"No puedes perder lo que nunca tuviste, no puedes conservar lo que no es tuyo y no puedes aferrarte a alguien que no quiere quedarse."
Fuimos puro fuego; pero terminamos congelados.
— Me voy con Zayn — anuncio mientras guardo todo lo que puedo en aquella maleta que jamás pensé que llegaría a usar.
— No puedes irte.
—¿Acaso no ves que eso es precisamente lo que hago?
— Dadi, yo también lo he sufrido y...
— ¡No me llames así! — bramo —, ¿y que tú también lo has sufrido? ¡¿Te estás oyendo?! ¡He sido yo el que la ha encontrado mientras tú a saber dónde estabas!
— ¡No me hables así! — paso por su lado como una bala, enfurecido y sintiendo las lágrimas salpicar mi cara. Joder, Damon, no llores. No lo hagas —. Damon. Si cruzas esa puerta, no podrás volver.
— No tenía intención de hacerlo... Adiós, mamá — me despido y salgo huyendo de allí.
Los brazos de Zayn me rodean y lloro pegado a él.
— Juro que lo mataré, Zayn, lo juro.
—Vamos, Damon, sabes que él no ha tenido nada que ver. Se ha demostrado lo contrario...
—Sácame de aquí, por favor, vámonos de aquí ya — asiente y separándose de mí nos metemos en el coche, hacia un rumbo aún por determinar, pero con la seguridad de que desapareceremos de Holmes Chapel.
—Vamos, Damon, tenemos que levantarnos ya — hoy parece que está de buen humor, quizá anoche follase. No, esa opción para su alegría queda descartada; folla cada noche y cada mañana tiene un estado de ánimo distinto.
Me deshago de las sábanas con un mal sabor de boca por el sueño, sintiendo todavía reverberar las palabras de mi madre en mi cabeza. No sé nada de ella. Zayn dice que se fue a Italia, pero sé perfectamente que ella sólo quería pisar tierras americanas, y supongo que es lo que hizo, justo cuando tenía dos cargas menos en la espalda.
Aquello me pasó con casi los dieciséis. Marcó mi existencia, pero afianzó mi relación con Zayn, el desencadenante de la mala vida que ahora llevo.
Le sonrío mientras mastico los cereales y él me devuelve la sonrisa revolviéndome el pelo.
A veces, cuando estoy con él, no me siento el adulto de dieciocho años que soy, es como si yo hubiese vuelto a rejuvenecer, convirtiéndome en el adolescente de quince años que acababa de vivir la mayor de sus tragedias, teniendo únicamente el consuelo de ese niño no mucho más mayor que él.
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Zayn toma la A619 por la carretera de Markham en dirección a la M1. Hoy esto está muy tranquilo.
Casi estamos llegando. No tengo muchas ganas de regresar a Derbyshire y mucho menos a Chesterfield en concreto, pero para poder vivir juntos en Cheshire East, Zayn le prometió a mi tía que la visitaríamos una vez al mes.
