No vale la pena Freddoy #SICKFNAFHS

Capítulo 28

La tarde se pasó volando hasta que llegaron las 8 de la tarde noche y tuvimos que volver todos a la entrada del parque.
-¿Estamos todos? -preguntó Félix
-Sí. -contestó Fede contándonos a todos con el dedo- Sí. -volvió a repetir confirmándolo.
-Bien, pues, volvamos.

-Hola, Golden. -le saludé al día siguiente en el patio, donde se encontraba solo, ya que hoy le tocaba a Foxy cita con la psicóloga.
-Hola. -me contestó seco, mirando hacia otro lado.
-¿Sigues enfadado conmigo?
-No sé, ¿tú qué crees? -escondió su cabeza entre las piernas.
-Ya ha pasado un tiempo y no creo que debamos estar distanciados. -le dije- Querría que volviéramos a ser amigos.
-Ya nada volverá a ser como antes. Te entregué mi corazón y, después de jugar con él lo tiraste a la basura como si de una lata vacía se tratase -levantó la cabeza pudiendo dejar ver sus ojos rojos e inchados derramando lágrimas y más lágrimas.
-Vaya, qué poético. -comentó Fred.

No sé qué me impulso a hacerlo, pero, abracé a Golden haciendo que se sorprendiese.
-Eh, Freddy... esto es incómodo -Fred hizo una mueca de asco.
-Lo siento. -me disculpé ignorando totalmente a Fred- No miré tus sentimientos, solo fui egoísta, y como me calmaba hacer esas cosas contigo seguí haciéndolo... pero querría que volviésemos a ser amigos.

-Yo también quiero. -dijo el rubio correspondiendo el abrazo.
-De seguro encontrarás a alguien mejor que yo o ya lo habrás encontrado.
-¿Pero qué dices? Nadie es mejor que yo, de echo soy el... -se dispuso a decir Fred.
-Entonces ¿amigos? -lo interrumpí mientras me separaba del abrazo con el ex cantante y le extendía mi mano.
-Amigos. -afirmó antes de estrecharme la mano y seguidamente de darme un corto abrazo.

-Así que, ya lo arreglaron Golden y tú. -resumió Joy tras contarle lo sucedido- Bien, enhorabuena. -dijo molesta.
-Oh, vamos -reí- No tienes que estar celosa.
-N-No lo estoy -se ruborizó.
-Él y yo solo somos amigos, además, solo tengo ojos para ti. -le dije antes de darle un tierno beso en los labios, a lo que, ella me agarró del cuello y me tumbó en la cama dándome un apasionado beso, donde nuestras lenguas se mezclaban y bailaban juntas, que al terminar hizo que dejaramos un hilo de saliva entre nosotros.

Todo iba de lujo, mamá venía de vez en cuando a visitarme, mi relación con Joy era la mejor, a parte de la primera, bueno...  Fred no había estado molestando mucho últimamente, Golden y yo hicimos las paces... ¿Qué podría malo pasar?

Nos despertó Chica a Bon y a mí una mañana cualquiera a las 7.30.
-¿Por qué tenemos que ir? -me quejé.
-Porque debéis aprender en clase, además de aprender a madrugar. -me destapó, haciendo que me estremeciera de frío.
-¡Qué frío! -exclamó Bon al hacer la enfermera el mismo acto que conmigo.
-Venga, prepárense o no habrá desayuno.
-Sí...  ok... -respondimos sin ganas dirigiéndonos los dos al lavabo a lavarnos la cara.
Luego tomamos el desayuno en la habitación y nos lavamos los dientes, antes de peinarnos y él acomodarse el bozal.

Entonces nos dirigimos hacia el aula, donde saludamos a Golden y a Foxy, que ya se encontraban allí, pero para mi sorpresa Joy todavía no había llegado, así que la esperé.
Llegó el profesor Félix y comenzaron las clases, ella no vino e intranquilo, me desilusioné un poco.

-No te preocupes, Freddy. Por un día sin ella no vas a morirte. -me intentó tranquilizar.
-Eso espero. -le respondí cabizbajo.
-Y el siguiente problema lo hará... Freddy... ¡Freddy! -me llamó Félix.
-Eh, esto... ¿por dónde vamos?
-Otra vez en las nubes -oí murmullos- de seguro yo podría bajarlo.
-Bueno, entonces lo hará... Balloon Boy...
-H-hai... -escuché decir al chico tímido- Serían trece.

Tras salir de clases, me dirigí junto a Bon, Bonnie, Golden y Foxy al comedor, donde nos sentamos en la mesa de siempre, y no encontré a Joy por ningún lado.
Después de almorzar, salimos al patio, donde Golden y Foxy se quedaron allí y Bon y Bonnie se perdieron entre los pasillos.
Seguramente estarán haciendo el arroz, en fin...
Bajo el árbol no había nadie, así que fui a su habitación, donde para mi sorpresa tampoco estaba, así que seguidamente, ya con angustia, fui en busca de la enfermera Chica.

-¿Dónde podría estar? -preguntaba desesperado.
-No lo sé, Freddy. -me contestó Fred, mientras yo corría por los pasillos a toda prisa.
Entonces me choqué con alguien.
-¿Joy? ¡Joy, dónde te habías metido?! Estaba muy preocupado. -exclamé al apreciar su cabello rubio.
-¿Pero qué? ¿Qué dices, Freddy? -la persona con la que había chocado era Golden, quien me miró preocupado.- Lo siento, Freddy, no la he visto en todo el día.

Rápidamente me levanté y eché a correr como nunca por los pasillos.