Capítulo 11

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-Freddy... Al final nos quedamos dormidos -me sonrió Joy tímidamente cuando tomé mi asiento.
-Sí, jeje. Perdona, fue un fallo mío -le devolví la sonrisa.
-No te preocupes. Te veías realmente adorable dormido. -me dijo acompañada de una risa- Debiste haberte visto dormido, se te caía la baba.
-Jeje, bueno a también se te cayó la baba. -Los dos nos reímos, adoraba su risa, era perfecta... tanto como su sonrisa...
Todo era perfecto en ella.

Las clases pasaron rápidas y tras acabar nos fuimos Golden, Bon, Bonnie, Foxy, Joy y yo al comedor,esta vez me senté junto a ella.
Estuve pensando sobre Onnie, era raro, y en todo el almuerzo me estuvo mirando desde su mesa. Alguna que otra vez chocaban nuestras miradas, e intentaba ignorarlo, pero no pude, estaba concentrado en no prestarle atención.

-Freddy, ¿estás bien? -me preguntó Joy al notar que me encontraba algo preocupado.
-¿Eing? Sí, ¿por qué lo preguntas?
-Te ves como... distraído..
-Oh, no te preocupes. No es nada. -le dije.
-Dime, puedes confiar en mí -insistió.
-Ese chico de pelo azul del otro día... -le expliqué con detalle lo que me ocurrió por la mañana a lo que ella se sorprendió un poco.

-¿Entonces es un acosador? -me preguntó.
-Ni idea. Pero lo parece... un poco.. algo..
-Freddy, yo que tú lo evitaría en todo momento -me aconsejó Fred- ¡Soy hétero, no quiero que me viole un pervertido con ojeras!
-De eso no estaría muy seguro -le dije yo riendo bajito.

En la hora del patio, cuando pasaba la tarde junto a Joy, la enfermera Chica se acercó a nosotros, diciéndome que debía irme con ella.
-Así que finalmente has conseguido hacerte amigo de Joy.. -habló Chica.
-Sí. -dije a secas.
-Como bien sabes hoy te toca hablar con Bonbon. -me comentó la enfermera- ¿O lo olvidaste?
-E-Eem.. Bueno, sí. Es que esta semana he estado algo liado y... eso.
-Ya veo. -sonrió.

Llegamos a la oficina de la psicóloga Bonbon, entré a ella y, como siempre, la chica de cabello azul me esperaba sentada en un sillón.
-¿Y bien? ¿Cómo estás? -me preguntó sonriente.
-Bien. -le devolví la sonrisa y me senté en la silla frente a ella.
-Alguien me dijo que estás haciendo amigos. -me dijo alegre.
-Eem... sí. ¿Tan bueno es?
-Sí. Ya era hora. ¿Y bien? ¿Qué tal Fred?
-Genial, gracias por preocuparte, princesa. -dio por respuesta Fred en mi cuerpo.
-Freddy, ¿hizo algo fuera de lo común?
-No, lo normal.
-Está bien. Pues, ya puedes irte. Si ocurre algo raro no dudes en venir.
-Sí. -asentí- Esto... Joy...
-¿Qué ocurre con ella?
-¿Has tenido alguna reunión con ella? -pregunté. Quizás en la próxima reunión que tuviese con ella la notase mejor.
-Sí, ¿Por qué preguntas?
-No, por nada en especial. -reí nervioso. Si en la próxima reunión la notaba mejor de su problema, quizás... la diera de alta... -Bueno, Bonbon, ya me voy, hasta la próxima semana.
-Adiós, Freddy.

Salí de aquel lugar y solté un suspiro tan grande como me permitieron los pulmones. Desganado caminé hacia la habitación en la que nos hospedábamos Bon y yo.
Hacía algunos días que no me juntaba mucho con él, pues Bon se pasaba todo el día junto a Bonnie, y yo, junto a Joy y Golden.

Al llegar no encontré a nadie en la habitación, así que decidí tumbarme a escuchar música en mi teléfono.
Quizás Joy se marchaba del centro y nunca más volvía, no se volvía a acordar de mí.
Sin darme cuenta algo recorrió mi mejilla. Era una gota que brotó de mi ojo derecho.
¿Por qué debería sentirme mal? Apenas la conozco de hace una semana... pero... es mi amiga,es muy importante para mí y... no puedo evitarlo. ¡Maldita sea!

-No, enserio. No puedes depender de una chica. -apareció Fred tumbado sobre el aire apoyando su cabeza en sus brazos.
-Lo sé, ¿vale? No hace falta recordármelo. -le contesté secando mi rostro, que se encontraba inundado de lágrimas.- Pero Joy... ella... no sé.
-Ufff... Aunque me fastidie, tú y yo compartimos cuerpo y no quiero estar lleno de cortes, ¿sí?
-Espera.. ¿Qué insinúas, maldito parásito? -le pregunté con ira- Yo nunca sufriría por ella y, además..
no compartimos cuerpo.
¡Es mío y de nadie más,¿entiendes?!
-Freddy, soy una parte de ti y lo sabes. ¡Debes aprender a aceptarme como parte de ti!-me gritó.- Y además, tú y yo sabemos que aprecias mucho a Joy, no puedes negarlo.. -me dijo más tranquilo.- Y de seguro podrías hasta...
-Para... -le interrumpí.
-Hasta suicid.. -No, enserio, te has pasado, maldito.
-¡Basta! ¡Jamás me dañaría por esa Joy! ¡No me importa en absoluto!

Ay no, me dejé llevar, he pegado demasiados gritos y la gente debe de pensar que estoy loco.
-Paso de todo. -me tranquilicé y volví a tumbarme en la cama y  dirigí mi mirada hacia la ventana, donde, para mi sorpresa, se encontraba Joy con los ojos rojos e inchados, quien al percatarse de que la estaba mirando salió corriendo sin detenerse.
¡Maldita sea! No puede ser...  Acaba de escuchar las bobadas que acabo de decir por la maldita incitación del jodido parásito.

Rápidamente me levanté de un salto y salí corriendo, a toda prisa, en busca de ella.
"Maldito Fred" repetía una y otra vez.

No vale la pena Freddoy #SICKFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora