Capítulo 25.-Un chiste malo y una obra de arte.

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{Un chiste malo y una obra de arte}

—Del gusto.—repite él.

—Del tacto.—repito.

—¿Por qué no lo quieres del gusto?.—pregunta extendiendo sus brazos y encogiendose de hombros.

Me quedo pensativa.

—Porque no me gusta... ¿lo pillas?.—me echo a reír yo sola sujetando mi estómago y él rueda los ojos.

—Ese chiste es más malo que el del árbol.—me asegura.

—¿Cuál es ese?.

—¿Qué le dice un árbol a otro?.—pregunta alzando sus cejas.

—¿Qué?.—frunzo el ceño y bebo un poco de mi zumo.

—¿Qué pasa tronco?.

Y sin poder evitarlo, escupo mi zumo en su cara y me echo a reír.

—¿No jodas? ¿en serio?.—no puedo dejar de reír de el peor chiste de la historia, bueno de momento es este no sé si hay otro chistes peores.

Comienza a limpiar con su sudadera su rostro contagiandose de mi risa, quita la pajita de mi vaso, me lanza un poco de zumo y yo me aparto automáticamente.

—¡Idiota!.—digo sin poder cortar la risa.—okay ya.—digo y me quedo seria por unos segundos, Max al ver mi rostro serio vuelve a reír y yo también.

No sé que nos ha entrado a los dos pero no podemos dejar de reír.

—Vale ya.—dice Max extendiendo sus manos.—hagamos una cosa.

—¿Qué?.—digo ya cortando poco a poco la risa.

—Cara o cruz.

—Cruz.—contesto rápidamente.

—Cara, no me queda otra opción.—se encoge de hombros.

Lanza la moneda, y cuando la destapa de su mano, veo una hermosa cara y la sonrisa triunfante de Max. Me cruzo de brazos y entrecierro mis párpados.

—Eso está trucado.

—Nop.—me extiende la moneda para que me asegure y sigue con esa sonrisa triunfante.—gané Abigail aceptalo.

—Vuelve a decirme Abigail y hago que la moneda acabe en un lugar muy oscuro.—lo señalo y el alza sus manos apretando los labios.

—Manos a la obra.—cruje sus dedos y comienza a buscar en su portátil mientras que yo busco en el mío.

—0—

Al rato de que Max desaparece de mi habitación, aparece Harper. Se tira en la cama agotada dejando sus brazos caer.

—Hola a ti también.—digo recogiendo las cosas del trabajo.

Un momento, un momento, un momento, ¿Harper tirada en la cama y yo aquí recogiendo la tarea? ¿la tarea?.

¿Qué pasó aquí?.

—No puedo con Dakota.—no la veo pero sé que ha fruncido sus labios.

—Ni yo con Max y mañana tengo que ir a su habitación, será un infierno.—digo y hago una mueca de horror al imaginarmelo.

—¡Pero Dakota es peor!.—se levanta y se sienta de piernas cruzadas.—¡quería hacer el trabajo de las uñas! ¡las uñas! ¡y me ha insistido en que ese era un sentido, un sentido de la moda! No he muerto porque soy muy paciente y tengo mucha voluntad.—estampa su cojín de flores en su cara y grita.

La hija de Josh Miller®| Terminada✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora