Capítulo 12

2.5K 137 147
                                    

Corrí tras ella por los pasillos como un loco hasta que alcancé su muñeca y la agarré haciendo que se detuviese.
-Suéltame. -me dijo fría.
-No, espera, Joy. -le insistí yo intentando explicarle lo que acababa de pasar con ese parásito.
-Suéltame te dije. -me repitió con un tono más alto. Su voz estaba rota, se notaba que tenía un nudo en la garganta que le impedía hablar con claridad.
-E-Escucha... Yo... No quise..
Suéltame de una maldita vez! -me repitió nuevamente gritando y dando paso a un arroyo de lágrimas que brotó de sus ojos.

Entonces, ella se libró de mi agarre y se marchó caminando por el pasillo.
Me quedé paralizado mirándola irse. Esperaba que volviese para arreglar las cosas, pero ella no dudó en ni darse la vuelta.
Mis piernas flaquearon e hicieron que cayese sentado sobre mis piernas en el suelo.

La gente me miraba como si fuese un bicho raro, pero eso me daba igual. Solo quería que Joy volviese y me consolase, y que me dijese que no pasaría nada y que todo estaría bien, y que nada cambiaría entre nosotros, que solo hubiese sido una mala pasada, pero ella no regresó.

Pasaron los minutos y decidí seguir sentado en el suelo. No podía hacer nada más.
-Hey, Freddy. ¿Qué haces ahí sentado? -oí la voz de Bonnie. Levanté la cabeza y, en efecto, era él. Se encontraba junto a Bon.
-Freddy, ¿estás bien? -preguntó el del bozal algo preocupado.
-¿Eing? -me extrañé. Otra vez sentí que por mi mejilla corría una gota salada, así que la sequé con el brazo.- No es nada. -intenté esbozar una falsa sonrisa.
-Freddy, puedes confiar en nosotros. Somos amigos- me sonrió el de cabello morado- Si te sientes más tranquilo podemos irnos a tu habitación. -Yo simplemente asentí con la cabeza.

-¿Puedes levantarte, Freddy? -me preguntó Bon. No di una respuesta, así que el de pelo azul me extendió la mano, con su ayuda, me puse en pie y nos dirigimos hacia la habitación.
-¿Quieres un vaso de agua o algo? -preguntó Bonnie.
-No se preocupen. No es nada tan grave. -dije ocultando mi tristeza en una falsa sonrisa.
-Cosa roja me dice que tiene que ver algo con Joy, y gato dice que estás muy lastimado. -me dijo Bonnie.

Decidí finalmente contarles la verdad, ya que, ¿qué perdía con decírselo? Tras relatárselo, ellos me miraron con lástima y un profundo silencio apareció entre nosotros.

-Lo mejor es que vayas a hablar con ella. Explícale como nos has explicado a nosotros.- aconsejó el del bozal.
-Pero dale un tiempo. -le siguió Bonnie- Si cuando has intentado arreglarlo, Joy se ha marchado corriendo, será porque no estará preparada. -solté un suspiro y asentí.

Pasaron algunos días, e intenté conversar con ella de alguna u otra forma, pero me evitaba y me ignoraba.
No sabía qué hacer. No quería perderla por una tontería como la del otro día.
-Espera un momento, Joy -le dije caminando hacia ella, que se hallaba bajo el árbol de siempre leyendo en el patio- Quiero hablar un momento contigo.
Simplemente cerró el libro, se levantó y se fue ignorándome.
-No, enserio. No quiero perderte. -le insistí.
-Ya sé que no te importo. No hace falta que sigas mintiendo, Freddy. -me contestó al fin- A partir de ahora eres un desconocido para mí.

Espera, ¿estoy sintiendo culpa? No es mi culpa, es de Fred. Fue de Fred la culpa.
-No fui yo, fue Fred. -le dije.
-No creas que no sé distinguiros.
-B-Bueno.. Técnicamente lo dije yo, pero él me incitó.
-Lo siento. -derramó una lágrima- No puedo creerte. -dijo esto último con un nudo en la garganta. Luego de esto se fue deprisa del lugar mientras, nuevamente me quedaba observándola desde atrás.

Esta vez no lloré, cabizbajo regresé a mi habitación, donde Golden me esperaba sentado en mi cama.
-¿Q-Qué haces aquí? -le pregunté.
-Bon me dijo que estabas dañado y decidí venir para ayudarte. -me comentó el rubio haciéndome un sitio en la cama para que me sentase.
-V-verás... No creo que puedas ayudar. Ella es bastante difícil de tratar. -intenté fingir una sonrisa para que no se preocupase.
-Freddy.. No sonrías falsamente. Así me siento aún peor. Solo dime que ha ocurrido, quizás si pueda ayudar.-Decidí contarle lo ocurrido y él me abrazó de pronto.

-Freddy -me dijo- No sufras por ella...
-No creas que no lo intento.
-Hay muchos más peces en el mar.
-E-Espera, ¿q-qué? -Eso normalmente se le dice a alguien que le han rechazado. Ni mucho menos me gusta ella, ¿verdad?- Yo... a mí no me gusta. Solo es mi amiga, era mi amiga, nada más.
-Entonces, ¿puedo hacer esto?- Rápidamente me agarró suavemente las mejillas y unió sus labios con los míos en un tierno beso.

No vale la pena Freddoy #SICKFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora