No vale la pena Freddoy #SICKFNAFHS

Capítulo 22

No supe si esa lágrima era de tristeza o de alegría.
Me alegraba por ella, ya que había mejorado su estado y podría salir de aquí, pero...  me entristecía, ya que... se iría de aquí y no podría pasar más el rato junto a ella. No puede ser... ¡No puede dejarme solo! Sé que estoy siendo ahora mismo muy egoísta, pero ¿y ella qué? Me dejará...

A la mañana siguiente estuve lo más distante posible en clase con ella, ya que, si hacía que Joy dejase de tenerme cariño el impacto sería menos fuerte.
-Bueno, alumnos. Debo felicitarlos por la actuación del otro día. -dijo el profesor.- Sobre todo a ti, Freddy. Pudiste hacer el papel de Towntrap sin problemas.
Bueno, dejando esto a un lado, hoy comenzaremos por la página 45.

-Eso, Freddy. Felicidades. -me dijo Joy simpáticamente a lo que yo ignoré y, al momento, se le borró la sonrisa.
Cuando terminaron las clases me levanté de mi pupitre, como todos los demás para irme del aula, pero Joy me agarró la manga haciendo que me detuviese.
-Freddy, ¿te parece si hoy hacemos los deberes juntos? -me preguntó sonriente.
-No, gracias, quiero hacerlos solo. -le respondí secamente.

Esa vez almorcé junto a Bon, Bonnie, Foxy y Golden, donde intenté parecer indiferente, aunque no pude.
-Freddy, ¿qué te pasa? Te noto diferente. -me comentó Bon.
-Debe ser por Joy. Siempre que está así es por ella, así que... -dijo Golden.
-Eh, no me pasa nada. -dije sonriendo forzadamente.
-No mientas, Freddy. Cosa Roja me ha dicho que Joy probablemente se marche durante esta semana. -me dijo Bonnie. ¿Cómo algo que no existe puede decirle tantas cosas y encima verdaderas?

-Verás... -entonces les conté todo lo que ocurrió anoche y mi plan que estaba llevando a cabo.
-Yo creo, Freddy xnskdjk, que no deberías ignorarla fixhdn, que deberías pasar el tiempo que les queda juntos y aprovechándolo. -me aconsejó Foxy haciendo movimientos extraños, como era habitual.
-Yo también pienso que es mejor así. -le apoyó Bonnie.
-Lo siento, chicos, el impacto será aún mayor. -me entristecí.
-Eres libre, haz lo que quieras. -a Golden parecía importarle.
-Oye, Golden, ¿qué tienes contra Joy? -le preguntó Bon amenazante, a lo que el rubio no contestó- Bueno, yo creo que eres libre, como ha dicho nuestro ricachón de la mesa -le miró Golden enojado- Pero creo que es mejor que pasen el tiempo juntos.

Me encontraba en mi habitación solo haciendo la tarea de matemáticas que nos había encargado en maestro Félix. Eran bastante complicados, así que no puede hacer ni la mitad. Solté un suspiro y justo en ese momento golpearon la puerta.
-Hola, Freddy. -saludó Joy- Hoy has estado algo raro conmigo.
-Eeem... ¿sí? No lo sé, ni me di cuenta. -intenté hacerme el tonto.
-Bonnie me ha dicho que te preocupa que esta semana puedan darme el alta. -Maldito Bonnie... Se tuvo que chivar...

-Eeem... sí... -me di por vencido.
-No te preocupes, siempre que pueda vendré a visitarte. -me dijo con tono amable.
-Pero no será lo mismo. -comenté tristemente.
-Entonces... Esperaré a que te den el alta a ti para que podamos irnos de aquí juntos. -la miré extrañado. ¿De verdad acababa de decir eso? Me quedé sin palabras y simplemente asentí con la cabeza felíz.

-Bien. -me sonrió- ¿Esa es la tarea de mates? -se fijó en los libros y libretas que se hallaban a un lado de la cama.
-Sí, pero no la entiendo. -le dije poniendo morritos.- ¿Me echas una mano?
-Veré qué puedo hacer. Aunque recuerda que lo tienes que hacer tú.
-Sí. -suspiré y caí en la cama.

Pasamos la tarde haciendo la tarea, y cuando finalmente terminamos, nos pusimos a escuchar música del iPhone de Joy. Los dos nos hallábamos tumbados en mi cama, ella a mi lado, y cada uno con un auricular en un oído.
Se veía tan linda acurrucada a mí que inconscientemente dejé escapar unas peligrosas palabras.

-Te amo. -dejé escapar.
-¿mn? -se extrañó.
-Este... amo a la que canta esta canción. -solté nervioso.
-Quien canta esta canción soy yo.. -Maldita sea, la he pifiado ×2
-Q-Quiero decir... que amo esta canción. -soltó una pequeña risa y luego se ruborizó.
Me miró a los ojos y acercó su rostro al mío causando que nuestros labios se unieran y se formase un tierno beso. Este se sintió bastante diferente a los que me daba Golden.
Era más dulce y se sentía mucho mejor, quizás porque estaba lleno de ese sentimiento al que todo el mundo llama "amor" que se escondía en un rincón de mi corazón.

-Yo también te amo, Freddy.