52 la boda

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Finalmente era el día, el día en que Rin uniría su vida a su amado peli-plata, agradecía con todo su corazón que el clima estuviera adecuado y que el vestido aún le quedaba a la perfeccion pues todavía no se le notaba el embarazo, sonrió al levantarse de la cama y sin embargo sentía un nudo en el estomago por los nervios de que todo saliera como lo había planeado. Salió de su habitación y bajó a la cocina, ahí estaban todas sus amigas, Inuyasha y Sesshoumaru se quedaron con sus padres pues dejarían que la novia tuviera la casa para ella sola y las chicas pudieran arreglarla sin que los vieran como estorbos.
Kanna: Rin!
Kagome: No puedo creer que finalmente llegó el día! Hoy vas a casarte!
Rin: Chicas, estoy nerviosa! Qué pasa si Sesshoumaru se arrepiente?!
Sango: Estas loca?! Cómo se arrepentiría? Se nota que esta loco por ti.
Ayame: Si deseara arrepentirse lo hubiera hecho cuando supo que tendrían 2 bebés.
Kagome: O no hubiera ido por ti a Inglaterra aquella vez…
Kanna: No hubiera querido matar a medio mundo cuando supo que tuviste un accidente…
Ayame: O…
Rin: Muy bien, ya entendí! *Sonrió* Es solo que no sé por qué razón estoy tan ansiosa!
Kagome: Tú no te preocupes, todo saldrá a la perfección!
Sango: Y si no es así siempre le podemos echar la culpa a los chicos! *Bromeó*
Kanna: Bueno, a desayunar y después manos a la obra!
En ese preciso momento la puerta sonó y las chicas se miraron extrañadas, “Será Inuyasha que de seguro ha olvidado algo” sonrió Kagome y se dirigió a la puerta, las chicas siguieron comiendo hasta que escucharon la voz de su amiga.
Kagome: Adivinen quien llegó!
Detrás de ella apareció Tsubaki con algunas maletas en la mano, con su sonrisa alegre y ésta se ensanchó más al ver a Rin, “Viniste!” gritó ésta última antes de ponerse de pie, correr hacia ella y abrazarla con fuerza.
Tsubaki: Claro que vine! No me perdería la boda por nada!
Rin: Pensé que sería muy difícil que volvieras desde Estados Unidos.
Tsubaki: Jum! Nada es difícil para mí. *Alardeó* Dónde están los chicos?
Kanna: Con los señores Taisho.
Tsubaki: Awww, y las dejaron solas para mí? No debieron molestarse! No merecía tal regalo de bienvenida!
Kagome: Ni te lo mereces… *Le estiró una oreja*
Tsubaki: Au! Au! Jajajaja! Ya, me voy a comportar, lo juro!
Cuando terminaron de desayunar se pusieron a arreglar todo, los vestidos tanto de la novia como los de ellas mismas, como damas de honor llevarían vestidos cortos de color amarillo excepto Tsubaki que por su estilo punk llevaba uno negro con botas militares del mismo color y Rin llevaría un hermoso vestido blanco con rosas bordadas en hilo plateado en todo el corset, unas cuantas en el área de la falda y con piedras incrustadas entre ellas, muy parecido al que había visto aquella vez en que Sesshoumaru le había pedido matrimonio en medio de la calle y frente a muchos espectadores.


Mientras tanto con los Taisho, Sesshoumaru trataba de mantenerse paciente, sin embargo Inuyasha no dejaba de dar vueltas de un lado a otro, parecía que el menor era el que se iba a casar y no él, Irasue ya estaba en la iglesia asegurándose de que todo estuviera en orden mientras que Inu estaba terminando las últimas llamadas de negocios que haría durante el fin de semana.
Sesshoumaru: Inuyasha, juro que voy a estrangularte si no te sientas de una vez, no quiero decirle a todos que maté a mi hermano el día de mi boda.
Inuyasha: Bien! *Se sentó mirándolo a los ojos* Necesito tu consejo!
Sesshoumaru: Escuché bien?
Inuyasha: Si, Sesshoumaru, mi cabeza va a reventar, necesito tu ayuda.
Sesshoumaru: Qué sucede?
Inuyasha: Crees que hoy deba pedirle a Kagome que se case conmigo?
Sesshoumaru: Solo si es durante la fiesta…
Inuyasha: Claro que durante la fiesta! Si se lo pido en la iglesia pensará que nos casaremos en ese mismo momento…
Sesshoumaru: Ah, si piensas, creía que no. *Bromeó*
Inuyasha: Ja ja, que gracioso! Entonces, dime… Crees que deba hacerlo?
Sesshoumaru: Tienes el anillo?
Inuyasha: Mierda, el anillo!
Sesshoumaru: No lo has comprado?
Inuyasha: Si lo compre! Pero lo deje en la casa! Y si Kagome lo encuentra?!!! OH POR DIOS, NO! *Buscó su celular rápidamente y llamó a la casa* Por favor Rin, contesta, contesta! *En ese momento alguien contestó*
Tsubaki: Diga?
Inuyasha: Pero… Tsubacca?
Tsubaki: Inu-bobo, cómo va el novio?
Inuyasha: Qué haces en mi casa?
Tsubaki: Pues soy invitada pero gracias por ser tan lindo y demostrarme que te importa que este aquí! *Respondió con sarcasmo*
Inuyasha: Jajaja, no seas tonta, claro que me alegro, ahora… Necesito que me ayudes en una misión ultra mega secreta!
Tsubaki: Ultra Mega Secreta?! Me voy a robar a la novia? Con gusto!
Inuyasha: Deja de acosar a Rin! *Recibió una mirada asesina de su hermano* Bueno, te decía, en mi habitación en el último cajón del primer mueble a la izquierda hay una pequeña cajita negra, necesito que la tomes y que nadie de las chicas la vea.
Tsubaki: Y de qué es?
Inuyasha: Es secreto…
Tsubaki: Si no me dices no te ayudo…
Inuyasha: Carajo! Bien! *Resopló* Hoy voy a pedirle a Kagome que se case conmigo…
Tsubaki: Ah! Pillo! Que bien guardado te lo tenías! *Casi gritó*
Inuyasha: Estás idiota?! No grites!
Tsubaki: Ah, sí, perdón. *Susurró*
Inuyasha: Entonces, me ayudas?
Tsubaki: Claro que si, tontito! Chao, nos vemos más tarde! *Y colgó* Muy bien! Esta es una misión ultra mega secreta! El futuro feliz de Inu-bobo está en mis manos!
Ayame: Qué tanto balbuceas? *Salió repentinamente detrás de ella haciéndola pegar un grito*
Tsubaki: Pero, qué rayos te pasa, mujer? Casi se me sale el corazón por la boca!
Ayame: Pues estas hablando como una loca, a mí también me asustas. *Se cruzó de brazos* Vine para decirte que ya puedes subir para cambiarte.
Tsubaki: Perfecto, gracias, linda!
Ayame: Es muy raro cuando otra chica te dice linda. *Se fue a la sala*
La peli-plata subió silenciosamente las escaleras, caminaba como si se tratara de un ninja exagerando el hecho de que creía estar en una misión, entró con cuidado a la habitación de Inuyasha y se alegró de que no hubiera nadie, se puso de cuclillas, buscó con cuidado la importante cajita hasta que la encontró, “Inu-bobo, eres un loquito” sonrió y cuando estaba a punto de levantarse Kagome entró a la habitación, Tsubaki entró en pánico, lo único que se le ocurrió fue gritar de manera femenina como si un hombre la hubiera visto desnuda por primera vez, por la impresión la azabache dio unos pasos atrás y cerró la puerta nuevamente.
Kagome: Tsubaki? Perdón, no pensé que estuvieras ahí, estás bien?
Tsubaki: Ah… Si! Es solo que… Me da pena que otras mujeres me vean desnuda. *Guardó el encargó en su pequeño bolso de mano negro con cadenitas muy a su estilo*
Kagome: No tienes vergüenza con hombres pero si con mujeres?
Tsubaki: Pues claro, es con las mujeres con las que me quiero acostar! *Bromeó mientras comenzaba a ponerse el vestido*
Kagome: Eres imposible, te espero abajo.
Tsubaki: Claro, no tardo! *Esperó a escuchar que Kagome bajaba las escaleras* Fiuuu! De la que me salvé! *Sonrió mirándose al espejo* Hoy será un buen día!
Cuando finalmente terminó de maquillarse Tsubaki salió de la habitación asegurándose mínimo 20 veces antes de llevar el anillo en su bolso, cuando llegó al primer piso se topó con las chicas que terminaban de arreglar a Rin la cual se veía tan linda que dejó a la peli-plata boquiabierta, el vestido blanco con falda amplia la hacía ver como una linda princesa, llevaba un hermoso collar con un corazón de plata, un velo blanco sujetado por una rosa plateada en el costado derecho de su cabeza y su cabello suelto pero con caireles.
Tsubaki: Rin! Te ves hermosa! Estoy reconsiderando la idea de robarme a la novia!
Kanna: Reconsiderando?
Tsubaki: Pues obviamente ya lo había pensado, te ves bellísima! Bueno, todas se ven hermosas!
Rin: Tu también! Te ves hermosamente ruda. *Sonrió*
Tsubaki: Perfecto!
Ayame: Bueno, veamos, el vestido es lo nuevo, el collar es usado, la liga debajo del vestido es azul… Qué más falta?
Sango: Algo prestado…
Tsubaki: Ten. *Sacó un anillo de su mano que tenía una frase en otro idioma*
Rin: Es hermoso, que dice?
Tsubaki: “Vive sin mirar atrás” Es mi mantra!
Rin: Me parece muy buena frase, te lo regresare cuando acabe la boda.
Tsubaki: Claro, no te preocupes! Ahora vámonos!
Finalmente las chicas salieron de la casa donde una limusina radiante color negro las esperaba, ese fue un detalle de parte de Jaken el jefe de Sesshoumaru, subieron y partieron rumbo a la iglesia, luego de un fácil trayecto llegaron al lugar donde ya todos los invitados esperaban ansiosos, aunque no eran muchos los padres de los Taisho exigieron que la ceremonia religiosa debía ser elegante como todo lo demás, afuera estaban los chicos que entrarían con sus respectivas novias pero no estaba el señor Inu Taisho con quien se supone Rin entraría hasta el altar.
Inuyasha: Rin! *Corrió a abrazarla* Te ves… No tengo palabras!
Rin: Muchas gracias, pero… Inuyasha… Y dónde está tu papá?
Inuyasha: Cambio de planes, el viejo ya está adentro, yo seré quien te entregará en el altar. *Sonrió*
Rin: Qué?!
Inuyasha: Oye, quién mejor para amenazar a Sesshoumaru y decirle que te cuide bien que yo? *Vio que a la chica se le humedecían los ojos* No! No llores!
Rin: No me digas que no llore o llorare más! *Sollozó* Te quiero mucho! *Lo abrazó con fuerza*
Tsubaki: Yo entraré con Kagome! Soy un damo de honor!
Kagome: Eres una loquita, anda, vamos.
Las chicas se pusieron en fila a lado de sus compañeros y Tsubaki, entraron a la iglesia, cuando Irasue vio a Rin tomada del brazo de Inuyasha comenzó a llorar de la alegría, Sesshoumaru estaba impresionado, nunca había visto a su amada tan radiante y tenía dibujada una sonrisa que ahora no podría quitarse de la cara, finalmente los otros dos llegaron frente a él y su hermano le entregó la mano de su prometida.
Inuyasha: Más te vale que la cuides y si la haces llorar o te atreves a lastimarla de cualquier manera te voy a partir la cara para luego romperte las piernas.
Sesshoumaru: Tenías ganas de decir eso, verdad?
Inuyasha: No sabes cuantas. *Sonrió y fue a sentarse con los otros*
Sesshoumaru: Te ves hermosa.
Rin: Y tu guapísimo!
El peli-plata no se resistió y le robó un beso “Hey, todavía no te dan permiso de besar a la novia!” gritó Inuyasha haciendo reír a todos, Sesshoumaru la tomó de la mano y comenzaron la ceremonia, cuando finalmente el padre dijo “Puede besar a la novia” el novio miró a su hermano como si le pidiera permiso, “Si, ya puedes besarla!” contestó el menor con tono burlón.
Rin dio un leve salto para alcanzar a besarlo haciéndolo sonreír, luego del beso salieron de la iglesia donde todos los felicitaron, elogiaron y abrazaron.
Inuyasha: Miroku… Estabas llorando?
Miroku: Claro que no! Es que me cayó tierra en el ojo, tú que sabes?
Sango: Es el emocional de la relación.
Naraku: Felicidades princesa, hoy te conviertes en una reina.
Rin: Gracias, Naraku! *Lo abrazó*
Inuyasha: Aléjense de mi hermanita, bestias, Rin, ahora si somos una familia con papeles y todo!
Rin: Y todavía deberás de cuidarme hasta que nazcan nuestros bebés!
Inuyasha: Eso no es ningún problema!
Tsubaki: Hey! Inu-bobo, ven aquí! *Al acercarse el peli-plata le dio el anillo en la cajita* De la que te salvé, no? *Le guiñó el ojo*
Inuyasha: Te debo una Tsubacca. *Le dio un abrazo y la estrujó*
Tsubaki: Awww! Me vas a quebrar algo! Suéltame!
El peli-plata sonrió y la dejó en el suelo, cuando ya todos habían felicitado a la pareja subieron a los autos dirigiéndose a un terreno privado donde había una enorme mansión y un jardín decorado con unas tiendas color blanco, había sillas, mesas y un gran escenario pues Inuyasha había dejado más que claro que ellos se harían cargo de la música.
En cuanto llegaron el menor de los Taisho prácticamente corrió al escenario y los chicos lo siguieron, cada quien preparó su instrumento, cuando estuvieron completamente afinados Inuyasha tomó el micrófono.
Inuyasha: Esta canción es para ustedes y creo que es perfecta para celebrar la ocasión, los quiero, de verdad espero que sean muy felices!
(Ooh, Ooh-Ooh, Ooh)
I had a dream so big and loud
I jumped so high I touched the clouds
Whoa-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh (Whoa-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh)
I stretched my hands out to the sky
We danced with monsters through the night
Whoa-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh (Whoa-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh)
I'm never gonna look back, Whoa-Oh
Never gonna give it up, No-Oh
Please don't wake me now
(Ooh, Ooh-Ooh, Ooh)
This is gonna be the best day of my life
(Ooh, Ooh-Ooh, Ooh) My li-i-i-i-i-i-ife
(Ooh, Ooh-Ooh, Ooh)
This is gonna be the best day of my life
(Ooh, Ooh-Ooh, Ooh) My li-i-i-i-i-i-ife
(Ooh, Ooh-Ooh, Ooh) Whoo
(Ooh, Ooh-Ooh, Ooh)
I howled at the moon with friends
And then the sun came crashing in
Whoa-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh (Whoa-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh)
But all the possibilities
No limits just epiphanies
Whoa-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh (Whoa-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh-Oh)
I'm never gonna look back, Whoa-Oh
Never gonna give it up, No-Oh
Just don't wake me now
(Ooh, Ooh-Ooh, Ooh)
This is gonna be the best day of my life
(Ooh, Ooh-Ooh, Ooh) My li-i-i-i-i-i-ife
Rin besó a Sesshoumaru completamente alegre, esa canción la ponía de muy buen humor y sabía que como decía la canción, ese sería uno de los mejores días de su vida, “Te amo, Rin” dijo el peli-plata de nuevo perdiéndose en sus labios, cuando terminaron la canción fue Tsubaki quien le arrebató el micrófono a Inuyasha, “Lo siento, Inu-bobo, no te dejaré todo el espectáculo a ti!” le sacó la lengua y comenzó a cantar “I will never let you down” de Rita Ora.
Por fin llegó el momento de bailar, Sesshoumaru tomó el brazo de Rin y la llevó a la pista de baile, cuando estaban en medio de la danza la chica se dio cuenta de que sus amigas lloraban al igual que Irasue.
Rin: Y se supone que la hormonal soy yo.
Sesshoumaru: Es que te ves preciosa.
Rin: Jajaja, no dirás lo mismo cuando engorde y este comiendo como loca.
Sesshoumaru: Ya comes como una loca y aunque engordarás yo te amaré siempre.
Rin: No, Sesshoumaru! No me dejes engordar!
Sesshoumaru: Bien, cuando te pase la cuarentena te pondré a correr todas las mañanas.
Rin: Eso está mejor! *Sonrió* Te amo, te amo como nunca podría amar a nadie más!
Sesshoumaru: Y yo a ti, aún cuando te cargas a Inuyasha como guardaespaldas.
Rin: Pues no tienes de que preocuparte, o si?
Sesshoumaru: Pues… Si te hago llorar de la risa o te lastimo por accidente mientras hacemos el amor… Aplica su amenaza? *Vio a su mujer soltar una carcajada*
Rin: Tal vez… Pero esperemos que eso nunca lo sepa. *Sonrió y lo besó nuevamente*
Cuando terminaron de bailar fue el turno de Inuyasha de bailar con ella, luego los Silver Demons e Inu Taisho, incluso Tsubaki bailó con Rin pero no duró más de 2 minutos pues no aguantaba la mirada intimidante de Sesshoumaru.
Después de la hora de la cena Inuyasha tomó el micrófono nuevamente, saludó a los presentes algo nervioso, se notaba el temblar de su voz, Rin miró a Sesshoumaru como cuestionándole lo que sucedía pero el solo se encogió de hombros y sonrió mirando a su hermano.
Inuyasha: Bueno, yo… No deseo opacar este día tan feliz para esta nueva parte de la familia, en realidad yo… Espero que el día de hoy quede marcado por más de una alegría en mi vida, es por eso que quiero hacer algo muy importante… Kagome, ven!
La chica se quedó sorprendida, no sabía de que se trataba eso, ya muchas veces se había ilusionado con la idea de que Inuyasha le pidiera matrimonio que en ese momento ni siquiera le cruzó la idea por la cabeza, subió al escenario y notó un extraño brillo en los ojos de su novio, cuando éste se hincó apoyándose en una rodilla Kagome sintió el aire salir de sus pulmones y que los ojos se le llenaban de lagrimas.
Inuyasha: Kagome, quieres casarte conmigo?
Kagome: SIIIII!!! SI QUIEROOO!!!
“KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!” Rin amenazaba con quedarse sin pulmones al igual que todas las demás chicas, los presentes aplaudieron, ni siquiera los Silver Demons sabían de sus intenciones así que fue una sorpresa para todos excepto Sesshoumaru y Tsubaki.
Rin: Amor! Es el mejor día de todos! *Sonrió*
Sesshoumaru: Todavía falta la luna de miel … *La miró con picardía*
Rin: Oh, Señor Taisho, eso es lo que más espero. *Le robó un beso*
Siguieron celebrando hasta que llegó la hora de que los novios se fueran al aeropuerto, aprovecharían para irse a comparación de otras veces a unas montañas donde disfrutarían en una cabaña lejos de todo. Por fin eran marido y mujer.

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