Max aparca justo delante de una gran y enorme mansión, pero apenas me sorprende porque puede ser solo un poco más grande a la mia. Yo no soy como la mayoría de las chicas que se sorprenden con una gran mansión yo me sorprendo con una casa pequeña y simple.Max me abre la puerta como si fuera un caballero y me extraña porque él no pertenece a ese grupo de "los corteses".
-Aquí seremos muy corteses ¿si?.-me dice y entrelaza su brazo con el mio, parece que ha leído mis pensamientos.
Me lleva a la puerta y tras llamar esperamos unos segundos.
Una mujer alta, rubia de cabello medio y rizado, con más maquillaje que....no sé pero lleva muchísimo aparece tras la puerta con una sonrisa enorme.
A la nada aparece un señor que si me es conocido, estúpido Stone.
Yo me trago el orgullo y sonrío con la sonrisa más inocente que puedo mostrar.
-Cariño.-dice la mujer y abraza a Max por lo que deduzco que es su madre a no ser que le vayan las mayorcitas.
-Hola mamá.-dice con cierta molestia porque esta está aplastando su cachete con besos.
Me río en mi interior, se ve tan mono así, un momento ¿que acabo de decir? Max es de todo menos mono, ash.
-¿Qué tal hijo?.-dice su padre dándole golpecitos en la espalda, mientras que la mujer se queda mirándome algo incómoda.
Oh tranaquila señora yo estoy igual de incómoda.
-Papá, mamá ella es Abi.-dijo señalandome.
Enseguida plante un beso en las dos mejillas de la señora y el señor planto un beso en mi mano, tendré que limpiar eso.
-Abi, mi madre Nina y mi padre Bob.-dice.
-Encantada.-digo.
-¿Y ustedes sois....?.-pregunta Nina.
-Oh no, no somos nada, solo amigos.-dice Max.
-Y ni eso.-le susurro.
Max me lanza una mirada asesina y yo no dejo de sonreír, no puedo evitarlo, esto de hacerle la vida imposible me encanta. Yo le lanzo una mirada de lo siento y me encojo de hombros.
-Bien pasad.-dice Bob.
Pasamos a una entrada hermosa, realmente hermosa. Su diseño es clásico y todo está tintado de blanco o dorado.
Bob cogió a Max del brazo y se lo llevó a la cocina, en cambio yo seguí caminando con Nina, quien parecía bastante agradable.
-0-
Narra Max
Mi padre me agarró del brazo y me dirigió a la cocina. Cuando estabamos en ella echó a todos los cocineros por unos segundos.
-¿Por qué me traes a la hija de Josh Miller eh?.-dijo con cierta brusquedad.
-¿Qué tiene?.-me encogi de hombros.
-¿Qué que tiene? Su padre está totalmente en mi contra, si no hubiera sido porque hicimos trampas yo no estaría de presidente, y ese hombre lo sabe todo.-dice alarmado.
-Papá tranquilo, Abi no sabe nada de eso.-alze las manos y traté calmarlo.
-Solo quiero una cosa.-alzo su dedo índice.-que sea la última vez que esa chica pisa el suelo de mi casa.-recalcó mi.-y que ni se te pase por la cabeza enamorarte de ella. ¿Queda claro?.
-Clarísimo.
¿Enamorarme de ella? Si supiera que ni somos amigos.
-0-
Narra Abi.
Nina me llevó a un gran salón donde se encontraban personas que supongo que serían muy importantes, yo saludé a todas y después me quedé junto a Nina charlando.
-¿Y dime cómo os conocisteis?.-dijo Nina refiriéndose a Max y a mi.
-Oh no, Max y yo no somos nada.-reí. Ni en sueños.
-Bueno pero sois amigos ¿no?.-dijo con cierto aire coqueto.
-Yo me equivoqué de habitación, me fui al lugar de los chicos.-me encogi de hombros.
Ella soltó una pequeña risita que tapo con su mano.
-Es algo raro, lo sé.-reí con ella.
-Pensé que Max vendría con Amanda, no se le despega del brazo, pero tú eres diferente.-pero que no somos nada.-tu me caes mejor.-me susurró y me guiño un ojo.
¿Dijo que le caía mejor? No me lo esperaba para nada, vaya, ella era distinta no era como su marido, ella es sencilla y agradable al contrario que Bob que es estirado y arrogante, como su hijo, que por cierto, ¿dónde esta Max? No es que lo necesite a mi lado ni nada, solo que empieza a tardar.
Pero como si hubiera leído mis pensamientos Max Stone entró por la gran puerta, todos aplaudieron al ver al pequeño Maximiliano, y entonces reí sin poder evitarlo al oir su nombre.
Tape mi boca con la mano para intentar evitar la risa y él intentaba huir de está situación. Se acercó a mi cuando todo terminó.
-Hola Maximiliano.-dije con aire burlón.
-Oh cállate Abigail.-dijo ahora él burlándose.
-Vuelve a pronunciar mi nombre completo y te mato y vendo tus trocitos en el mercado negro.-le advierto.
Él rodó los ojos y me agarró del brazo, me sentó en una silla y él se sentó al lado. Entonces empezaron a llegar platos y platos de comidas.
-En primer lugar tenemos, Pastel de picaton y verduras.-dijo un señor bajito y gordito.
Entonces la mesa se llenó de eso, que jamás había probado y para ser sinceros estaba delicioso.
-Bueno y...¿ a que te quieres dedicar Abigail?.-dijo Bob.
La sangre comenzó a hervir y la rabia a subir, tenía que controlarme, tenía que controlarme, Max posó su mano en mi pierna y empezó a acariciarla, lo miré y en sus ojos pude ver calmate Abi.
Respire hondo.
-Es Abi.-corregí con una amplia sonrisa.-y no lo sé aún.
-¿No lo sabes?.-se sorprendió Nina.
-Mi hijo lo tiene muy claro, el va a ser presidente al igual que su padre, ¿verdad Max?.-dijo refiriéndose a él.
-Sip.-dijo él tras tragar su comida masticada.
-Yo es que todavía no encuentro algo que me apasione supongo.-me encogi de hombros.
-Algo habrá que te apasione.-dijo Bob.
Sip molestar y fastidiar a personas.
-No realmente no hay nada.-dije y metí un poco de pastel en mi boca.
-Seguro que pronto te das cuenta de cual es tu trabajo ideal.-me asegura Nina.
Max retira la mano y continúa comiendo, sinceramente si Max no se hubiera molestado en calmarme ahora mismo Bob estaría hecho trizas.
Lo siento, pero odio mi nombre y más el segundo, es que mis padres no se molestaron en pensar un nombre lindo.
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La hija de Josh Miller®| Terminada✔
Teen FictionAbigail Miller, hija de Josh Miller el hombre más famoso de todo el mundo. Su padre se ve obligado a meterla en un internado debido a las travesuras de su hija. Pero ¿quién dice que Abi vaya a cambiar su forma de ser en un internado?. Lee todas las...