No podía creerlo. No podía creer lo que mis oídos acababan de escuchar. ¿De verdad me correspondía? ¿De verdad esa hermosa dama correspondía a este miserable vagabundo?
-¿Q-Qué acabas de decir? O-o mejor dicho, ¿q-qué acaba de pasar? -exclamé nervioso.
-L-Lo que acabas de escuchar, Freddy, no me hagas repetirlo... -su rostro se tornó a un color rojizo- Que.. T-tú me gustas. -sentí que mis mejillas ardían y mi cara tomaba un color similar a la de Joy.Nos quedamos unos instantes en silencio, yo en shock, hasta que reaccioné y la abracé tan fuerte como pude, pero sin hacerle daño.
-F-Freddy, p-para -dijo ella más roja que un tomate.
-D-De verdad, no puedo creerlo. ¿Me correspondes? -pregunté con tono de felicidad.
-S-sí.
-Entonces, puedo preguntarte esto. -aclaré mi voz- ¿Querrías salir conmigo? -ella me sonrió y, rodeando mi cuello con sus brazos, me volvió a dar un tierno beso- ¿Eso es un sí?
-¿Qué sería si no?Pasó la tarde corriendo y Joy tuvo que marcharse, ya que se hacía tarde.
Bon llegó con una sonrisa a la habitación y me miró con satisfacción. No puede ser, ¿se ha enterado tan rápido?-¡Ay! -suspiró- Nuestro Freddy se va haciendo mayor... -dijo, a lo que yo lo miré con cara de pocos amigos.
-¿Nuevamente nos estábais espiando? -pregunté.
-No, que vá, no querría gastar lo que me queda de ahorro en pudin. -rió incómodamente- Bonnie me dijo que Cosa Roja le había dicho que habías comenzado a salir. -me estremecí.
-O-Oye, Bon. ¿Cómo algo que solo es producto de la imaginación de Bonnie puede chivarle tal cosas? -le pregunté lleno de curiosidad.
-Ni idea. -su sonrisa se borró al momento mientras se tumbaba en su cama.Quizás se sintió mal, por recordar la enfermedad de el de pelo púrpura.
-¿D-dije algo malo? -pregunté.
-No, tranquilo. Es solo que... quizás Bonnie no pueda curarse nunca. -las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.
Entonces me levanté y le pegué una, no muy fuerte, bofetada en la cara, a lo que el chico del bozal me miró sorprendido.-No pienses así, Bon. Sé positivo, ¿sí? -le dije en tono rudo- Seguro se curará, así que no estés triste por tan solo un pensamiento que ronda por tu cabeza. -él no pronunció palabra ante las mías.
Quizás porque tuviese un nudo en la garganta y no podía hablar, o por la sorpresa o porque, simplemente, yo tenía razón y no tenía nada que decir al respecto.Al día siguiente, en clase, cuando llegué Golden me miraba con tristeza, entonces me acerqué a su mesa y le pregunté cual era el motivo de esa mirada.
-Ya deberías saberlo. -me contestó desviándola.
-Si lo supiera, no te lo estaría preguntando. -le dije, obvio.
-Así que estás andando con Joy...
-¿Es por eso?
-¿Por qué sería si no? -tomé aire.
-Mira, Golden. Tú y yo nunca tuvimos nada, y... no deberías sentirte así por esto. -le aclaré.
-Pero... -agachó la cabeza- Creí que lo nuestro iba enserio.No pude evitar mirarlo apenado, ya que, fue un grave error el aceptar que nos besáramos a escondidas sin a penas yo sentir algo por él. Golden se me confesó y yo le di falsas esperanzas aceptando lo que hacíamos.
-Golden, lo sient..
-¿De qué sirven las disculpas?
-Golden, eres una buena persona, cariñoso y a veces algo celoso y seguro encontrarás a alguien mejor que yo. Hay más peces en el mar, ¿sabes? -intenté consolarlo.Pasaron los días y a penas el ex cantante rubio me hablaba, quizás me guarde rencor, aunque no lo culpo, yo haría lo mismo, pero ya pasados unos meses me esforzaría en llevarnos bien.
Joy y yo llevamos una relación, según yo, normal. Alguna que otra pelea tonta por cosas absurdas, que después se arreglan fácilmente.-Hey, Freddy. -me saludó ella sosteniendo un libro bajo el árbol de siempre- ¿Vienes?
-Sí. -asentí dirigiéndome hacia allí.
Nos dimos un saludo en forma de beso, y después comenzamos a leer en voz alta, cada uno una página.
Pasó la tarde y tuvimos que entrar dentro del bloque.
Los dos nos dirigimos hacia la habitación de Joy y allí comenzamos a escuchar música.Solo una pregunta: ¿Quieren lemmon? 7u7
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No vale la pena Freddoy #SICKFNAFHS
RomanceFanfic Freddy x Joy (Freddoy) #SICKFNAFHS -La vida no tiene sentido- dijo entre llantos. -No llores, no vale la pena que te hagas daño a tí misma sin razón. -Tú no sabes lo que siento. -Cierto, nunca lo he vivido, pero sé de sobra que la vida tien...