Capítulo 14

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Cuando llegué a la puerta de la habitación 113 golpeé suavemente la puerta con mis nudillos y seguidamente la abrí despacio.
-H-Hola. -saludé. Para mi sorpresa no había nadie en la habitación, así que me dirigí hacia el aula de clase. Quizás estaba allí.
Cuando abrí la puerta se encontraba Onnie buscando algo en su casillero que me observó con una mirada seductora.

-Hola, Freddy. ¿Qué haces por aquí? -me preguntó con su escalofriante sonrisa.
-Eem.. P-Pues nada, buscaba a Joy. -le contesté.
-Vaya, vaya, pues... podríamos pasar un buen rato ahora y después buscamos a esa chica.. -me acorraló en la pared.
Joder, ¿por qué tengo que ser yo siempre el uke?

Entonces empezó a besarme el cuello lentamente, haciendo que gimiese bajito.
Madre mía, ¿tan irresistible soy que todos me quieren violar?
-Esto.. Onnie.. -le llamé entre gemidos.
-Dime, osito. -me dijo con una voz seductora.
-Eeem... p-pues como que tengo prisa, eh. -salí agachándome por el hueco que había entre la mano de el de cabello azul que se apoyaba en la pared.- Venga, hasta luego.

-Por qué poco, poco más y nos viola el tío ese de las ojeras. -salió Fred. Ya tardaba.
-Tenías que aparecer... -bufé.
-¿Ya me extrañabas, Freddy?
-Sí, mucho. No sabes cuánto te echaba de menos. Yo estaba tan triste de que no aparecieses... -le dije con tono sarcástico mientras nos íbamos hacia el patio.
-Ay, gracias, Freddy.
-Era sarcasmo, ¿no lo sabías?
-Uy, no, si no me lo hubieses dicho de seguro me lo hubiera creído.- me contestó él con el mismo tono sarcástico.

Cuando llegamos al patio, ya estaban echando a la gente que se encontraba en él, ya que ya eran la hora de cerrar.
Bajo el árbol se encontraba Joy, estaba dormida.
Cuando me dispuse a salir, un enfermero de cabello corto rosa peinado hacia arriba con las puntas pintadas de blanco me lo impidió.

-Lo siento, chico, ya vamos a cerrar. -me dijo él simpáticamente.
-Perdone, es que mi amiga.. -señalé a Joy bajo el árbol.
-Oh, ya. Puedes ir a despertarla.

Entré y al verla me dio lástima despertarla. Era realmente linda. Extrañaba su rostro, ya que no la veía desde la última vez que intenté disculparme.
-Es realmente hermosa... -comentó Fred, a lo que afirmé con un seco "sí".
No quise despertarla, así que con cuidado la cargué en mis brazos y la llevé hacia su habitación, donde la acosté en la cama y la tapé con las sábanas y mantas.
Me senté en el sillón que había en una esquina, lo arrimé al lado de la cama y me senté en él.

Contemplé su rostro embobado y empezó a caérsele la baba, a lo que solté una pequeña risilla.
-F-Fei.. Fei.. -habló en sueños- Fedi.. no e vaia, e perhono.
¿Fei? ¿Fedi? ¿Freddy? ¿Acaso estaría soñando conmigo?
"No e vaia" eso suena como un... ¿"No de vajas"? o algo así.
"E perhono" eso suena como...  "Te perdono".
Quizás estoy haciéndome demasiadas ilusiones, pero... creo que eso fue lo que quiso decir.

De repente Joy abrió los ojos y al verme pareció bastante sorprendida.
-¿Q-Qué haces aquí?- me preguntó incorporándose en la cama y sobándose los ojos.
-Pues.. quiero arreglar las cosas contigo. -le dije mirándola de reojo cabizbajo. Ella permaneció en silencio.- Esto... Eres importante para mí, ¿sabes? Aquello del otro día lo dije por impulso, porque estaba discutiendo con Fred.
-¿Puedes demostrarlo?
-¿Qué cosa? -espera, ¿demostrar lo de que estaba discutiendo con Fred? Pues eso no puedo, ya ha pasado...
-Pues... si soy importante para ti. Obviamente no es si estabas discutiendo Fred. -Ya, siempre lo supe, obvio(?

Entonces miré a Joy, la cual se hallaba en la cama. Era hermosa con todas las letras y... le tengo afecto... ¿cómo lo demuestro?
Podría... ¡No! No me seas pervertido, tras ese pensamiento no pude evitar ruborizarme.
No tardé en pensármelo y la abracé bien fuerte, su cabeza se apoyaba en mi hombro y noté como se calentó. Al igual que yo se habría sonrojado.
Cuando me separé de ella, en efecto estaba sonrojada, y seguidamente besé su frente, a lo que su sonrojo aumentó.

-Freddy... -me nombró cabizbaja intentando ocultar su rubor- Tú... eres muy importante para mí. ¿De verdad lo soy tanto como tú para mí?
-S-sí. Tú me importas mucho y lo sabes. -me senté a su lado- No puedo creer que hayas creído tal cosa.

Estuvimos hablando todo lo que quedaba de tarde y a la hora de la cena me fui a mi habitación donde me esperaban Bon, Bonnie con una gran sonrisa y Chica la enfermera.
-Vaya, vaya, Freddy. -dijo Bon- "Eres muy importante para mí"
-Espera ¡¿qué rayos?! ¿Me habéis estado espiando? -me enojé y sorprendí. Los dos rieron al unísono y, con el ceño fruncido, me senté en mi cama.
-Eem.. ok, Freddy, aquí está tu cena. -Dijo Chica desconcertada pasándome una bandeja con comida.

Cuando Bon y yo terminamos de cenar Chica se fue y Bonnie se acercó a mi cama.
-Que bueno que ya hicieron las paces, Freddy. -me dijo sonriente.
-Pero me espiaron, malditos. ¿No conocen la intimidad? -entonces me metí bajo las mantas y sin darme cuenta me dormí.

No vale la pena Freddoy #SICKFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora