Max sigue quitandome leche de la cara con la toallita humeda. Me mira fijamente al igual que yo a él, no hay palabras pero no son necesarias.
—Esto casi está.—me anuncia tirando la toallita empapada en leche y tirándola a la basura, para después coger otra y seguir con el proceso.
—La mataré.—susurro.
—Abi, tu situación no está para que te pongas a matar gente.—me recuerda Max.—¿O quieres otra bronca innecesaria de tu padre?.
—Creo que una bronca más no me va a matar.—sonrío maliciosamente y él rueda los ojos.—por cierto, ¿me recuedas por qué me estás limpiando tú?.—entrecierro mis párpados y uno mis cejas.
—Me ofrecí.—se encoje de hombros.
—Estoy pringosa de la leche, esto da asco...—oh por Dios no sean mal pensados, no es el momento.
Max suelta una risita y continúa mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.
—Mal pensé perdón.—alza sus manos y se justifica.
—¡Max!.—grito rodando los ojos.
—Es que... Leche, pringosa...
—¡Lo pillo!.—le corto y él comienza a reír de nuevo.
Mi teléfono comienza a sonar y le pido a Max que me lo alcance. Lo descuelgo y pregunto.
—¡Abi cariño!.—suena la voz de una mujer.
—¡Tú!.—digo confusa.
—Deja vu.—suelta una risa.—¡Soy Violet!.
—¿Quién?.—hago una mueca confusa y Max frunce el ceño.
—¡Tú tía pendeja!.—la memoria se me refresca y en ese momento recuerdo a la tía más loca que he conocido en la historia.
—¡Aaaaaah!.—digo recordando.—¿Qué tal tu broma?.
—Buah, se quedo corta con las demás que he hecho.—ríe.
Ésta tía es lo mejor que hay.
—Te llamaba para invitarte a mi casa.—mi rostro cambia al recordar que vivía por algún lugar de Europa.—ah y sigo aquí en Washington, tranquila.—parece que me ha leído el pensamiento.—tú tío Chad al romperme la pierna decidió venir aquí y ahora vamos a vivir un tiempo en mi casa.
Ahora resulta que también tengo un tío Chad, espero que no haya primos insoportables.
—La verdad es que no sé si me apetece.—le soy sincera.
—¡Ven por fi!.—me pide y parece que se ha puesto incluso de rodillas.—traete a alguien si te apetece, será una cena, tengo ganas de verte y de hablar contigo, y si queréis os quedáis a dormir o tú sola claro.
—Mándame la dirección, el día y si se me apetece iré.—le digo.
—Sé que vendrás, tengo muchas cosas que mostrate.—esto último lo dice en susurro y se me ponen los pelos de punta.
—Adiós tía, tengo que....—comienzo a buscar una buena escusa pero nada se me viene, suspiro.—en fin, adiós.
Cuelgo y me giro para observar a Max. No me había dado cuenta que había estado caminando de un lado para otro hablando.
—¿Quién era?.—cuestiona y se apoya en la mesa.
—Mi tía Violet, quiere que vaya a cenar con ella y pase la noche en su casa, y que si quiero puedo llevarme a alguien.—guardo mi celular en el bolsillo.
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La hija de Josh Miller®| Terminada✔
Teen FictionAbigail Miller, hija de Josh Miller el hombre más famoso de todo el mundo. Su padre se ve obligado a meterla en un internado debido a las travesuras de su hija. Pero ¿quién dice que Abi vaya a cambiar su forma de ser en un internado?. Lee todas las...