Capítulo 30 ~ Final

2.2K 140 59
                                    

De repente abrí los ojos y me encontraba en mi casa, en mi cuarto. Extrañaba ese cuarto donde me ponía a hacer los deberes que tanto odiaba, a escuchar música, donde pasaba normalmente todo el día.
En él se encontraban mamá, Golden, Bon, Bonnie, Foxy y Joy.
Lo estábamos pasando bien, era perfecto. Si era un sueño prefería vivir en él, que vivir en la vida real. Era felíz.

Freddy! -oí llamarme alguien por la ventana. Era Chica quién golpeaba la ventana llamando mi atención, pero de nadie más- ¡Vuelve, por favor!
-¿Por qué debería volver? Aquí soy felíz.
-Por favor, vuelve. -insistió entre lágrimas.
-Pero me gusta este sitio, estoy con quien me quiere y no está Fred.

Me volteé y pude observar a Bon y Bonnie tocando la guitarra juntos, a mamá junto a Joy platicando y mostrándole fotos de cuando era pequeño y a Golden y Foxy bebiendo té mientras hablaban. Me sentía como en casa.

Freddy, despierta! -ese grito hizo que despertase y me encontrara en mi habitación de siempre.
-¿C-Chica? -la miré extrañado. Junto a ella se encontraban Bon, Bonnie, Golden y Foxy, quienes me abrazaron.- ¿C-Chicos? ¿Me reconocen?
-Pues claro, tonto. kdixj -respondió Foxy.
-No sabes lo preocupados que estábamos. -comentó Bonnie.- Cosa roja y gato no sabían si volverías.

-Oh, ya. Este... Chica, ¿qué había pasado?
-El agente morado al verte correr desesperado pensó que estabas loco y que podrías ser peligroso, así que te inyectó un tranquilizante sin saber que eras alérgico. -me explicó- Llevas como una hora inconsciente.
-Oh, ya... -entonces me acordé de lo que tenía que preguntarle a ella- ¿Y Joy? ¿Dónde está?

-¿No te lo dijo? Hoy mismo se va, de echo estará marchándose ahora mismo.
-Debo despedirme... Debo despedirme... Por favor, debo ir. -le supliqué.
-No estás en condiciones. -me dijo.
-Por favor, después no tendré oportunidad. -le rogué.
-Qué remedio. Te llevaré, pero deberás ir en silla de ruedas y solo serán 10 minutos, ¿sí?
-Está bien.

Entonces rápidamente me senté en la silla de ruedas que se encontraba junto a mi cama y la enfermera Chica me llevó hacia la entrada del centro.
Al llegar encontré a Joy colocando una maleta en el maletero de un coche junto a un hombre alto parecido a ella.

J-Joy! -la llamé, haciendo que se diese la vuelta. Entonces me acerqué en la silla de ruedas mientras Chica se quedaba observándonos desde lo lejos.
-F-Freddy, ¿qué te ha ocurrido? -me miró preocupada.
-Oh, ¿esto? -señalé la silla- No es nada, no te preocupes. Pero... -agaché la cabeza- ¿Por qué no me dijiste que te ibas?
-V-Verás... debo salir de este lugar, ¿sabes? Necesito salir, eso no es vida. Y... verás... si te veía quizás...
-¿Quizás?
-Quizás no podría marcharme. Lo siento. -se le escaparon unas lágrimas.

-Joy, debemos irnos. Mamá nos espera en casa. -la llamó el hombre que parecía ser su padre.
Freddy! Debemos irnos, no podemos estar mucho tiempo fuera. -exclamó Chica.
-Bueno... Entonces me voy... -dijo Joy.
Ella abrió la puerta del asiento del copiloto y se dispuso a entrar, pero algo me hizo detenerla.

-Me dijiste que hasta que no pudiera salir yo, no te irías. Me dijiste que nos iríamos juntos de aquí.
-Freddy, lo siento mucho pero...
-No te preocupes. Puedes irte tranquila. -le dije alegre- Me alegro por ti, al fin estás curada. Yo resistiré aquí. -le sonreí.
-Gracias, Freddy. Al fin y al cabo fue gracias a ti. -me devolvió la sonrisa- Además... Yo te ayudé a que dejaras a un lado tu ego. -río.
-También viste que soy un miedica y que me asusto con nada. -dije riendo avergonzado.
-Pero me gustas así, eres tan tierno...
-No digas eso. No soy tierno.
-Si lo eres. -Entonces juntamos nuestros rostros para darnos un último beso, pero el padre de Joy la llamó.

Joy, vámonos ya! -le dijo.
-Debo irme, ¿sí? -me dio un corto beso en los labios.
-Sí, vete tranquila. -le sonreí- Entonces... ¿esto es un adiós? -le pregunté.
-No, es un "hasta pronto"-me dijo ella entrando en el auto.
El coche arrancó y se marchó del lugar mientras yo lo miraba desde lejos hasta que desapareció de mi alcance y me dirigí hacia Chica.

-¿Estás bien? -me preguntó ella preocupada.
-Pues claro -le respondí energético- Ella y yo nos volveremos a encontrar, estoy seguro. -dije con una sonrisa, mientras volvíamos al centro- De echo me muero de hambre.
-¿Después de esto solo piensas en comida?
-Es que tengo hambre. -protesté.

~Fin~

No vale la pena Freddoy #SICKFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora