Capítulo 4

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Abrí los ojos, y me encontraba en mi cama con el cuerpo dolorido.
Maldito Fred... de seguro se metió en algún lío.
Bon no estaba en la habitación, así que supuse que estaría con Bonnie.
La verdad ellos dos harían buena pareja... ¿pero qué estoy pensando?... BxB Detected (?

Miré a mi derecha y vi un reloj que marcaba las 8 p.m. Todavía quedaba una hora para la cena.
Al lado había un atuendo, el pijama del centro, así que me lo probé y me miré al espejo que había en el baño.

-Qué pintas llevas... -Ahí estaba de nuevo Fred.
-¿Quieres dejarme? -pregunté en un tono rudo.
-Vamos, Freddy, solo soy sincero. Además, tienes que aceptarme como parte de ti.
-¡No! Nunca. -Entonces agarré el bote de pastillas que me ayudaban a controlar a Fred.
-No, Freddy. No te atrevas. No puedes...- Antes de pudiera decir una palabra más, me tragué una de ellas y Fred tuvo que marcharse por "dolores" que le producía las pastillas.

Solté un suspiro y me dejé caer en la cama. Me quedé unos minutos tumbado y finalmente decidí salir al pasillo a dar una vuelta.
Los pasillos se hallaban más vacíos de lo normal. Ese silencio.. Me tranquilizaba demasiado... hasta que oí un sollozo.
Me asomé al cuarto del que provenía y encontré a la chica rubia, a la cual le quité la cuchilla, sentada en el suelo y acurrucada en una esquina.

-Eem... hola... chica. ¿Qué te ocurre? -no sé por qué tuve la necesidad de entrar a la habitación e intentar consolarla.
No podía ignorarla.

Ella levantó la cabeza que se encontraba escondida entre sus piernas. Pude observar los ojos azules que me miraban, hubieran parecido puro cielo de no ser por las lágrimas que los inundaban, cual océano.
Permaneció en silencio y enseguida volvió a ocultar su rostro entre las piernas.

No supe qué hacer, nunca se me ha dado bien consolar a la gente cuando está triste, ya que, nunca he tenido a quién.
Nunca supe qué era ese sentimiento al que todos llamaban "amistad".
Así que me quedé allí de pie mirándola.
Ahora que me daba cuenta, tenía algunas cortadas en los brazos, y un par en las piernas, seguramente de otras veces.

-S-Sé que nuestro primer encuentro fue algo extraño e incómodo, pero...-comencé.

Freddy! -De pronto oí una voz nombrándome. - Hey, Freddy, buen partido el de esta mañana.
Miré al pasillo y vi a Puppet.

-Oh, sí. Por cierto... ¿qué pasó? -pregunté.
-Vaya... Nos diste una paliza ahí abajo en la partida de basket a Loon y a mí. Vaya que sí.
-Esto... sí, ok.
-Bueno, debo irme, ya casi es la hora de la cena. -dijo yéndose a toda prisa.

Justo cuando fui a entrar al cuarto de esa chica, con la intención de hablar con ella y quizás ayudarla, una enfermera me apartó y entró rápidamente cerrando la puerta tras ella.
Esperé unos minutos por si aquella enfermera salía y pudiera hablar con la rubia, pero pasó el tiempo y se iba acercando al de la cena.
Entonces me di por vencido y me marché para mi cuarto. Allí estaba Bon escuchando música tumbado en su cama, que me saludó y se incorporó.

-Vaya, en casi todas las habitaciones hay vigilantes que vigilan a los pacientes. No había para todas las habitaciones ocupadas, así que, como nosotros no tenemos algo grave, pues nos dejaron sin uno.
-Debe ser molesto tener uno las 24 horas del día vigilándote.
-Ya ves, tuvimos suerte.

-Hola, Freddy, Bon. -Nos saludó Chica con nuestras respectivas bandejas de comida.
Todo fue como el día anterior hasta que pregunté por la chica rubia, de ojos claros en la habitación 113.

-Oh, ella. Ella es Toy Chica, Joy.
Sufre depresión y la ingresaron nueva hace un par de días. -me comentó la enfermera rubia- Estaría bien que le hicieran compañía, ya que igual podría ayudarla a mejorar el tener amigos.

-¿De verdad ella está aquí? -Preguntó Bon sorprendido- No puede ser... Ella no.
-¿La conoces? -preguntó la enfermera.
-Estuvimos estudiando juntos en la primaria. Era una de mis mejores amigas.
-Si está en vuestra mano. -La rubia se levantó de la silla- Intentad ayudarla con su problema.

Los dos asentimos con la cabeza y ella se marchó.
Entré en el baño de la habitación y me di una ducha.
Luego de ponerme el pijama me acosté en mi cama y mi compañero entró en el baño a ducharse.
Me quedé un rato pensando en cómo me acercaría a ella. Quería volver a verla, pero esta vez felíz.
Me bastaría con una leve sonrisa.

No vale la pena Freddoy #SICKFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora