El mayor de los Taisho regresó tan rápido como le fue posible a la casa, ahí había un taxi y el conductor parecía estar subiendo maletas en el portaequipaje, cuando entró se topó de frente con Rin quien tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, sobre todo porque Inuyasha le había suplicado que no se fuera cosa que la hizo romper en llanto, no deseaba dejarlos pero se veía completamente decidida a hacerlo.
Sesshoumaru: Rin, qué es lo que estás haciendo?
Rin: Me voy a Inglaterra, ya no puedo estar aquí más tiempo…
Sesshoumaru: No, no puedes irte, tenemos que hablar. *Dijo tratando de mantener la calma*
Rin: Creo que ya dijimos todo lo que había que decir, será mejor dejar las cosas así, yo soy una inmadura y tú vas a ser padre.
Sesshoumaru: Perdón por lo que te dije ayer, no fue mi intención.
Rin: Si, lo fue y lo entiendo perfectamente.
Inuyasha: Rin, por favor, piénsalo bien…
Sesshoumaru: Te lo ruego, no te vayas… *Trato de abrazarla pero ella se zafó inmediatamente*
Rin: Por favor, ya no me hagan esto, voy a irme y no pueden hacerme cambiar de opinión.
Sesshoumaru: Te amo, que no lo entiendes?
Rin: Ya no podemos estar juntos!
Sesshoumaru: De verdad? Es tu última palabra?
Rin: Si, lo es…
El peli-plata ya no pudo seguir discutiendo, sentía rabia, dolor e impotencia se hizo a un lado y la dejó pasar, a Inuyasha le enfadó mucho aquella actitud por parte de su hermano, pero solo pudo apretar los puños con coraje viéndola salir de la casa y subir al taxi para irse rumbo al aeropuerto.
Inuyasha: No puedo creer que la hayas dejado irse!
Sesshoumaru: No voy a obligarla a quedarse si no quiere estar conmigo.
Inuyasha: Deberías de luchar por ella, 3 años trataste que tu relación con una arpía como Kagura funcionara, ahora por fin encuentras a alguien que te hace feliz y renuncias a ella tan pronto como se presenta una dificultad? Eres un imbécil! El peor de los imbéciles! *Subió al segundo piso y cerró con fuerza la puerta de su habitación*
Su hermano se quedó ahí perplejo por lo que su hermano le había dicho, sintiéndose un cobarde, porque le daba miedo enfrentar a Rin y que ella dijera algo como que no lo amaba tanto como él a ella, sería la situación más terrible que pudiese imaginar, se sentiría destrozado, paso horas ahí sin moverse.
Durante su trayecto al aeropuerto Rin estuvo llorando, el dolor que la embargaba era tan fuerte como haber perdido a sus padres nuevamente, apagó su teléfono pues recibió llamadas de todos sus amigos pidiéndole que se detuviera de cometer aquella locura, sabía que escuchar a una sola persona más terminaría por desarmarla, buscó en su bolsa y se frustró al ver que había olvidado su reproductor de música, se sentó en la sala de espera con el boleto en mano y menos de una hora después partió en un avión rumbo a Inglaterra.
Al día siguiente en la mañana Inuyasha se despertó aún rogando que aquello fuese una pesadilla, inmediatamente se dirigió al cuarto de Rin, abrió la puerta y se encontró con una habitación vacía, se acercó a la ventana, suspiró con pesadez, abrió las cortinas para que entrara la luz, en ese momento miró a la cama y pudo ver dos pequeños cuadernos, “Pros y contras de Inuyasha” decía uno y “Pros y Contras de Sesshoumaru” aparecía en la portada del otro, un nudo se le formó en la garganta, había olvidado por completo las libretas, dejó la que pertenecía a su hermano en un mueble y se sentó en la cama para comenzar a leer la suya.
“Grosero, Fanfarrón, Narcisista, Tiene el ego muy elevado, Despistado, Burlón, Pervertido…” Empezó a reírse al leer todas aquellos contras que la chica escribió sobre él, tardó mucho tiempo viendo cada uno pues en la mayoría escribía el relato del por qué haciéndolo sonreír al recordar todo lo que habían vivido, “Maldita mocosa” pensó divertido, entonces pasó a sus pros.
“Divertido, gracioso, risueño, buen cocinero, amistoso, confiable… Muy buen cantante, todo un artista!..” sonrió nuevamente, esta vez con algo de melancolía, llegó a una página en especial “Bueno besando” su sonrisa se volvió aún más ancha “Esto lo escribí el día de Halloween pero de cualquier manera no dejes que Kagome o Sesshoumaru lo lean xD” apareció como una nota reciente, cortó esa hoja y la rompió dejándola en un buen recuerdo entre ellos dos, “Me cuida, me soporta, es confiable, solidario, sencillo” siguió leyendo hasta que sin darse cuenta empezó a llorar, todavía no pasaba ni un día y ya la extrañaba demasiado, se quedó ahí un largo rato hasta que llegó Sesshoumaru algo curioso por haber visto la puerta de aquella habitación abierta.
Sesshoumaru: Qué haces aquí?
Inuyasha: No te importa. *Limpió las lagrimas que había derramado*
Sesshoumaru: … *Vio a su hermano levantarse de la cama*
Inuyasha: Ten, esto es para ti. *Le dio la libreta que le correspondía pegándole con ella en el pecho y salió de la habitación*
El mayor había olvidado por completo todo lo relacionado a las dichosas libretas, vio que Rin había olvidado también aquel mp3 que siempre llevaba a todos lados, lo tomó y se regresó a su habitación para leer aquel cuaderno detenidamente, escribió todas las cosas importantes que habían vivido juntos, como los primeros contras aparecían “Gruñón, amargado, impaciente, irrespetuoso, irritable…” con cada recuerdo de como habían empezado con el pie izquierdo, siguió leyendo, “Gritón, JUM! Y yo que tanto me preocupo por él, ni sé porque me gusta tanto…” Escribió aquel día en que se habían peleado, cuando los terminó de leer entendió por qué la chica lo llamaba “Ogro”.
Pasó a los Pros, “Guapo, Inteligente, Caballeroso, Reservado, Muy muy muy en el fondo tiene un buen sentido del humor…” había tantas anotaciones divertidas que no podía evitar sonreír por ellas, “Es mi héroe, un celoso de primera… Muy bueno besando… Tierno… Perfecto para abrazar… Una fiera en la cama” tensó la mandíbula, deseando tenerla cerca, “Amoroso, será el mejor esposo del mundo…” recordó aquella noche en la que le pidió matrimonio y sintió que empezaba a desmoronarse por dentro, la libreta tenía como nota final “Sé que serás un muy buen padre” dejó aquel cuaderno en un mueble y se colocó los auriculares de Rin.
“Sun been down for days
A pretty flower in a vase
A slipper by the fireplace
A cello lying in its case
Soon she's down the stairs
Her morning elegance she wears
The sound of water makes her dream
Awoken by a cloud of steam
She pours a daydream in a cup
A spoon of sugar sweetens up
And she fights for her life
As she puts on her coat
And she fights for her life on the train
She looks at the rain as it pours
And she fights for her life as she goes in a store
With a thought she has caught by a thread
She pays for the bread and she goes
Nobody knows
Sun been down for days
A winter melody she plays
The thunder makes her contemplate
She hears a noise behind the gate
Perhaps a letter with a dove
Perhaps a stranger she could love
And she fights for her life
As she puts on her coat
And she fights for her life on the train
She looks at the rain as it pours
And she fights for her life as she goes in a store
With a thought she has caught by a thread
She pays for the bread and she goes
Nobody knows
Nobody knows
And she fights for her life
As she puts on her coat
And she fights for her life on the train
She looks at the rain as it pours
And she fights for her life as she goes in a store
Where the people are cleverly strange
And counting the change as she goes
Nobody knows”
Aquella canción le hizo recordarla, se quedó completamente dormido escuchándola al mismo tiempo en que pensaba en cual era la mejor manera de recuperar a Rin lo más pronto posible.
En Inglaterra, Rin llegó en taxi a la casa de sus tíos, era una casa muy grande, se sintió realmente ajena pues estaba acostumbrada a un hogar pequeño y acogedor así como su antigua casa o la de los Taisho, tocó el timbre, después de unos segundos la puerta se abrió, frente a ella apareció un chico de 20 años, piel clara, cabello castaño oscuro corto, alto, de ojos cafés, vestía una playera gris con una sudadera azul con rayas blancas encima, pantalones de mezclilla y tenis cafés.
Rin: Oshhh, de todos tenías que recibirme tú, Kohaku. *Desvió la mirada*
Kohaku: Bien que me extrañabas. *Sonrió burlón pero en cuanto se dio cuenta de que su prima tenía los ojos rojos se acercó a ella* Qué tienes? Estuviste llorando?
Rin: No quiero hablar de eso… Me ayudas con mis maletas?
Kohaku: Ah, si… Sota! Ven y ayúdame con las maletas de Rin.
Sota: Ya voy. *Respondió el niño con algo de alegría*
El menor tiene 10 años, piel clara, ojos cafés, cabello corto de color negro, llevaba una playera roja, sudadera negra, pantalones de mezclilla y tenis rojos, sonrió al ver a su prima y corrió a abrazarla.
Sota: Hola, Rin! Te estábamos esperando.
Rin: Gracias, los extrañe mucho. *Correspondió el abrazo*
Ambos le ayudaron con su equipaje y lo dejaron en la entrada, el pequeño corrió para avisarle a su madre que Rin ya había llegado, no tardó en regresar acompañado con ella, Midoriko, una mujer de 37 años, de hermoso cuerpo, piel clara, cabello largo y negro, ojos cafés, llevaba una falda rosa que se le pegaba al cuerpo, una blusa blanca de manga larga y zapatos del mismo color, se acercó a abrazarla.
Midoriko: Nos dejaste muy preocupados cuando recibimos tu llamada, qué fue lo que sucedió?
Rin: Es una larga historia…
Midoriko: Ven, tu tío regresará más tarde, tienes hambre?
Rin: No, gracias, pero si tengo algo de sed.
Sota: Yo traeré algo de beber! *Salió corriendo en camino a la cocina*
Los demás pasaron a la sala, todo estaba muy bien amueblado, se veía que su familia tenía dinero, sintiéndose como en un hotel cinco estrellas se sentaron en unos cómodos sillones, la chica no tenía muchas ganas de hablar, pero había jurado que les contaría la verdad en cuanto llegara.
Kohaku: Entonces, por qué tienes los ojos como de un mapache?
Rin: Cállate tonto, tú aún pareces una ardilla.
Kohaku: No es lo mismo que piensa mi novia.
Rin: Es porque ella debe quererte tanto que no se atreve a decirte la verdad.
Kohaku: Mamá! La pequeña mocosa me está molestando!
Rin: Por qué todos me dicen mocosa?
Kohaku: Porque lo eres. *Le sacó la lengua*
Midoriko: De verdad que ustedes dos no cambian. *Soltó una risita* Cuéntanos Rin, por qué ya no pudiste seguir viviendo con los Taisho? Pensamos que te habías logrado llevar bien con ellos.
Rin: No es por ellos, Sesshoumaru e Inuyasha son personas grandiosas, es solo que…
Kohaku: Te enamoraste de uno de ellos.
Rin: Cómo lo sabes? *Estaba sorprendida*
Kohaku: Me lo imagine… *Dijo encogiéndose de hombros*
Midoriko: Te peleaste con tu novio?
Rin: Algo así, lo que pasa es que Sesshoumaru y yo nos enamoramos, pero… Su ex-novia apareció y dice estar embarazada de él, yo había pensado en seguir con nuestra relación, pero la mujer me amenazó con que abortaría si yo no me mudaba lo más pronto posible.
Midoriko: Que injusto! No puedo creer que existan mujeres así! *Se notaba enojada*
Kohaku: Esa si es una novia psicópata… Entonces te alejaste de Sesshoumaru para que ella no le haga daño a su hijo.
Rin: Jamás me lo perdonaría. *Agachó la mirada*
Kohaku: Y cuanto tiempo tiene ella de embarazo?
Rin: No lo sé bien, según el papel de la prueba poco más de 10 semanas…
Kohaku: Mmm… Si tuviera unas cuantas semanas más podrían hacerle una prueba de ADN al feto.
Rin: Se puede? Pensé que solo se podía cuando naciera el bebé…
Kohaku: La tecnología ha avanzado mucho…
Rin: Si, ya me di cuenta. *Suspiró*
Kohaku: De cualquier manera es bueno que hayas tomado distancia, no sabemos qué tan inestable sea esa mujer mentalmente, tal vez te hubiera querido hacer daño a ti.
Rin: Lo sé…
Midoriko: Bueno, mientras todo eso se arregla será un placer tenerte aquí.
Rin: Gracias, tía.
Sota apareció con un vaso de agua, en cuanto Rin lo bebió su tía le pidió a los chicos que la llevaran a su habitación, la chica desempacó sin mucha prisa, su primo mayor la ayudó un rato.
Kohaku: Y cómo es vivir con dos hombres?
Rin: Ha sido la mejor experiencia de mi vida, los adoro, quiero mucho a Inuyasha y amo a Sesshoumaru.
Kohaku: Y no te has peleado con ellos?
Rin: Pues con Inuyasha no realmente, me cuida mucho y es muy comprensivo, con Sesshoumaru si me enojé varias veces, pero lo amo igual.
Kohaku: Que extraño, enamorarte de quien te hace la vida imposible.
Rin: Nos complementamos, ardilla, no molestes. *Sonrió*
Kohaku: Ten. *En la maleta que abrió estaba el celular de ella*
Rin: Ah… Gracias…
Kohaku: Bueno, iré abajo, te espero a la hora de la cena.
Rin: Si, gracias. *Estaba concentrada en el móvil*
Cuando lo encendió se encontró con muchas llamadas perdidas y cientos de mensajes que la hicieron llorar nuevamente, eran mensajes de los Silver Demons, de sus amigas, incluso Sango le había mandado un mensaje para decirle que no se fuera, pero no había ninguno de Sesshoumaru, por más que le doliera podía entenderlo, se había portado como una malcriada, suspiró y se acostó en la cama. “Te amo, Sesshoumaru” dijo antes de quedarse profundamente dormida.
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polos opuestos
FanfictionRin Hayashi es una chica de 17 años que recientemente quedó huérfana, al no tener más familia en el país su custodia pasa a los mejores amigos de sus padres, los Taisho, los cuales tienen que pasar casi todo su tiempo viajando, para que la jovencita...