42 ¿que te sucede?

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Ya habían pasado dos años de aquellas increíbles vacaciones en la playa, Rin estaba muy cerca ya de terminar la universidad, solo le faltaban dos meses más de estudio al igual que a sus amigas Kanna y Kagome, estaba realmente feliz pues nada le haría sentir más satisfecha que terminar su  carrera como le había prometido a sus difuntos padres, Sesshoumaru seguía con su trabajo como abogado, lo habían ascendido así que ya ganaba más dinero que guardaba en secreto para cuando le pidiera matrimonio a Rin pues él se haría cargo de todos los gastos.
Inuyasha y los Silver Demons habían tenido un éxito total después del evento en la playa, como Myoga les prometió tuvieron giras alrededor del país así que ahora ganaban bien, terminaron sus estudios en la universidad de música, Inuyasha se compró un Jeep con el que ahora aprovechaba para salir los fines de semana y moverse con libertad a donde él quisiera, grabaron su disco y el público los aceptó muy bien, aunque claro como siempre la fama viene con su precio, se comenzaron a crear algunos rumores que no les cayeron para nada bien, el primero en caer en ellos obviamente fue Miroku, quien al andar de “amigable” con algunas chicas fue a dar en las portadas de revistas o artículos periodísticos como un mujeriego lo que causando que los problemas entre él y Sango se volvieran cada vez más fuertes.
El segundo fue Naraku pues alguien había aprovechado vendiendo la historia de que él era un ex-drogadicto, claro que no le dio importancia pues estaba completamente consciente de su antigua situación y Kanna estuvo siempre para apoyarlo contra aquellos habladores, Koga no tenía ningún problema excepto un día en que se embriagó y terminó peleándose con un reportero que hablaba mal de sus amigos, aquello fue suficiente para que lo tacharan de ser un chico problemático y violento.
El peli-plata y Kagome se habían mantenido a salvo de aquellas situaciones, claro que todos aquellos rumores sobre sus amigos les afectaban, recién habían terminado una gira y ahora se encontraban en la ciudad, la chica se esforzaba mucho para terminar bien con sus exámenes finales mientras que Inuyasha se encontraba descansando en su casa sentado en el sillón, seguía practicando todos los días canciones nuevas o mejorando las anteriores. Rin quien estaba en la mesa terminando unos apuntes lo miraba con curiosidad.
Rin: Inuyashaaa… Qué tanto haces?
Inuyasha: Mmm… Nada, estaba pensando en el próximo concierto.
Rin: Qué? Cuando va a ser?
Inuyasha: Ya te había dicho que en una semana.
Rin: Perdón, es que estoy muy distraída. *Sonrió* Pero tú estás raro. *Se sentó a su lado* Qué te pasa?
Inuyasha: La relación de Miroku y Sango está muy mal, no me gustaría que él decidiera dejar la banda… Pero tal vez sería lo mejor para que pudiera estar bien con ella.
Rin: Pero eso es  algo que él debe resolver, de cualquier manera no te preocupes, yo hablare con Sango sabes que ahora somos buenas amigas.
Inuyasha: Y pensar que al principio se odiaban.
Rin: No, no, no confundas las cosas, ella me odiaba a mí, recuerda que por tu culpa pensó que yo era una roba novios. *Le dio un leve golpe en el brazo*
Inuyasha: Si, lo recuerdo bien. *Sonrió*
Rin: Hoy verás a Kagome?
Inuyasha: No, está castigada.
Rin: Por qué la castigaste?
Inuyasha: Porque no me dijo que tenía tantos trabajos pendientes. No quiero que sea irresponsable, mucho menos en los últimos meses de la universidad.
Rin: Esa niña…
Inuyasha: A qué hora llega Sesshoumaru?
Rin: Pues, me mando un mensaje y dijo que en unas dos horas más, al parecer tienen que reunir toda la información del último caso en el que estuvieron trabajando.
Inuyasha: Bueno… Entonces, qué? Te animas a ver una película de terror conmigo?
Rin: Mmm… Bien! Pero si te atreves a asustarme te juro que te voy a morder.
Inuyasha: Te dije que no quería que te juntaras con el tonto de Shippo… Esa maña que tienes últimamente de morderme en el brazo de seguro la agarraste de él.
Rin: Es que me dan ansias. *Comentó divertida* Por cierto, no debe de tardar en llegar.
Inuyasha: Qué?! Shippo va a venir? Dios, qué hice para merecer esta tortura? *Preguntó dramáticamente*
Rin: Jajajaja, exagerado, ya no te molestamos tanto como antes.
Inuyasha: Ahhh, atacarme con harina y huevos llenos de confetti en mi cumpleaños te pareció poco.
Rin: Jejeje… Bueno, tal vez poquito, poquitititito. Pero tienes que aceptar que ese fue un buen día. *Lo abrazó*
Inuyasha: Si, lo fue, sobre todo porque me preparaste aquel pastel de chocolate con fresas. *Vio a la chica que estaba algo pensativa* Qué tienes?
Rin: No sé, últimamente he tenido muchas ganas de ir a visitar la tumba de mis padres, ya casi se cumplen tres años de su muerte…
Inuyasha: Pues tú solo tienes que decirnos y podemos ir cuando quieras, no estés triste, bien?
Rin: Si. *Sonrió levemente y el peli-plata le dio un beso en la frente*
Inuyasha: Bueno, voy a preparar las palomitas para ver la película, ni te atrevas a huir, de acuerdo? *La chica asintió*
Después de 3 minutos el chico regresó con un tazón lleno de palomitas, puso la película de terror y se cubrieron con una manta, a pesar de que Inuyasha ya tenía 22 años le gustaba seguirse portando como un chiquillo cuando estaba con Rin a quien definitivamente ya había adoptado más como una hermana que a Sesshoumaru. La película se llamaba “Sinister”, la menor ya estaba traumada y lo abrazaba con fuerza, el peli-plata ya alucinaba la maldita canción que parecía metérsele en el subconsciente poniéndolo nervioso, justo cuando iba a pasar algo aterrador a un lado de ellos se escuchó un grito y ambos saltaron completamente atemorizados, él soltó un golpe y solo se escuchó un “Auch!” Prendieron la luz y Shippo quien ahora tiene 10 años estaba en el piso sobándose la cabeza.
Shippo: Por qué me pegas?!
Inuyasha: Cómo se te ocurre asustarnos, pequeño tonto?!
Shippo: Ah, pero te asuste! *Sonrió*
Inuyasha: Da gracias a que no te lance algo como el tazón de vidrio!
Rin: Shippo!!!
Shippo: Riny!!! *Se lanzó a sus brazos* Te extrañe mucho!
Rin: Yo también, que bueno que viniste!
Shippo: Mis papás me dejaran aquí mientras ellos atienden sus negocios, creo que solo serán dos días…
Rin: Aunque sea poco tiempo nos divertiremos mucho. *Sintió la mirada asesina del peli-plata* Y molestaremos mucho a Inuyasha.
Inuyasha: Uy, que emoción. *Comentó sarcásticamente*
Shippo: Inuyasha, te vi en una revista! Mi mamá dijo que hablaban muy bien de ti! Y también estaba Naraku… Aunque… *Bajó la mirada* Mi papá dice que no le agrada… *Inuyasha tensó la mandíbula molesto no con el niño sino con aquellos que escribían aquellos terribles rumores*
Rin: Escúchame, Shippo, nunca vayas a creer por completo lo que dicen en esas revistas, a veces los que escriben eso son personas envidiosas y cueles que solo quieren lastimar a las personas, Naraku es bueno, lo sabes, no? *El chiquillo asintió* Entonces eso es lo que realmente importa.
Shippo: Si! Yo quiero mucho a Naraku!
Rin: Yo también! Porque al igual que Inuyasha es un loquillo talentoso. *Vio al mayor y éste sonrió*
Inuyasha: Pero yo soy mejor.
Shippo: Claro que no, Naraku es mejor que tú.
Inuyasha: Tú que sabes, niño? *Le dio un leve golpe en la frente*
Se quedaron platicando un rato hasta que Sesshoumaru llegó y Rin corrió a recibirlo como siempre, él la abrazó con fuerza dándole un beso apasionado que la hizo sonreír pues parecía que no la había visto en días.
Sesshoumaru: Por qué esta todo apagado?
Rin: Es que Inuyasha y yo estábamos viendo una película de terror.
Sesshoumaru: Rin, sabes cómo te pones cuando ves esas películas.
Inuyasha: Bien que no te quejas cuando termina durmiéndose en tu cuarto. *Dijo desde la sala y su hermano sonrió*
Shippo: Rin duerme en el cuarto de Sesshoumaru?
Rin: Inuyasha! *Se sonrojó*
Sesshoumaru: Shippo está aquí?
Rin: Si, vino de visita solo por dos días.
Sesshoumaru: Eso espero.
Rin: No seas cruel. *Sonrió y le dio otro beso*
Todos se sentaron a la mesa para cenar y Rin le comentó también su plan de ir a visitar la tumba de sus padres, el mayor de los Taisho no le vio nada de malo a eso, pocas veces la chica tenía días llenos de melancolía, aceptó y quedaron en que al día siguiente del concierto de los Silver Demons irían a visitarlos. Luego de cenar salieron un rato al jardín platicando y jugando en un columpio que habían colgado de un árbol pues a ella le había gustado después de ver el de la universidad y el que estaba en casa de sus tíos en Inglaterra.
Se fueron a dormir pero Rin se sentía rara, de verdad extrañaba mucho a sus padres, era un sentimiento tan fuerte que deseaba que no fuera una mala señal, no era por tristeza pues su relación con Sesshoumaru seguía siendo muy buena y apasionada, eso la hacía feliz al igual que pasar tanto tiempo con Inuyasha y sus amigos, tal vez era porque se acercaba la graduación y no los tendría a su lado en aquel día tan importante. Suspiró agobiada, abrazó a Shippo quien estaba ya profundamente dormido, después de unos minutos lo siguió cayendo en un sueño profundo.

A la mañana siguiente Rin se despertó para despedirse de Sesshoumaru quien se iba al trabajo, ella y Shippo se pusieron de acuerdo para molestar al otro peli-plata, tomaron unas pistolas de agua que la chica había guardado luego de una travesura que le habían hecho anteriormente, cuando Inuyasha salió de su habitación fue atacado por ambos, estaba muy adormilado y que lo hubiesen tomado por sorpresa lo hizo enfurecer. “Maldita sea, Rin! No empiecen a molestar!” La chica se quedó como piedra, sus ojos se humedecieron y puso una cara tan tierna que dejó desarmado al mayor para después echarse a llorar.
Inuyasha: Rin?
Shippo: Deja a Riny! La haces llorar!
El chico se quedó confundido, usualmente Rin le hubiera sacado la lengua y le hubiera dicho algo como “Amargado” pero nunca esperó que reaccionara de esa manera, “Quítate, mocoso” alejó a Shippo y la abrazó, “Rin, sabes que estoy jugando, por qué te pones así?” le preguntó tratando de consolarla pero parecía que ella no podía dejar de llorar, la dejó así un rato y el chiquillo también se acercó para abrazarla, cuando ya por fin la vio más calmada se sentó con ella en el sillón de la sala.
Inuyasha: Ya estás mejor? *Le limpió algunas lagrimas*
Rin: Perdón, no sé por qué me puse así…
Shippo: Es porque Inuyasha es un tonto!
Inuyasha: Cállate o te juro que duermes afuera.
Shippo: Rin! Míralo! Me está molestando! *La chica soltó una risita*
Inuyasha: No me asustes así, me sentí como el peor villano del universo, no me gusta verte llorar.
Rin: Perdóname, creo que fue solo por la melancolía, no lo volveré a hacer. *Lo abrazó* No eres un villano, te quiero mucho. *Le dio un besito en la mejilla*
Inuyasha: Bueno, eso me hace sentir mejor, voy a bañarme, hay que ir a hacer las compras, de acuerdo?
Rin: Bien, te preparare algo para desayunar y después me voy a bañar yo.
El peli-plata subió a darse un baño, Shippo se quedó junto a Rin en la cocina, ella estaba sacando algunas cosas del refrigerador cuando repentinamente sintió que todo le daba vueltas, trastabillo, se sostuvo de un mueble para no caerse y el niño se acercó algo preocupado.
Shippo: Riny! Estás bien? *Preguntó con angustia*
Rin: Ah… Si, Shippo, no te preocupes, es solo que me sentí mareada.
Shippo: Me dio miedo! Una vez mamá se desmayó y no supe que hacer…
Rin: Descuida, ya estoy mejor, me ayudas? *Sonrió*
Shippo: Si! *Contestó alegre*
La verdad es que la chica se quedó algo preocupada, nunca le había pasado algo así, si no se hubiera sostenido de aquel mueble lo más seguro es que hubiera terminado inconsciente en el suelo, respiró profundamente y mejor se puso a terminar lo que hacía, cuando Inuyasha bajó lo acompañaron mientras comía, hicieron una lista para las compras, cuando acabó los otros dos arreglaron también y salieron de la casa.
Pasaron un rato por el parque donde se encontraron a Kanna y Naraku, éste último recibió un afectuoso saludo de parte del niño cosa que alegró a Inuyasha, platicaron sobre el próximo concierto y Kanna rápidamente se ofreció a tomar fotos del evento cosa que estaba implícita pues ella ya era prácticamente conocida por todo el staff como la fotógrafa oficial de la banda.
Se despidieron y fueron a hacer las compras, regresaron a la casa para jugar videojuegos un rato, luego limpiaron juntos la sala, el recibidor, la cocina y cuando terminaron ya era de noche, faltaba una hora para que Sesshoumaru regresara, estaban sentados viendo la tele y la chica comenzó a ponerse muy inquieta.
Inuyasha: Rin, si no me dices que te sucede te juro que voy a asfixiarte con un cojín.
Rin: Inuyasha, tengo muchas ganas de un helado, podemos ir a comprar uno?
Inuyasha: Fuimos a comprar todo en la tarde! Por qué se te ocurre hasta ahora?
Rin: Es que me muero por un helado, por favor, por favor!!! *Le puso ojos de cachorro*
Inuyasha: Que demonios te ha estado sucediendo en todo el día?!
Rin: No seas malitoooooo… *Lo abrazó*
Inuyasha: Bien! Bien! Ya, tomen sus cosas y vamos por el maldito helado.
Shippo: Qué bien!!!
La chica sonrió como una niña pequeña, se arreglaron y salieron de nuevo de la casa, se fueron en el jeep rumbo a una heladería cercana que para su suerte seguía abierta, el peli-plata veía de reojo a la chica, parecía que su humor se estaba poniendo muy inestable, iban caminando rumbo al vehículo cuando su teléfono sonó.
Sesshoumaru: Inuyasha, dónde están?
Inuyasha: Vamos para la casa, estábamos en la heladería, la loca de tu novia tiene antojos extraños. *Enmudeció en cuanto terminó de decir esa frase*
Sesshoumaru: Bien, ya estoy en la casa, aquí los espero.
Entonces Inuyasha cayó en cuenta, tuvo que decirlo en voz alta para darse una idea de lo que sucedía, siendo que al principio sintió que ella estaba haciendo todo aquello solo por volverlo loco ahora tenía la una ligera sospecha de algo que la chica ni siquiera estaba consciente, pero si él estaba en lo correcto, Rin lo haría tío en poco tiempo.

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