Regresar de las vacaciones es peor que decirle a un niño que los unicornios no existen, a mi me dolió mucho pero lo superé.Las mismas caras que el año pasado es lo que me encuentro a medida que voy avanzando para ir a mi habitación.
Harper se encuentra colgando un poster en la pared, la tabla periódica, es increíble que haya echado de menos las cosas frikis se mi amiga.
—Hola empollona.—digo nada más entrar.
—Hola rebelde.—dice riendo.
—¿Cómo estuvo el año nuevo sin mi?.—pregunto mientras deshago la maleta.
—Muy bien, me divertí con los chicos.—se encoge de hombros.
—Yo la pasé con personas iguales a mi padre, imagínate.—le digo y ella hace una mueca de desagrado.
—¿Vas a hablar con Max?.—me suelta de repente.
—¿De qué?.—dejo caer la camisa y me giro para mirarla.
—Del beso.—me sonríe burlona.
Ay no...
—Él me besó.—alzo mis brazos en modo de defensa.—además Max es un chico mimado y no me gusta.
—Venga Abi, si en realidad te encanta.
—No, lo odio, es un mimado, un odioso, no lo soporto.—digo muy convencida.
—¿Y por qué le seguiste el beso?.—se cruza de brazos.
—Esque la nieve me sienta mal.—ella comenzó a reír de mi mal chiste y yo no pude evitar contagiarme.
—Venga Abi, Max se muere por ti y tu por él, ¿qué te impide ser feliz?.—me pregunta.
—Yo soy más feliz sola, o con la comida, y Max no me gusta.—le dedico mi última sonrisa antes de seguir con mis cosas.
—0—
La primera hora la voy a pasar durmiendo, lo tengo muy claro. Me pondré en la última fila, colocaré los auriculares en mis orejas y pegaré la cara al libro.
Se avecina, PLANAZO.
Pero claro, con mi maldita suerte los asientos ya están ocupados y Harper me ha guardado un lugar a su lado, en primera fila.
James me saluda y se sienta justo tras de mi. Max decide que es el mejor momento de acercarse.
—¿Cómo pasaste las vacas sin mi Abigail?.—pregunta burlón.
—Oh, no sabes la paz que respiré Maximiliano.—le digo con una sonrisa.—era paz por aquí, paz por allá, paz por todos lados.—le aseguro con una sonrisa.
—Seguro que aún así no eras feliz.—dice muy seguro.
—Te equivocas don perfecto.
—Bien alumnos peguen el culo a las sillas.—dice el profesor de Francés.
¿Quién me mandó a mi a coger esta asignatura?.
—Kristen pasa.—dice y todos miramos a la chica rubia de pelo rizado recogido en un moño que entra en la clase.
—Hola soy Kristen Ford.—dice ella.
—Ella es la alumna nueva, quiero que la traten como se merece...—comienza el profesor.
—Ni que la fuésemos a tratar como a un perro.—ruedo los ojos y todos ríen.
—Deje sus comentarios Miller.
Alzo mis manos al aire y frunzo mis labios, Kristen se ríe.
—Tranquilo profesor que a una chica tan linda no se le puede tratar mal, además si lo hacen que se preparen.—comenta Max.
Me giro para mirarlo, está embobadito con la chica nueva al igual que ella con él.
—Él es Max, odioso, mimado, si yo fuera tú me alejaría.—le digo a la chica pero esta decide ignorarme y sentarse a su lado.
—0—
Si os digo que he estado toda la clase mirando a Max y a la nueva ni os lo creeréis, pero es verdad.
Max no la deja ni a sol ni a sombra y la otra no es que le importe.
No entiendo a este chico, enserio que no.
Me siento en la mesa para comer, ellos deciden sentarse a nuestro lado, siguen mirándose y a mi me entran cada vez más ganas de vomitar.
—¿Les traigo un cubo para las babas o van a seguir llenando la mesa en la que voy a comer?.—digo enojada.
—Uy, uy, uy parece que alguien está celosa.—dice Leo burlón.
—¿Quién?.—me volteo para buscar a esa persona.
Nunca jamás en mi vida he estado celosa ni tampoco he tenido el valor de apreciarlo, Ruthie era especial.
—Tú.—dice Harper riendo con Leo.
—¿Yo? ¿de quién?.—ahora es mi turno de reír.
—De la nueva.—me susurra Harper.
Pego una risotada y al instante tapo mi boca, llamando la atención de todos como de costumbre.
—Mira por mí Max puede estar con quién quiera, que me da absolutamente igual, pero paso de aguantar esas miraditas que me hacen vomitar.
—Claaaro, las miraditas, Max se ha fijado en otra y estás que ardes.—dice Leo y Max comienza a poner atención a la conversación cuando Kristen se marcha.
—Kristen es una chica increíble, ¿sabéis que tiene un refugio de animales?.—dice Max llevando un poco de pudin a la boca.
—¿Y es legal?.—digo sarcástica, Harper intenta no reír.
—Obviamente, ella no juega con las leyes como tú Abi.—dice.
Bien Max bien, cargándola desde tiempos inmemoriales.
¿Desde cuándo Max me llama Abi? Ya hasta se me hizo costumbre Abigail en él, y desde cuándo Max se fija en mis antecedentes, ¿qué le pasó a Max?.
—Vaya, enhorabuena, seguro que también es rica, tiene un palacio, y será la mejor primera dama de la historia.—me levanto de la mesa enfurecida.
Nadie me va a comparar con ella, y mucho menos nadie me echa en cara mis antecedentes.
—¿A dónde vas?.—pregunta Harper alzando el tono de voz cada vez más.
—¡A dónde siempre Harper!.—le grito y comienzo a correr.
Solo ella sabe donde está ese lugar y solo quiero que lo sepa ella.
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La hija de Josh Miller®| Terminada✔
Teen FictionAbigail Miller, hija de Josh Miller el hombre más famoso de todo el mundo. Su padre se ve obligado a meterla en un internado debido a las travesuras de su hija. Pero ¿quién dice que Abi vaya a cambiar su forma de ser en un internado?. Lee todas las...