46 accidente

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El domingo después del concierto Rin había quedado con los chicos de ir a visitar la tumba de sus padres, pero luego de aquella pelea entre Kagome e Inuyasha no se sentía de humor como para hacerlo, estaba muy enojada, el peli-plata y Tsubaki les habían explicado a todos la situación, pese a que había culpa de parte de los dos en realidad lo que le molestaba a ella era que su amiga se hubiese puesto como loca sin escuchar la verdad de lo que había pasado y mucho más la hacía rabiar que no le contestara las llamadas, los mensajes y sobre todo que no las hubiera recibido cuando fueron a visitarla. Inu e Irasue habían llegado con ganas de celebrar la noticia del embarazo, pero el estado de depresión en el que se encontraba el menor de los Taisho afectaba a todos los demás.
Irasue: Inuyasha, tienes que comer algo. *Veía a su hijo que tenía su cabeza apoyada en la mesa*
Inuyasha: No tengo hambre…
Inu: No desprecies la comida de tu madre, aparte no te hace ningún bien pasar hambre.
Inuyasha: Enserio no tengo ganas de comer nada.
Sesshoumaru: No ha intentado hablar contigo?
Inuyasha: No, me borró de todas las redes sociales y tiene apagado su celular.
Rin: Muy bien! Ya me cansé! *Se puso de pie* Voy a ir a casa de Kagome y voy a derribar esa maldita puerta si es necesario! *Se dirigió a la puerta mientras todos la veían con sorpresa*
Inuyasha: Rin… *Suspiró y se puso de pie logrando detenerla aún dentro de la casa* Deja las cosas como están.
Rin: Es que tú no sabes cómo me duele verte así! *Lo abrazó y se puso a llorar*
Inuyasha: No te pongas así… *Correspondió el abrazo* Aparte… No creo que Kagome la esté pasando mejor que yo…
Rin: Pero ella está sufriendo porque quiere. *Sollozaba*
Inuyasha: Mejor vamos a esperar a que pase el coraje y luego hablare con ella, de acuerdo?
Rin: Esta bien…
Irasue: Vamos chicos, hay que salir un rato, debemos celebrar… Estoy alegre de que voy a ser abuela gracias a mi hijo mayor y a una de las niñas más hermosas del mundo. *Abrazó a la chica*
Rin: Gracias.
Inu: Y eso sin mencionar el compromiso. *Sonrió*
Irasue: Es cierto, cuando piensan casarse?
Sesshoumaru: Estábamos pensando en unos dos meses.
Irasue: Pero las invitaciones? Y los preparativos?
Sesshoumaru: Mamá… No queremos que sea algo grande… Será privado, solo los amigos cercanos, algunos compañeros de trabajo y a mi jefe…
Inu: Es lo justo, ese hombre ha sido muy considerado con ustedes.
Sesshoumaru: Si, por eso lo tomé en cuenta.
Irasue: Bueno, pero yo tengo que ayudar en todo, ayudar a Rin a conseguir su vestido de novia! KKYYYAAAAAAAAAAAAAAAA!!! *Sus ojos brillaron de la felicidad*
Inuyasha: Ahora vas a poder desquitarte las ganas que tenías de haber tenido una hija.
Irasue: Si. *Abrazó con más fuerza a Rin*
Rin: Gracias por todo. *Correspondió el abrazo con ganas porque definitivamente su futura suegra se había convertido en una segunda madre* Ustedes han sido lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.
Inu: No se diga más, arréglense todos porque vamos a salir, formales, Inuyasha…
Inuyasha: Oye, yo también puedo ser formal, viejo.
Irasue: Ni en tus graduaciones te he visto así.
Inuyasha: Es que… No te has ganado el privilegio… *Sonrió*
Irasue: Anda ya, a cambiarse.
Los menores fueron al segundo piso y se cambiaron la ropa, Sesshoumaru vestía un traje negro con una corbata amarilla y camisa blanca, Inuyasha vestía igual excepto que su corbata era roja, Rin se puso un vestido de corset blanco y falda negra algo esponjada. Salieron de la casa, hasta ese momento ninguno de los hermanos Taisho se había dado cuenta de que sus padres habían llegado en dos autos diferentes.
Inuyasha: Y eso? Creí que venían en el mismo auto.
Sesshoumaru: No es más práctico moverse en uno?
Inuyasha: Van a divorciarse?
Irasue: No seas tonto, Inuyasha, es que este auto... *Dijo señalando un auto lujoso negro*  Es para tu hermano.
Sesshoumaru: Eh?
Rin: WWUUUUAAAAAAAAAA!!!
Inuyasha: Le van a regalar un auto? Yo tuve que comprarme mi Jeep con mi propio dinero.
Inu: Eso fue por puro capricho tuyo, sé que si por Sesshoumaru fuera se andaría en taxi o a pie a todos lados, pero ahora que va a tener un hijo tiene pensar mejor como moverse de un lugar a otro.
Irasue: Tiene que llevar a Rin a las consultas medicas, a comprar cosas para el bebé, ir a su trabajo, etc, etc.
Sesshoumaru: No lo había pensado…
Inuyasha: Se nota.
Rin: Amor… Tú… Sabes conducir? *Preguntó confundida*
Sesshoumaru: Sí.
Inuyasha: Tiene licencia.
Rin: Enserio? Enséñamela! *Su novio sacó la cartera y le mostró la tarjeta* WWUUUAAAAAA!!! Te ves tan guapo!
Inuyasha: De qué estás hablando?
Rin: Todos salen feos en sus identificaciones… A ver la tuya…
Inuyasha: No quiero!
La chica sonrió y se imaginó que él si había salido mal, se subieron en dos de los autos dejando el jeep de Inuyasha en la casa, fueron a cenar a un restaurante de los mejores en la ciudad y estuvieron platicando de todo, a Irasue le encantó saber cómo su hijo mayor le había propuesto matrimonio a Rin pese a que ya se había enterado por los medios que hablaron sobre el concierto de los Silver Demons. Inuyasha logró distraerse un rato pero de cualquier manera no se sentía alegre, su sonrisa escondía algo de tristeza, todo lo que hablaban le hacía recordar aquel terrible momento y las palabras de Kagome.



Pasaron tres días, en todo ese tiempo Kagome no había asistido a las clases, seguía encerrada en su casa sin hablar con nadie más, ya era de noche, estaba en su cama viendo algunas fotos de ella e Inuyasha en su celular pensando en si debía borrarlas o no, en ese momento escuchó que alguien tocaba su ventana, eso no era posible, estaba en un segundo piso y no había manera de que alguien subiera por ahí.
Se levantó, abrió la ventana y en ese momento Tsubaki apareció sorprendiéndola “Hola!” gritó la peli-plata con una sonrisa en la cara y Kagome con una mirada asesina sujetó el extremo de la escalera que la otra chica había usado para trepar hasta ahí.
Kagome: Dime, por qué no debería aventarte con todo y la escalera?
Tsubaki: Porque amas a Inuyasha y él te ama a ti! He venido a arreglar las cosas, no me gusta que mi amigo este mal por una tontería!
Kagome: Pues tal vez si no te desvistieras frente a las personas que no debes…
Tsubaki: A ver, niña, vamos a dejar muy en claro unas cuantas cosas, vale? *La otra hizo una mueca pero igual se dispuso a escucharla* En primer lugar…
Kagome: A ver… Espera un momento… Cómo sabías donde vivía yo? Y de dónde sacaste la escalera?
Tsubaki: La escalera me la prestó tu vecino,  tu dirección Naraku me la dijo… Y me hizo un croquis horrible que me hizo perderme como por horaaasss!!!
Kagome: Conoces bien a Naraku?
Tsubaki: Claro que sí! Soy amiga de los tarados desde que estábamos en preparatoria… Espera un momento…
Kagome: La… Preparatoria… Tú eres… Suki?
Tsubaki: Tú eres la ñoña! La prima de Kikyo!
Kagome: *Sujetó la escalera de nuevo* Vuelve a decirme ñoña!
Tsubaki: No! Perdón! No me tires! *Sonrió nerviosamente* Entonces Inuyasha terminó con Kikyo para andar con su prima, ese pillo… Pero debo decir que tú eres mucho más hermosa que ella!
Kagome: Cómo que hermosa?
Tsubaki: Ok… Rewind! Volvamos al tiempo en esta misma plática… En primer lugar! Yo no soy una mujerzuela! Solo a veces pero solo con MU-JE-RES…
Kagome: Cómo?
Tsubaki: Oshh mujer! Tengo que gritarlo? Soy lesbiana!!! Entiendes?
Kagome: Ah? Pero… Lo del camerino…
Tsubaki: Eso es el punto número dos! Inuyasha siempre me ha visto como un amigo, como un chico, por eso nunca me ha dado pena que me vea desnuda… A parte de que mis pechos no son la gran cosa… *Dijo llevándose las manos a la blusa*
Kagome: Bueno… Yo…
Tsubaki: Mira, te voy a decir las cosas como son, Inuyasha se entrega por completo cuando quiere a alguien, por esa razón aguantó durante tantos años a Kikyo, está metido de lleno en su carrera como músico es por eso que no tiene ni cabeza ni tiempo para andar jugando con chicas y créeme que de seguro fanáticas no le faltan, así que deberías de dejar todas aquellas tontas inseguridades que te rodean la cabecita y entender que tienes a un increíble chico que es solo para ti, es una persona leal, lo quiero porque nunca juzga a los demás, sin importar los problemas que tengan o como sean.
Kagome: Tienes razón… Lo siento… *Agachó la mirada*
Tsubaki: No es conmigo que tienes que disculparte… Ah y no le digas al estupidin que le dije increíble o luego no lo voy a aguantar. *Sonrió*
Kagome: Si debo de disculparme contigo porque te llame mujerzuela.
Tsubaki: Ya te dije que a veces lo soy, pero en todo caso lo sería contigo… O con Rin… Esa chica es muy linda. *Bromeó*
Kagome: Esta embarazada.
Tsubaki: Maldita sea!
Kagome: Bueno, será mejor que entres, no puedes estar en esa escalera, pensarán que estás robando la casa...
Tsubaki: Tú y yo solas en tu habitación? *Sus ojos brillaron*
Kagome: Mmm…. Mejor no, bájate y espérame afuera.
Tsubaki: Oshh… Ya me había emocionado. *Hizo una mueca*
La menor salió de la casa y se encontró con Tsubaki, hablaron de muchas cosas, de cómo cada una había conocido a Inuyasha, algunas locuras que vivieron juntos y sobre todo como fue lo del malentendido que hubo entre ellos, Kagome entendió que había hecho muy mal en gritarle todo aquello, que lo había lastimado y que él estaba sufriendo por su culpa, “Será mejor que hables con él, no es bueno que dejes pasar más tiempo” dijo la peli-plata, “Creo que tienes razón, mañana mismo hablaré con él!” comentó decidida a recuperar a su novio y disculparse con él, Tsubaki se alegró de escuchar eso y se despidió.


Al día siguiente en la mañana Rin estaba muy contenta, no solo porque se la pasó muy bien en la cena sino también porque había recibido un mensaje de Kagome en el que se disculpaba por su actitud y le pedía ayuda para poder hablar con Inuyasha, “Y ahora que tienes?” le cuestionó éste cuando subían al jeep para llevarla a la escuela.
Rin: Es que estoy feliz! Muy feliz!
Tomó asiento como una niña chiquilla y eso hizo sonreír al mayor, no importa cuán deprimido estaba, ella siempre le contagiaba algo de alegría, se colocaron los cinturones de seguridad y salieron de la casa, Rin puso la radio, había una canción de Rihanna que comenzó a cantar de una forma exagerada, tomaba la mano del peli-plata y gritaba a todo pulmón en los coros.
Palms rise to the universe
As we moonshine and molly
Feel the warmth, we'll never die
We're like diamonds in the sky
You're a shooting star I see
A vision of ecstasy
When you hold me, I'm alive
We're like diamonds in the sky
At first sight I felt the energy of sun rays
I saw the life inside your eyes
So shine bright, tonight you and I
We're beautiful like diamonds in the sky
Eye to eye, so alive
We're beautiful like diamonds in the sky
Shine bright like a diamond
Shine bright like a diamond
Shining bright like a diamond
We're beautiful like diamonds in the sky!!!
Inuyasha: Eres una loca. *Sonrió*
Estaba viendo el semáforo esperando a que cambiara la luz, cuando por fin cambió a verde aceleró, un carro sonó el claxon detrás de ellos pero Inuyasha no entendió que lo estaban alertando, otro auto chocó contra ellos embistiendo el jeep desde el lado del copiloto.
Todo estaba negro, “Inuyasha! Amor! Despiertaaa! Inuyasha, reacciona!!” el peli-plata abrió los ojos, era la voz de Kagome quien pasaba por ahí cuando vio el accidente, su confusión solo duró unos segundos, recuperó la consciencia e inmediatamente volteó a ver a Rin, ella al parecer estaba inconsciente pero un hilillo de sangre le recorría desde la frente hasta el mentón.
Inuyasha: Rin! Mierda, mierda! Despierta, Rin, por favor! *Estaba en pánico absoluto*
Rin: Auu… Mi cabeza…
Inuyasha: Gracias a Dios! *Suspiró aliviado* Te duele algo? Estás bien?
Rin: Estoy bien, me pegué en la cabeza y me duele un poco la espalda.
Kagome: Estás segura?
Rin: Si… Estoy mareada. Qué fue lo que sucedió?
Kagome: Ese imbécil! Los chocó a propósito!
Inuyasha: Quédate quieta, Kagome, cuídala. *La chica asintió*
El peli-plata se bajó con cuidado del jeep, a éste no le había sucedido la gran cosa pues prácticamente era un vehículo blindado mientras que el otro estaba semi-destruido de la parte delantera, se acercó para ver al conductor que había cometido aquella locura y sus ojos se abrieron como platos al ver que se trataba de una mujer, pero no cualquier mujer… “K-kagura…” dijo aún atónito, ella estaba inconsciente, su cabeza estaba en el volante, por lo visto había resultado gravemente herida durante el choque pues en su cara y en sus manos había grandes rastros de sangre, casi todos los vidrios de su auto estaban rotos, definitivamente esa demente había intentado asesinarlos.

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