Rin despertó aún sintiendo el dolor en su entrepierna, se pasó la mano tratando de aliviarlo un poco, eran las 9 am, de seguro Sesshoumaru se iría al trabajo en cualquier momento, fue al baño a lavarse la cara y bajó al primer piso, el peli-plata quien ya estaba propiamente vestido para irse a trabajar preparaba el desayuno pero cuando la vio dejó todo donde estaba y la recibió con un apasionado beso, “Buenos días, preciosa” le dijo antes de volver a besarla, ambos sonrieron en especial Rin quien tenía un bello rubor en las mejillas.
Sesshoumaru: Cómo te sientes?
Rin: Aún me duele…
Sesshoumaru: Lamento si fui algo tosco.
Rin: Para nada. *Sonrió* Me gustó mucho.
La abrazó contento por aquella respuesta, ella se sentó en el comedor mientras él terminaba de cocinar, comieron juntos pero Inuyasha no daba señales de despertar pronto, lo más seguro es que se hubiese quedado despierto jugando videojuegos durante la madrugada.
Rin: Ah, había olvidado decirte, hoy iré con Kagome y Kanna al centro comercial.
Sesshoumaru: Quieres que vaya con ustedes?
Rin: No…
Sesshoumaru: Por? *Preguntó con sospecha*
Rin: Pues porque voy a comprar los regalos de navidad y no quiero que veas el tuyo. *Vio a su novio sonreír*
Sesshoumaru: Muy bien, a qué hora vas a salir?
Rin: Al medio día, vamos a comprar regalos y a comer así que creo que estaré de vuelta a las 4 o 5.
Sesshoumaru: Bueno, pero recuerda llevar tu celular.
Rin: Claro que sí!
Cuando terminaron de desayunar, lavaron los trastes, Sesshoumaru volvió a besarla antes de despedirse e irse a trabajar, Rin subió a bañarse, después de unos minutos bajó vestida para salir, llevaba unos pantalones de mezclilla una playera azul, tenis negros y una chamarra del mismo color. En el comedor estaba Inuyasha y ella se sentó para hacerle compañía, el peli-plata no pudo evitar esbozar una sonrisa cuando la vio.
Rin: Que te causa tanta gracia? *Preguntó confundida*
Inuyasha: No, nada, hoy vas a salir con Kagome, verdad?
Rin: Si, con ella y con Kanna.
Inuyasha: Que bueno, espero que se diviertan mucho, estoy seguro de que tendrán muchas cosas de que hablar.
Rin: Estas actuando muy raro.
Inuyasha: Jajajaja olvidalo, es que tengo sueño.
Rin: Eres un loquito, Inuyasha. *Sonrió* Oye… Hay algo que quería preguntarte…
Inuyasha: Sobre?
Rin: De pura casualidad… Tú has notado algo raro en la actitud de Naraku? *Notó la sorpresa por parte de él*
Inuyasha: Tú también te diste cuenta?
Rin: Si, se me hace muy extraño, pensé que tal vez tú sabías algo.
Inuyasha: Ayer intenté hablar con él, pero el muy imbécil no me quiere decir nada, no me gusta verlo así, últimamente lo he visto algo enfermo, dos días no asistió a clases, lo veo algo distante pero Koga y Miroku me dicen que es solo mi imaginación.
Rin: Sabes si Naraku tiene novia?
Inuyasha: Pues… Kanna, no?
Rin: No hay alguna otra chica?
Inuyasha: No que yo sepa…
La chica suspiró, cuando él por fin se terminó el desayuno se despidieron, Rin salió de la casa, estaba algo preocupada porque consideraba a Naraku un muy buen amigo al igual que a Kanna y quería que terminaran juntos. Se puso sus audífonos y empezó a escuchar música para que el trayecto no fuera tan pesado, quería distraerse un rato, sobre todo sonreía al recordar aquella noche tan maravillosa con Sesshoumaru.
“Love
Just love away
Just do it everyday
Just do it every way
Love
Just love away
Just do it everyday
Just do it every way
All my friends, they pretend
The end is just around the bend
But since you came along
I'm not believin' it
Sunshine, destiny
The birds and bees and centipedes
Until you came along
I never needed it
Love
Just love away
Just do it everyday
Just do it every way”
Estaba muy contenta en menos de lo que esperaba ya estaba en la entrada del centro comercial, se sentó en una banca para esperar a sus amigas, “Mucha suerte en el trabajo, amor <3” Le escribió en un mensaje a su novio, “Gracias, preciosa, te amo” le respondió inmediatamente haciéndola sonreír, antes el mayor parecía que le tenía fobia a los teléfonos pero ahora parecía solo estar al pendiente de su móvil esperando algún mensaje o llamada de ella.
Kagome: Rin!
La chica volteó y se encontró con sus dos amigas, ambas se veían muy contentas aunque después de un rato se notó que la peli-plata seguía preocupado por el chico que tanto quería, estuvieron hablando un rato, no quería confesarles que ya no era virgen, ya después se los contaría, por el momento solo quería pasar un buen rato con ellas, fueron a comprar los regalos de navidad, a Sesshoumaru le compró una camisa negra con la que sabía que se vería muy guapo y un reloj negro pues el último que tuvo lo perdió, a Inuyasha le regalaría la pintura que le había hecho y que quedó como primer lugar de la clase. Después de un largo rato y de comer juntas se despidieron, Kanna y Kagome tenían que hacer una sesión de fotos como tarea de una clase.
Iba caminando por la calle cuando vio a Kagura junto a otro hombre, iba tomándolo del brazo y se veían sumamente afectuosos, la chica movida por la curiosidad comenzó a seguirlos sin darse cuenta, pues hace poco se la había vuelto a encontrar y le había hecho otro espectáculo de gran magnitud en plena calle, entonces si la ojos carmín tenía ya a una pareja, ¿Por qué se empeñaba tanto en seguir molestándolos? Los vio entrar a un restaurante donde se sentaron a comer, Rin simplemente desistió de seguir viendo aquello y se fue.
Ahora por haberse desviado tanto se encontró en una calle que no conocía, pero no se consideraba perdida del todo, siguió caminando y cerca de ahí vio a dos chicos de actitud sospechosa, decidió apresurar el paso pero cuando tuvo que cruzar por donde ellos estaban llamó la atención de ambos.
¿?: Mira, Dai… que preciosa chiquilla…
Dai: Roku, parece que alguien nos quiere adelantar regalos de navidad.
Se acercaron y la jalaron de la bolsa aprisionándola contra una pared, ella sujetaba sus cosas con nervios, uno de ellos sacó una navaja para intentar intimidarla, Rin gritó con fuerza y en ese momento el chico que sostenía el arma recibió un fuerte golpe que lo mando a chocar contra un muro, el otro chico muy apenas pudo reaccionar, recibió un golpe en el estomago y otro en la cara cayendo muy cerca de su hermano gemelo.
Roku: Quién mierda eres tú?
Naraku: Si te atreves a enfrentarme de nuevo… *Tomó la navaja del suelo* No voy a tener piedad de ti…
Dai: Vámonos, no vale la pena! *Jaló a su hermano del brazo y se fueron corriendo*
La chica vio a los maleantes correr, después miró a Naraku, se lanzó a abrazarlo y este correspondió para calmarla, “Me dio mucho miedo” dijo sollozando, “No te preocupes, princesa, ya todo está bien” Rin volteó a verlo, estaba pálido y se sostenía la cabeza como si le doliera mucho.
Rin: Naraku, te encuentras bien? *Le tomó la mano y se dio cuenta de que su piel estaba algo fría*
Naraku: Si, no es nada… *Contestó no muy convencido*
Rin: Ya comiste? *El chico negó levemente* Ven, vamos a que comas algo.
Naraku: No, Rin, no te preocupes.
Rin: No me vas a convencer! *Dijo molesta haciendo al chico sonreír*
Naraku: Así les hubieras hablado a esos ladrones. *Bromeó*
Rin: Por favor… *Pidió en un tono más suplicante*
Naraku: *Dudó unos segundos* Muy bien… *Aceptó ya resignado y la vio sonreír*
Caminaron juntos, entraron a un restaurante, la chica le dijo que pidiera lo que quisiera y él solo pidió una hamburguesa, había un incomodo silencio pues ambos querían hablar pero simplemente no encontraban las palabras para hacerlo, Rin no deseaba hacerlo sentir mal después de que la hubiese salvado y él tenía una verdad que le preocupaba confesar.
Rin: Naraku, no quiero que creas que soy una entrometida… Pero… Dime la verdad… Qué sientes por Kanna?
Naraku: *Entrelazó sus manos para después apoyar su mentón en ellas* Kanna me gusta mucho…
Rin: Enserio?! *Sonrió contenta al escuchar eso* Entonces, por qué no le pides que sea tu novia? *No pudo evitar preguntar*
Naraku: Rin… *Suspiró y desvió la mirada* Hay algo que quiero contarte… Pero no quiero que me juzgues… Y sobre todo quiero que quede como un secreto entre nosotros.
Rin: Dime lo que sea, te prometo que no lo diré…
Naraku: Yo… Tengo problemas… De drogadicción… *La vio abrir los ojos completamente atónita* Espero que no me odies por eso…
Rin: No te odio, Naraku, eres mi amigo, quiero ayudarte…
Naraku: Gracias, pero quiero que entiendas que por esa misma razón yo no quiero lastimar a Kanna… No se merece algo así…
Rin: Pero, puedes dejar las drogas, yo sé que tú puedes!
Naraku: No he consumido en más de una semana, por eso me he sentido muy mal, esto de desintoxicarse es muy difícil y he tenido demasiada ansiedad.
Rin: Alguno de los chicos lo sabe?
Naraku: No, me da miedo decepcionarlos…
Rin: Son como hermanos, van a ayudarte. Conozco a Inuyasha, sé cuanto los quiere.
Naraku: Aún así… Me da vergüenza. He pensado en unirme a un grupo en esos centros de rehabilitación, pero siempre que estoy cerca de ese lugar me acobardo y terminó en mi casa sintiéndome como un idiota.
Rin: No, tú eres una persona muy fuerte, el solo hecho de reconocer que tienes un problema ya te hace estar un paso más cerca.
Naraku: Eso me gustaría pensar… Rin… Me acompañarías mañana a uno de esos centros de rehabilitación?
Rin: Claro que sí! Si puedo ayudarte en cualquier cosa lo hare!
Él solo esbozó una sonrisa, realmente le encantaba la actitud de Rin quien en los últimos meses se había convertido en una muy buena amiga, comió con algo de dificultad, cuando salieron del restaurante ella se acercó para darle un fuerte abrazo y él correspondió de nuevo.
En ese momento escucharon que alguien la llamaba, voltearon y se encontraron con Sesshoumaru quien veía esa escena un tanto molesto, ya era tarde, el tiempo se les había ido volando, cuando el mayor llegó a la casa y se dio cuenta de que Rin no había llegado salió a buscarla completamente preocupado, verla tan campante ahí con Naraku no era algo que esperaba.
Sesshoumaru: Rin… Vámonos… *Dijo en un tono casi gélido*
Rin: Si… Gracias, Naraku, de verdad. *Sonrió* Y mañana te veo, no creas que voy a quedarte mal!
Se fue caminando detrás de Sesshoumaru para después alcanzarlo y ahora ir a su lado, lo vio de reojo, notó que el peli-plata estaba molesto, sabía que pese a que no mostraba expresión alguna por dentro debía estar muriendo de celos.
Rin: No te enojes, ni te pongas celoso.
Sesshoumaru: Creí que algo malo te había pasado, de haber sabido que estabas con él ni me hubiera molestado en buscarte. *Dijo en un tono muy tosco*
Rin: Piensa bien tus palabras, Sesshoumaru, porque de verdad no quiero pelear contigo por un malentendido.
El mayor se detuvo y volteó a verla esperando una explicación, ella solo suspiró por esa actitud tan fría de su parte.
Rin: Unos ladrones intentaron atacarme, me amenazaron con una navaja y Naraku me salvó de ellos. *Su novio se quedó completamente mudo, abrió los ojos sorprendido*
Sesshoumaru: Te hicieron algo? Estás bien? *Se acercó para abrazarla mirándola a los ojos demostrando que estaba realmente preocupado por ella*
Rin: Si, estoy bien, te digo que Naraku me salvó, les dio una buena golpiza!
Sesshoumaru: Y luego que sucedió?
Rin: Es que vi que él estaba muy mal y lo invite a comer, parece que ha estado muy enfermo, realmente me preocupa, es buen chico, estoy en deuda con él.
Sesshoumaru: Entonces yo también. *La vio sonreír*
Rin: Mañana lo acompañare al doctor, espero que no te enojes, señor celoso porque ya te había dicho que entre Kanna y él hay algo.
Sesshoumaru: Perdón, pero es que realmente me molesta cuando veo a algún chico cerca de ti.
Rin: Creo que ayer te di una muy buena prueba de que eres el hombre más importante para mí.
Sesshoumaru se disculpó nuevamente y la besó, saber que su niña había estado en peligro a mano de dos maleantes le hacía revolver el estomago del coraje, la abrazó con fuerza y siguieron caminando hasta la casa, al llegar ambos subieron al segundo piso, mientras el peli-plata se cambiaba de ropa para estar más cómodo ella aprovechó para guardar los regalos, buscar información en internet y después hacer una llamada. Terminó y bajó a la sala donde se encontró con su novio al cual inmediatamente lo atacó con besos que el correspondió muy contento.
Sesshoumaru: Eres una loquita. *Sonrió y la recostó sobre su cuerpo*
Rin: Te amo, celoso.
Sesshoumaru: Y yo a ti, obviamente.
Empezaron a besarse primero como un tierno e inocente juego, pero luego el juego se fue subiendo de nivel y cuando se dieron cuenta Sesshoumaru ya estaba besándola en el cuello con una gran erección debajo del pantalón escuchándola gemir suavemente, se vieron a los ojos cuestionándose si debían seguir, finalmente el deseo les ganó, subieron de nuevo a la habitación del peli-plata quien rápidamente la desvistió para después deshacerse de su ropa.
Se colocó el preservativo para después acomodarse entre sus piernas ya jadeante y ansioso, empezó a entrar lentamente para no lastimarla pues sabía que estaba aún adolorida por el encuentro anterior la vio arquear su cuerpo al ir profundizando en ella, cuando estuvo completamente adentro no pudo evitar sonreír víctima del placer, el interior de Rin era húmedo, cálido y estrecho convirtiéndose en un manjar para él.
Rin se aferró con una mano a la nuca del peli-plata y con otra a su espalda mientras con las piernas le rodeo las caderas que lentamente empezaron a moverse, la embistió de una manera suave y profunda haciéndola gemir, la vio morderse el labio ya más acostumbrada a tenerlo adentro, ambos empezaron a transpirar, sus respiraciones entrecortadas, gemidos, jadeos y gritos de placer era lo único que se escuchaba en esa habitación al igual que en otras partes de la casa. “Sesshou…maru… ahhh! Así… así...” Dijo al sentirlo aumentar poco a poco el ritmo, el solo sonreía al escucharla tan deseosa de él, empezó a saborear sus pechos mientras movía más fuerte las caderas haciéndola llegar al orgasmo.
“Eres… Increíble” Dijo ella cuando lo sintió empezar a moverse nuevamente provocando aquella alegría que se dibujaba en su rostro, “Y tú extremadamente tentadora y deliciosa” dijo sonriendo antes de volver perderse en sus labios, continuó embistiéndola de una manera tortuosamente placentera, estrujando sus piernas mientras ella hacía lo mismo con las sabanas. La hizo llegar a otro orgasmo y justo en el tercero los dos se entregaron al mismo tiempo, Sesshoumaru sintió aquellas fuertes contracciones estimular su miembro dando ya unas embestidas lentas y profundas terminando de eyacular.
Salió de ella, se quitó el preservativo y la abrazó de una manera posesiva.
Rin: Me gusta mucho que hagamos el amor.
Sesshoumaru: No te imaginas a mí, tengo ganas de hacértelo toda la noche.
Rin: Sesshoumaru! *Le cubrió la boca apenada haciéndolo sonreír*
Sesshoumaru: Quédate a dormir conmigo.
Rin: Pero… Inuyasha se va a dar cuenta… *Dijo algo nerviosa*
Sesshoumaru: Bueno… Él ya sabe…
Rin: QUEEEEEEEEEEEÉ?! Cómo? Por qué?!
Sesshoumaru: Vio tu ropa interior en el suelo…
Rin: Ay no!!! Por eso me veía con burla en la mañana el muy maldito! *Estaba roja como nunca*
Sesshoumaru: Entonces? Te quedas conmigo?
Rin: Si… Pero cierra la puerta, me da miedo que vaya a entrar. *Bromeó*
El peli-plata aceptó la condición y después apagó la luz para volverse a meter en la cama, para su suerte Sesshoumaru recibió un mensaje de que Inuyasha se quedaría a dormir en casa de Koga, que iba acompañado con un “Aprovechen pervertidos” que lo hizo sonreír, pero no quería presionarla de cualquier manera así que solo se quedaron dormidos ya sin preocuparse de ser descubiertos.
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polos opuestos
FanfictionRin Hayashi es una chica de 17 años que recientemente quedó huérfana, al no tener más familia en el país su custodia pasa a los mejores amigos de sus padres, los Taisho, los cuales tienen que pasar casi todo su tiempo viajando, para que la jovencita...