La Cenicienta. -nos anunció el profesor Félix.- Ahora tocará elegir los papeles.
Así que lo haré por sorteo. Cada uno agarrad un papelito e interpretará al personaje que esté escrito. -comentó poniendo una caja con varios papelitos doblados en ella.Joy y yo nos dirigimos a la mesa del maestro, junto a todos los demás y cada uno agarró un papelito. Cuando lo abrí me sorprendí, aunque no sabía por qué. En él estaba escrito "invitado del baile".
-Vaya papel nos ha tenido que tocar...- se quejó Fred- Somos solo de fondo, nada más.
-H-Hey, Joy, ¿qué te ha tocado?- le pregunté, a lo que ella se quedó mirando el papel. Pude apreciar que su mano levemente temblaba, entonces me asomé y en su papel estaba escrito "Cenicienta".- Joy... Si no quieres hacerlo no tienes por qué.-N-no te preocupes. No quiero que la obra se eche a perder.- al fin habló.
-Podemos darle el papel a otra chica. -le sugerí, al ver que aún temblaba.
-No. No te preocupes. -me sonrió.
-E-Está bien. -la miré con lástima.-¡Vaya, tío!- un grito en la sala llamó mi atención- ¡Te tocó el príncipe!
-Vale. -dijo Félix- ¿A quién le ha tocado Cenicienta? -Joy levantó tímidamente el brazo.- ¿Y el príncipe? -el chico del otro día de cabello anaranjado levantó el brazo.Sentí la sangre que corría por mis venas se sobrecalentó.
No tendría por qué, pero no podía evitarlo, la verdad.
-¿Estás celoso? -preguntó Fred- Te ves molesto...
-No, ¿por qué iba a estarlo? -intenté parecer indiferente a como solía ser normalmente.
-Freddy, ¿estás bien? -Me sacó de mis pensamientos una voz.
-Golden... No te preocupes, estoy bien. -Le sonreí.
-¿Qué papel te ha tocado?
-Un invitado del baile. Solo alguien de fondo. -Sonreí apenado- ¿Y a ti que te tocó?
-Soy uno de los sirvientes que acompaña al príncipe cuando busca a la chica del zapato de cristal. -me sonrió.El día pasó y en el patio me junté con Joy en el lugar de siempre.
-¿Qué te ha tocado en la obra, Freddy? -me preguntó.
-Soy un invitado del baile.
De repente el chico de cabello anaranjado se acercó a nosotros sonriente.
-Hola, Joy, ¿quieres ensayar conmigo?
-Esto... ¿cómo te llamas?
-Ah, perdona. Yo soy Towntrap.
-Bueno, está bien. Pero... ¿puede venir Freddy? -me señaló.
-Vale. -dijo seco- Entonces vámonos al aula y practicamos allí. -la agarró del brazo.Eh, eh, eh, que la acabas de conocer, ¿a dónde vas con las confianzas? Espera... ¿este soy yo? ¿Por qué estoy molesto?
-Celoosss.. -decía Fred en un tono cantarín- Freddy está celoso.
-Cállate ya, maldito. -intenté mantener la calma. Será mejor que vayamos con ellos, así vigilaré si el tío ese le pone las manos encima.Pasaron toda la tarde practicando los diálogos y la verdad es que, odio admitirlo, pero el Towntrap ese no lo hacía mal... tan mal... Y yo me la pasé todo el rato apoyado en una esquina de la sala mirándolos.
Alguna que otra vez, Joy se acercaba a mí para comentarme cosas o por si quería practicar junto a ellos.-No, gracias. -dije con un sonrisa- No quiero molestar, además lo estás haciendo de maravilla. -y era cierto, no por alagar. Sinceramente, lo hacía mejor de lo que había esperado.
-Ok, gracias. Si quieres puedes venir, ¿de acuerdo? -me propuso marchándose para seguir con el ensayo.
-Vale.Pasaron los días y, Joy cada vez se iba haciendo más amiga de ese Towntrap, ya que, cada tarde quedaban en el aula de clase para ensayar la obra y así, pasaba menos tiempo conmigo, lo cual me sentía muy triste.
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No vale la pena Freddoy #SICKFNAFHS
RomanceFanfic Freddy x Joy (Freddoy) #SICKFNAFHS -La vida no tiene sentido- dijo entre llantos. -No llores, no vale la pena que te hagas daño a tí misma sin razón. -Tú no sabes lo que siento. -Cierto, nunca lo he vivido, pero sé de sobra que la vida tien...