Capítulo 20

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-Actuaste muy bien, Freddy, para ser la primera vez que hiciste de príncipe. -me sonrió Joy tras cambiarnos y salir de la sala.
-S-Sí, pero de todas formas me sabía su diálogo, así que no fue difícil. -le dije- Tu tampoco lo hiciste mal.
-La verdad es que tuve un poco de vergüenza.
-Pero la superaste y es lo único que importa. -le sonreí alegremente.

-Freddy... -escuché a alguien llamarme. Al girarme vi a mi madre que se dirigía hacia mí.- Hacía mucho tiempo que no te veía. Te eché de menos, y cuando oí que actuarías en una obra no dudé en ir.-me abrazó.

Me alegraba de que hubiese venido, pero a la vez estaba enojado con ella, por estos dos años en soledad.
-Si tanto me echabas de menos, ¿por qué no me viniste a visitar nunca? -pregunté cabizbajo. Mamá no dijo nada.- ¡Responde!
-Freddy... la verdad es que no tuve tiempo. -me contestó.
-¿En dos años no has tenido bastante tiempo para venir? -le pregunté enojado y dolido.- ¡¿Sabes que es estar dos años atrapado en este lugar solo?!

-Lo siento...
-Ya no valen las disculpas...
-F-Freddy no creo que tengas que hablarle as- comenzó Joy.
-¡Joy, tú no sabes lo que he estado pasando! -la interrumpí. Sentí un gran sentimiento de culpa que hizo que derramase lágrimas sin parar.
-Lo siento, intentaré venir más de seguido. -se disculpó mamá.
-Perdona, mamá, pero ya no quiero que vengas. -le contesté- No hasta que me des una explicación de estos últimos años.

En ese momento quise morir, así que me marché de allí caminando hacia mi habitación, donde me senté en la cama y escondí mi cabeza entre las piernas.
-Fred, todo es culpa tuya.. -murmuré.
-¿D-De qué hablas? -preguntó sobresaltado.
-Si no hubieras aparecido jamás me hubiesen mandado a este lugar.
-Eres un cobarde. Solo me culpas a mí cuando la fastidias.
-Tú eres un error nada más que nunca debió existir.

-Freddy.. -oí la voz de mi madre- Perdóname, no quiero que te enfades conmigo.
-Lo conseguiste hace dos años.
-Freddy.. -llegó Joy- No creo que debas ponerte de esa manera. No eres el mismo Freddy que me ayudó con mi problema.
-Vaya, qué pena... -refunfuñé.
-Lo siento, hijo. No quise que te sintieras mal, si no te importa me iré, ¿sí? Te quiero. -seguidamente mamá se marchó de la habitación y Joy me miró enojada.

-Freddy.. -me dijo con tono enfadado... bueno, no fue en ese tono, fue más como... decepcionado- Eres un egoísta.
-No sabes cómo me siento.
-No, nunca lo he vivido, pero sé de sobra que tú madre no tenía malas intenciones y que se ha sentido muy mal, ¿sabes?
-Todo es culpa de Fred, si él no hubiera...

-Eres un cobarde. Siempre le culpas a él, deberías afrontar la realidad y entender que tú la has fastidiado. -me interrumpió- Hasta que no lo arregles todo no te molestes en hablarme, porque no te conozco. -seguidamente ella se fue del cuarto y me quedé reflexionando a solas.

Odio admitirlo pero, la he cagado yo solo, no debí hablarle así a mamá. Ella de seguro no quería que yo me sintiera mal y eso es lo que he conseguido: que ella se sintiese mal. Soy un estúpido.
Debería arreglarlo antes de que mamá se vaya del centro y no tenga oportunidad. Rápidamente me levanté y salí de la habitación corriendo por los pasillos.
Cuando llegué a la puerta principal vi a mamá montarse en el coche verde que no había cambiado para nada en estos años.

-¡Mamá! -grité.
Freddy! -escuché. Era la enfermera Chica que se acercaba corriendo hacia mí.
Yo salí corriendo hacia el coche que empezaba a arrancar y golpeé, no muy fuerte, el cristal de la ventanilla del asiento de al lado.

Mamá me miró y bajó la ventanilla extrañada.
Chica corría para alcanzarme, y con ese sentimiento de ansiedad me disculpé con un "lo siento" antes de perder la consciencia.

No vale la pena Freddoy #SICKFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora