El sábado Rin se despertó algo confundida, “Fue un sueño?” se preguntó pues aquel beso que se dieron en el concierto era demasiado bueno para ser verdad, se sonrojó y vio que efectivamente el día del concierto ya había pasado, se quedó sentada en la cama, ahora no sabía cómo actuar frente a Sesshoumaru, ya había tenido novio antes en sus tiempos de preparatoria, pero una cosa era tener a una pareja y otra muy diferente era vivir con él, se puso roja cuando muchas ideas locas empezaron a pasar por su mente, vio el reloj y se dio cuenta de que eran las 10, lo más seguro era que su novio ya estuviera en el trabajo.
Entró al baño a lavarse la cara, bajó al primer piso y justo al entrar a la cocina se topó con Sesshoumaru no pudo evitar inmediatamente mostrar una amplia sonrisa, el sonrió también y la recibió con un tierno beso.
Inuyasha: Hey, hey! Nada de comer pan frente a los pobres! *Su hermano mayor sonrió y siguió cocinando el desayuno*
Rin: Si, claro… Pobre… No nos dijiste como te fue ayer en la cita con Kagome!
Sesshoumaru: Es cierto, como te fue con ella? *Su hermano menor suspiró* Mal?
Inuyasha: Mehh… No exactamente… Solo digamos que fue una cita nada convencional…
Rin: Qué pasó? Cuéntame! *Se mostró demasiado curiosa*
Inuyasha: Bueno….
------------------------------------FlashBack----------------------------------------
Inuyasha estaba sentado en una banca del parque en el que había quedado de encontrarse con Kagome, estaba algo distraído, empezó a preguntarse a dónde sería bueno ir con ella, no le gustaba ser de esos chicos que no tenían un plan pero realmente no sabía que le gustaba a la chica, luego le llegó la duda sobre que sería bueno platicar, no podría tocar un tema como el de su ex pues eso la ahuyentaría sin duda alguna, tampoco le parecía bueno hablar del pasado pues le recordaría lo mal que empezaron, se estaba haciendo garras en su mente y ya prácticamente se estaba despeinando al tratar de acomodarse las ideas en la cabeza.
“Inuyasha?” Escuchó la voz de la chica detrás de él y volteo a verla, como era un día que parecía tener un clima perfecto llevaba puesta una blusa de botones azul sin mangas, una falda blanca holgada de tela ligera, unos zapatos blancos no muy altos y una pequeña bolsa de mano color amarilla, Inuyasha en cambio llevaba una playera roja con el dibujo de alguna banda, una camisa negra encima desabotonada y remangada en los brazos, unos pantalones algo desgastados y unos tenis que parecían buenos para escalar negros.
Kagome: Te sientes bien?
Inuyasha: Ahhh… Sí, yo solo estaba intentando… Amm… Recordar una canción… *Sonrió*
Kagome: Ah, es bueno saberlo, pensé que estabas tratando de callar voces imaginarias en tu cabeza o algo así, te veías como un loco. *El chico no pudo evitar reírse*
Inuyasha: Bueno, a donde quieres ir?
Kagome: Qué te parece si primero vamos al cine y después a cenar?
Inuyasha: Muy bien, qué tipo de películas te gustan?
Kagome: Cualquier cosa.
Inuyasha: A ti si te gustan las de terror?
Kagome: Sí! Aunque nunca puedo ver esas películas cuando vengo con mis amigas al cine, en especial con Rin.
Inuyasha: Ni que lo digas, es una llorona! *Se burló*
Iban caminando por el parque cuando una ráfaga de viento fuerte hizo que a la chica se le levantara la falda y el peli-plata siendo como es no pudo evitar echar un vistazo, la chica estaba roja como un tomate cubriéndose lo más rápido posible.
Inuyasha: Te gustan… los gatitos? *Dijo sin realmente pensarlo*
Se llevó una tremenda bofetada por parte de la chica, siguieron caminando, él estaba algo adolorido de la cara pero por dentro estaba riéndose, Kagome en cambio no podía ni verlo a la cara, primero porque vio sus bragas con dibujos de gatitos y en segundo porque estaba arrepentida por haberlo golpeado.
Kagome: Perdón… No debí traer esta falda.
Inuyasha: Se te ve bonita. *Cuando la chica volteó a verlo se preocupó* NO ME GOLPEES! *Dijo cubriéndose pero la vio sonreír* Uff… Creí que ibas a darme otra…
Kagome: No seas tonto, ya te pedí perdón.
Inuyasha: Gracias al cielo…
Kagome: Ah, es cierto… *Buscó en su bolsa una USB y se la entregó* Aquí están algunas de las fotos que tomamos, todavía me faltan las de Kanna pero dijo que le faltaba poco para editarlas. *Sonrió*
Inuyasha: Bien! Muchas gracias! Por cierto, Kagome… No has pensado en vencer tu pánico escénico y cantar?
Kagome: Pues… Después de cantar ese día he estado intentando vencer mis miedos...
Inuyasha: De verdad sería genial poder cantar juntos, claro si a ti te parece.
Kagome: Me encantaría!
Llegaron al cine, vieron la cartelera y decidieron entrar a una película de terror, el peli-plata quiso ir a los asientos que estaban hasta arriba, iban subiendo las escaleras pero la chica se resbaló, jaló a Inuyasha de la camisa quien prácticamente cayó sobre ella y para colmó la falda se le había levantado, alrededor de 15 personas que ya estaban en la sala se les quedaron viendo con malicia, “Cubre a los gatitos” dijo Inuyasha ganándose otra cachetada por parte de una ya muy abochornada Kagome, esa falda se estaba convirtiendo en su perdición, sobre todo porque ahora cada vez que Inuyasha viera un gato se acordaría de ella.
Vieron la película en silencio hasta que hubo un momento en el que ella realmente se asustó y lo abrazó con fuerza.
Inuyasha: Y decías que la miedosa era Rin…
Kagome: Es que eso no me lo esperaba! *Dijo sin soltarlo*
Inuyasha: No te preocupes yo te defiendo del fantasma. *Sonrió*
Kagome: Si fuera real sería muy difícil que pudieras protegerme.
Inuyasha: Oye! Subestimas mis poderes!
La chica no pudo evitar reírse, se quedó abrazándolo y él no se opuso, volteaba a ver de vez en cuando a la chica con una sonrisa, realmente era linda y le gustaba eso de tener que cortejarla e irla conociendo poco a poco, había gastado 3 años de su vida con Kikyo y en ese tiempo dos de esos se habían ido en puras peleas agobiantes.
Kagome volteó a verlo a los ojos sonriéndole “En qué estás pensando?” le preguntó ella con curiosidad, “En que debimos comprar dulces” el chico solo le sonrió y volteó nuevamente hacia la pantalla, cuando salieron de la sala de cine se encontraron con Koga, Miroku, Sango y Ayame, estas últimas los miraron con sorpresa pues creían que el peli-plata estaba con Rin.
Sango: Ah… Entonces el problema no es Rin, eres tú. *Acusó al chico*
Inuyasha: Ya vas a empezar de nuevo? *Rodó los ojos*
Ayame: No es justo que estés jugando con las mujeres de ese modo! No sabes cuánto daño le hiciste a nuestra amiga!
Inuyasha: Fue la mejor decisión, pero no quieren entenderlo…
Kagome: Por qué tienen que actuar así? De verdad preferían tener que seguir escuchando a su amiga quejarse de su relación, terminar y luego ser feliz por dos días para después volver a repetir el proceso? Porque es lo que sucedía, o me equivoco? *Las dos se quedaron mudas* Entonces no se desquiten con Inuyasha y dejen que su amiga encuentre a alguien que realmente le corresponda como se debe.
Los hombres estaban callados y las mujeres siguieron caminando sin decir nada más, reflexionando pues podía que esa chica tuviera razón, Kagome sonrió, volvió a sujetar el brazo del peli-plata quien le respondió con una expresión similar, se despidieron de los chicos y se fueron a cenar.
Entraron a un restaurante de comida rápida donde pidieron unas hamburguesas, cuando iban a comer Inuyasha tomó la salsa de tomate en sus manos, por más que intentaba no lograba que saliera del envase, “Mejor pide otro” le dijo ella pero él siguió insistiendo como buen hombre de “Yo lo puedo todo” cuando por fin lo logró la salsa salió disparada hacia la ropa de la chica, esta estaba sorprendida por lo sucedido e Inuyasha ya estaba esperando el tercer golpe de la noche pero no llegó, Kagome suspiró resignada tratando de limpiarse la blusa y la falda.
Inuyasha: Perdón, Kagome, no quería que eso sucediera, perdón, perdón, perdón!
Kagome: Ya no importa… Me prestas tu camisa?
El chico sin objetar se quitó la camisa rápidamente y se la dio, la chica se puso de pie y se fue al baño, el peli-plata prácticamente de estaba dando de golpes contra la mesa pues sentía que toda la tarde había metido la pata una y otra vez, cuando Kagome regresó el volteó a verla sorprendido pues llevaba su ropa en mano y usaba algo parecido a un vestido negro.
Inuyasha: Y ese vestido?
Kagome: Es tu camisa.
Inuyasha: Qué? Cómo lo hiciste?
Kagome: No te preocupes no la corte, solo la acomode y la doble de cierta forma para que parezca un vestido, que te parece?
Inuyasha: Que se te ve mejor a ti que a mí. *Vio a la chica sonrojarse*
Terminaron de cenar y la llevó a su casa, se despidieron con un beso en la mejilla y un abrazo, pese a todo lo que había sucedido la chica le admitió que se había divertido mucho y que le gustaría repetirlo claro ya sin faldas ni accidentes con salsa de tomate.
----------------------------------Fin del FlashBack-------------------------------------------
Los otros dos se habían reído mucho con la historia pero al menos Inuyasha había salido bien librado de todo aquello y seguía ahora con más probabilidades el plan de conquistar a Kagome.
Rin: Qué bien, Inuyasha!
Inuyasha: De verdad me sorprende que no me haya mandado a volar desde que vi a los gatitos.
Rin: Eres un tonto! *Se echó a reír*
Inuyasha: La próxima vez lo hare mejor.
Sesshoumaru: Tienes que hacerlo…
Rin: Jajaja si, ya tienes el Strike One!
Inuyasha: Dudan mucho de mis habilidades de galán…
Rin: Pues hasta tú dudas de tus habilidades.
Inuyasha: Bueno. *Ya habían terminado de desayunar y se levantó de la mesa* Si quieren ver las fotos del concierto están en la computadora, yo me voy a bañar para ir a ver a los chicos.
Rin: Genial!
El menor de los Taisho lavó su plato y se fue a bañar, los otros dos también lavaron todos los trastes, se fueron a la sala prendieron la computadora, el chico no pudo evitarlo y mientras la computadora se encendía se acercó a besarla, ella le correspondió con una sonrisa.
Rin: Te juro que pensé que había sido un sueño.
Sesshoumaru: Yo también. *Volvió a besarla*
Rin: Y por qué no fuiste a trabajar hoy? *Recordó que los sábados el peli-plata también trabaja*
Sesshoumaru: Me dieron el día libre en el trabajo.
Rin: Entonces nos quedaremos tú y yo toda la tarde juntos?!
Sesshoumaru: Así parece. *Sonrió y la abrazó*
Ya estaban olvidando que tenían que ver las fotos, fue hasta que la computadora hizo un sonido para confirmar que había iniciado finalmente que le pusieron atención, Rin buscó la carpeta y encontró las imágenes, comenzaron a verlas, realmente eran increíbles. “Quiero esa” Decía Sesshoumaru cada vez que veía una foto en la que aparecía ella haciéndola sonreír, la chica se le acercó para darle otro beso “Ese es por haberme salvado esa noche” dijo recordando a la perfección el golpe que le había dado a Bankotsu.
Sesshoumaru: No iba a dejar que ese imbécil se te acercara.
Rin: Me di cuenta, aún recuerdo el sonido del golpe y hasta a mi me duele. *Sonrieron* Lo golpeaste porque estabas celoso?
Sesshoumaru: Mentiría si te digo que no.
Rin: Ah, entonces eres un celoso, Sesshoumaru.
Sesshoumaru: Y eso que no eras mi novia, así que pobre del que se te acerque ahora. *Hizo reír a la chica* Tú tienes la culpa por ser tan linda.
Rin: Ya no debo ser linda?
Sesshoumaru: Si, pero de preferencia solo conmigo. *Aprisionó nuevamente los labios de su novia*
Hasta ese momento los besos habían sido muy inocentes, quería hacerlo más apasionado pero en ese instante apareció su hermano de nuevo, “Hey! Apenas se hicieron novios ayer así que cuidado con los ataques de calentura!” la chica se puso toda roja y Sesshoumaru solo negó con una sonrisa.
Inuyasha se fue con sus amigos dejándolos solos, Rin se fue a dar un baño mientras el peli-plata puso su ropa a lavar y cuando la chica salió fue su turno de entrar al baño, ella se fue a la sala recibió mensajes de Kagome quien se moría por saber que impresión había dejado en el peli-plata, se quedaron platicando y le contó la noticia de que ahora ella ya era novia de Sesshoumaru, Kagome dejó de escribir y le llamó solo para gritarle de la emoción dejándola casi sorda.
Kagome: No puedo creerlo! Tengo que decirle a Kanna! Oh por Dios! KKYYYYYYYAAAAAAAAA!!! *Terminó la llamada*
Rin: Eso fue raro. *Dijo sonriendo*
Sesshoumaru: Qué fue raro? *Apareció poniéndose una playera*
Rin: Pues que le dije a Kagome que éramos novios y me gritó de la felicidad.
Sesshoumaru: Bueno, al menos le agrado la noticia. *Sonrió y se sentó a su lado*
Se pusieron a ver una película, cuando apareció una escena sexual el peli-plata vio que la chica iba a tomar el control y él se apresuró a tomarlo primero.
Rin: Sesshoumaru, dame el control!
Sesshoumaru: Dame un beso y puede que lo reconsidere… *Dijo estirando el brazo para que ella no pudiera alcanzarlo*
Rin: Tramposo… *Hizo un puchero*
Ella se acercó uniendo sus labios los cuales empezaron a moverse lentamente, Sesshoumaru se abrió camino entre ellos con su lengua y ella lo recibió profundizando aquel beso acariciando su lengua con la suya, se separaron viéndose a los ojos, Rin estaba ruborizada.
Sesshoumaru: Me gustan mucho tus labios.
Rin: Y a mí los tuyos, ya puedes cambiarle?
Sesshoumaru: Por qué te molestan tanto ese tipo de escenas?
Rin: Pues porque… *Desvió la mirada ruborizada*
Sesshoumaru: Rin… Acaso… Eres v… *La chica le tapó la boca con ambas manos*
Rin: No lo digas! *Estaba roja como un tomate*
El peli-plata solo sonrió y la abrazó, “No tienes por qué sentir vergüenza, eso te hace más atractiva” le dijo antes de volver a besarla, la idea de ser el primer hombre en la vida sexual de Rin realmente le encantaba, desde que estaba en preparatoria el chico no había estado con una virgen, Kagura tampoco lo era la primera vez que lo hicieron, el punto es que al ver lo nerviosa que era Rin tendría que ir acercándose lentamente e ir probando poco a poco haciéndola sentir segura, cambió la película a una comedia, se acostó en el sillón y la chica se recostó a gusto a su lado, la abrazó posesivamente y la besaba tiernamente a lo que ella correspondía con gusto.
Sesshoumaru: Te quiero mucho, Rin.
Rin: Y yo a ti, Sesshoumaru. *Sonrió para recostarse de nuevo en su pecho*
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polos opuestos
Fiksi PenggemarRin Hayashi es una chica de 17 años que recientemente quedó huérfana, al no tener más familia en el país su custodia pasa a los mejores amigos de sus padres, los Taisho, los cuales tienen que pasar casi todo su tiempo viajando, para que la jovencita...