Habían pasado ya varios meses, el parto de Rin estaba programado ya dentro de cinco días, ella se encontraba dormida, Sesshoumaru estaba en el trabajo, Inuyasha y Kagome estaban en el piso de abajo revisando algunas canciones, el tiempo se les había ido volando, tenían que preparar todo pues saldrían a una gira en menos de 3 semanas.
Kagome: Y que te parece ésta? *Le mostró una letra a su prometido*
Inuyasha: Mmmm… Creo que sería mejor dejarla para el final, no lo crees?
Kagome: Bueno, entonces empecemos con “Stay The Night”.
Inuyasha: Perfecto.
Kagome: No puedo creerlo, ya solo faltan cinco días!
Inuyasha: 5 días para ser tíos y 2 meses para ser marido y mujer. *Le robó un beso*
Kagome: Es como si todos nuestros sueños se hicieran realidad, Inuyasha, soy muy muy feliz.
Inuyasha: Yo también, pero todavía tenemos muchos sueños más por cumplir. *Sonrió*
Kagome: Bueno, en eso tienes razón.
Rin: Inuyashaaa…
La chica iba bajando las escaleras con una mirada llena de preocupación, con sus manos sosteniendo su panza ahora grande a causa de los dos bebés, fue hasta que Kagome vio algo líquido en el suelo que entendió lo que sucedía.
Kagome: Inuyasha, ya se le rompió la fuente! Hay que llevarla al hospital.
Inuyasha: QUÉ?! Pero… Aahhgg! Niña tonta, no te he dicho que no estés haciendo tantos esfuerzos.
Rin: Podrías dejar de regañarme y llevarme al hospital?!
Inuyasha tomó las llaves y con ayuda de Kagome llevaron a Rin al jeep, todos subieron, el peli-plata le pidió a su prometida que tomara su teléfono y le llamara a su hermano para avisarle.
Kagome: Si, Sesshoumaru?
Sesshoumaru: Qué sucede? Está todo bien? *Escuchó un grito raro en el fondo* Dime que ese no fue Inuyasha…
Kagome: Ammm… Ignóralo… Vamos al hospital, a Rin se le rompió la fuente!
Sesshoumaru: Voy para allá. *Terminó la llamada*
Kagome: No te preocupes, Rin, Sesshoumaru también está en camino.
Rin: Quiero que éste conmigo, tengo miedo!
Inuyasha: Tú relájate, todo va a estar bien.
Rin: No estarías tan seguro si a ti te abrieran alguna parte del cuerpo para sacarte un bebé! O en mi caso 2…
Inuyasha: Pues no lo digas así, eso sí se escucha muy feo. *Dijo con cara de terror*
Después de 10 minutos conduciendo llegaron al hospital, enfermeros rápidamente la subieron a una camilla para llevarla a un quirófano, fue cuando un doctor que se aproximó a ellos, la revisó y dijo “Al parecer tendrá que ser un parto natural” que Rin se alteró aún más.
Rin: Cómo que parto natural? Acaso está loco? *Rin le tenía pánico al dolor que pudiese sentir* Dónde está Sesshoumaru?
Kagome: Rin, no te preocupes, llegará en cualquier momento.
Inuyasha: Vamos, tienes que ser valiente.
Rin: No! Tengo miedo! *El dolor iba en aumento y ella se quejaba*
Doctor: No hay tiempo que perder, hay que movernos rápido.
Rin: Doctor, NO ME JODA Y DÉJEME EN PAZ! *Gritó con los ojos llorosos*
Todos se quedaron callados al escucharla hasta que Inuyasha soltó una fuerte carcajada, una enfermera le pidió que guardara silencio pues estaba en el hospital y alteraban a los pacientes.
Inuyasha: Perdón, es que nunca la había escuchado hablar así jajajajajajajaja!
Enfermera: Ya deje de reírse de una buena vez!
Inuyasha: Lo estoy intentando!
Finalmente Sesshoumaru apareció con prisa, se acercó y besó a Rin quien lloraba, no entendía porque ella lo abrazaba como si algo malo sucediera.
Sesshoumaru: Amor, que te ocurre?
Rin: Será parto natural, tengo miedo!
Sesshoumaru: Yo estaré contigo, no tienes de que preocuparte.
Rin: Dolerá mucho!
Inuyasha: Vamos, muchas mujeres lo hacen…
Rin: Inuyasha! Vete a joder a otro lado, quieres?!
Sesshoumaru se llevó la mano a la boca para ocultar una sonrisa mientras que su hermano se quedó boquiabierto, el doctor comenzó a inyectar algunos medicamentos a Rin para aumentar las contracciones y que el parto fuera rápido, le dieron al mayor de los peli-platas la ropa adecuada en caso de que quisiera acompañar a su mujer en el quirófano, él se apresuró e Inuyasha lo miraba alegre.
Inuyasha: Y vas a grabarlo todo?
Rin: No va a grabar nada! *Gritó desde el cuarto de operaciones haciendo a los hermanos reír*
Inuyasha: Suerte, llamaré a los chicos y estaremos esperándolos aquí.
Sesshoumaru: De acuerdo.
El mayor entró e Inuyasha tomó su celular para llamar a todos los cuales inmediatamente soltaron gritos de felicidad, dejaron lo que fuera que estaban haciendo y se dirigieron al hospital. Les tardó menos de una hora en estar ya reunidos en la sala de espera, el tiempo pasaba rápido, el menor de los Taisho se divirtió al contarles la forma en que Rin se comportaba al llegar al ahí. Luego de horas finalmente Sesshoumaru salió a verlos.
Kagome: Y?
Kanna: Qué sucedió? Qué son? *Estaba ansiosa porque Rin había decidido esperar hasta el nacimiento para conocer el sexo de los bebés*
Sesshoumaru: Son un niño y una niña.
Inuyasha: AAAHHHHHHHHHHHHH!!!! Somos tíos!
Todos celebraron en medio de gritos de emoción hasta que otra enfermera llegó, esta vez dándoles un ultimátum de que si no guardaban silencio los sacarían del hospital, los presentes solo callaron de inmediato.
Inuyasha: Y dónde están los bebés? *Preguntó en voz baja*
Sesshoumaru: Los están limpiando, en unos minutos más los llevarán al área de maternidad, yo voy a seguir con Rin.
Kanna: Dile que la queremos mucho.
Sango: Y que fue muy valiente!
Ayame: Al menos no le quedará la cicatriz de la cesárea.
Koga: No le digas eso último!
Inuyasha: Bueno, regresa con Rin, nosotros iremos a esperar a los bebés.
El mayor asintió dirigiendose a donde se encontraba Rin, entró de nuevo con ella, la chica estaba exhausta, pero alegre pues pudo ver a sus dos bebés, ambos hermosos, con el cabello plateado como el de su padre, su bella nena y su apuesto nene la habían hecho dejar de lado todo el dolor con solo haber escuchado el primer lloriqueo que dieron en señal de que estaban sanos
Sesshoumaru: No te preocupes, ya está todo bien.
Rin: Son hermosos, Sesshoumaru!
Sesshoumaru: Lo son. *La besó*
Rin: Ya quiero cargarlos de nuevo!
Sesshoumaru: No te desesperes, pronto los verás. Por cierto todos están aquí.
Rin: Que dijeron los chicos?
Sesshoumaru: Que te quieren y se alegran mucho… Amor… Has notado que Inuyasha grita como niña a veces?
Rin: Sesshoumaru! *Sonrió* Es por la alegría de conocer a sus sobrinos.
Sesshoumaru: Yo creo que es una maña. *Bromeó y recibió un beso de su mujer*
Enfermera: Bueno, tenemos que encargarnos de limpiarla, señor, si quiere puede pasar a ver a los bebés.
Sesshoumaru: Claro, no te preocupes, iré a verlos.
Rin: Si. *Le robó otro beso*
Llegó al área de maternidad, aún no llevaban a los bebés, se encontró con todos sus amigos y cuando finalmente los pequeños estuvieron a la vista se escuchó un “AWWWWWW” por parte de todos excepto de Sesshoumaru quien solo sonreía.
Kanna: Son bellísimos!
Naraku: Una hermosa princesa y un guapo príncipe.
Koga: Debemos ir a comprar regalos para los bebés!
Sesshoumaru: Ya tenemos los que nos dieron hace un mes en el baby shower, no se preocupen.
Koga: No, necesitamos más regalos.
Ayame: Si!
El mayor solo negó con una sonrisa que ya no podía quitarse de la cara, se encontraba recargado en la pared viendo a sus bebés, parecía que las chicas estaban adheridas al vidrio llorando de la alegría y diciendo todo tipo de palabras tiernas para los nenes, repentinamente el peli-plata escuchó un sollozo y volteó a ver a su hermano, “Inuyasha, tú también estás llorando?” preguntó Sesshoumaru sorprendido recibiendo un golpe en el brazo por parte del otro.
Inuyasha: Es que todo pasó muy rápido, fueron tantas cosas y ahora ustedes van a mudarse.
Sesshoumaru: Eres muy extraño… *Dijo con una sonrisa*
Inuyasha: Déjame! Las hormonas de Rin también me afectaron a mí. *Dijo recobrando la compostura*
Sesshoumaru: Espero que se apuren, porque Yukito y Mizuki van a necesitar con quien jugar.
Kagome: Oye! Al menos déjame cumplir los 25! *Todos rieron*
Inuyasha: Vas a ver! Voy a ser un tío espectacular!
Sesshoumaru: De que hablas? Ya puse una orden de restricción en tu contra.
Inuyasha: Que maldito eres! *Volvió a golpearlo en el brazo escuchándolo reír*
Sesshoumaru: Por cierto, ya le avisaste a mamá y a papá?
Inuyasha: Ahhh…
Sesshoumaru: Enserio lo olvidaste?
Inuyasha: Tu no digas nada!
El menor se apresuró y llamó a sus padres, éstos amenazaron con asesinarlo por no haberles avisado a tiempo, Inuyasha solo fingió demencia diciendo que tenía que colgar porque la enfermera le prohibía hablar por teléfono “Bueno, todo resuelto!” Dijo triunfal esperando que los adultos se olvidaran de aquello cuando vieran a los bebés.
Unos minutos después le avisaron a Sesshoumaru que ya podían pasar a la habitación, Rin estaba muy alegre de verlos a todos, Koga, Naraku y Miroku habían ido a comprar globos y flores para ella, también compraron obsequios para los bebés, como algunas mantitas y muñecos de peluche que a la chica le encantaron.
Rin: Muchas gracias, de verdad se los agradezco!
Kagome: Son hermosos, Rin! Y un niño y una niña!
Rin: Si, lo que me preocupa es que eso significa que Sesshoumaru realmente tiene poderes psíquicos. *El peli-plata sonrió antes de besarla*
Inuyasha: Será genial, cuando los niños crezcan yo les enseñaré a tocar todos los instrumentos!
Naraku: Tú solo? Pero si eres un asco para la batería, eso déjenmelo a mí.
Inuyasha: No dejaremos que se acerquen a Miroku, él es una mala influencia.
Miroku: Oye, si sigues diciendo eso Sesshoumaru si pondrá una orden de restricción en mi contra.
Sango: Yo la pondría. *Todos se rieron*
Kanna: Yo les enseñare a tomar fotografías! Les compraré sus primeras cámaras!
Koga: Mejor podrían darles sus primeros primos…
Kanna: Kyaaa! *Se pusó toda roja y abrazó a Naraku quien solo se echó a reír*
Rin: Mejor pregúntenle a Sesshoumaru, el les dirá quién es el siguiente. *Todos voltearon a verlo*
Sesshoumaru: No, es broma, yo no…
Irasue: Hola, chicos! Rin! Mi niña!!! *Corrió para abrazarla*
Los señores Taisho llegaron para salvarlo, con ellos apareció Shippo quien de no ser porque Sesshoumaru lo detuvo hubiera saltado para abrazar a su querida Rini, seguido de ellos una enfermera llegaba con los bebés, todos quisieron cargarlos principalmente las mujeres, solo Inuyasha y Miroku estaban temerosos, pensaban que se les caerían o que los romperían cosa que hizo reír a Rin, “Vamos, Inuyasha, no dijiste que la cobarde era yo? Ahora demuestra tu valor” Lo animaba y finalmente el accedió no sin antes sacarle la lengua.
Rin: Awwww, ahora si puedo imaginarte cuando seas papá.
Inuyasha: Queeeee será hasta dentro de unos años, claro.
Rin: Jajajaja, eso dices tú.
Inuyasha miró al pequeño Yukito “Apuesto a que tú y yo vamos a ser grandes amigos y le haremos la vida imposible a tu papá” recibió la mirada asesina de su hermano pero poco le importó, todos estaban muy contentos en especial Sesshoumaru y Rin, “Te amo, preciosa” le dijo el peli-plata a su esposa al oído y ella le respondió con un beso que decía más que mil palabras.
8 Años después…
Rin se encontraba preparando el desayuno, no le fue muy difícil acostumbrarse a regresar a aquella casa en la que revivía muchos buenos recuerdos que tuvo con sus padres, “Yukito, baja ya para desayunar!” gritó con calma mientras servía los platos, caminó a la sala, se sentó sobre la pierna de su esposo quien leía el periódico, éste la miró y le robó un beso.
Rin: Se supone que deberías de poner de tu parte y ayudarme con estos dos.
Sesshoumaru: Qué puedo hacer? Ya sabes que a la artista no le gusta que la molesten cuando pinta.
Ambos sonrieron viendo a Mitsuki una linda niña de 8 años, su cabello plateado y corto hasta los hombros, sus ojos color chocolate como los de su madre pero con una mirada tan seria como la de su padre al igual que su piel pálida, la chiquilla quien con paciencia paseaba un pincel sobre un lienzo estaba demasiado concentrada, en cuanto ella vio a su madre pintar por primera vez ella deseó hacer lo mismo y dedicaba horas a hacer cuadros en los que plasmaba imágenes que para una niña de su edad eran realmente hermosas, finalmente Yukito apareció, su hermano gemelo, de cabello plateado y corto, el mismo color de ojos que su madre pero con una mirada tan expresiva como la suya, tenía unos audífonos puestos y se acercó a mirar el cuadro de su hermana.
Yukito: Qué es eso?
Mitsuki: Es un hada.
Yukito: Parece un murciélago blanco.
Mitsuki: Mamá! Dile a Yukito que se aleje de mi!
Rin: Vamos niños, desayunen de una buena vez.
Todos se sentaron en la mesa y desayunaron a gusto, estaban haciendo planes para ese día cuando se escuchó la puerta abrirse, “Hola, Hola!” Era la voz de Inuyasha, al escucharlo Yukito rápido se levantó de su silla y se fue corriendo a la puerta, ahí estaba su tío con una enorme mochila en una mano y con un estuche de guitarra en la espalda, Sesshoumaru bufó y Rin solo soltó una risita.
Yukito: Tío Inuyasha!!!
Inuyasha: Hola, mocoso, cómo estás? *Jugó con su cabello*
Rin: Deja de decirle mocoso a Yukito.
Inuyasha: Ay, te dan celos que ya no pueda decirte mocosa a ti? *Su cuñada le sacó la lengua*
Rin: Y donde está Kagome?
Inuyasha: Esta allá afuera *Sonrió de una manera traviesa* Estaba cargando a Emi y le vomitó.
Rin: Inuyasha! No te rías! *Salió de la casa para ayudar a su amiga*
Inuyasha: Y bien, quien es su tío favorito?
Yukito: Tú!
Mitsuki: Mi tío Naraku…
Inuyasha: Pero qué? Eres una grosera, al igual que tu mamá cuando era más joven, lo sabías?
Mitsuki: Yo no soy grosera. *Se sonrojó y le tomó la mano a su papá*
Sesshoumaru: Inuyasha… *Lo reprendió con la mirada*
Inuyasha: Ya, ya, es broma, sabes que te adoro, Mitsuki. *La abrazó y la cargó* Pero si me dices que me quieres te daré tu regalo, sin importar que quieras más a Naraku.
Mitsuki: No quiero más al tío Naraku, los quiero a los dos.
Inuyasha: Mmm… Está bien, me convenciste… Primero esto…*Puso en el suelo el estuche de la guitarra*
Yukito: Vas a tocar?
Inuyasha: No, esta guitarra no es mía. Es para ti.
Yukito: Es enserio?! Es para mí?! Gracias tío! *Tomó la guitarra completamente emocionado*
Desde que era un bebé Inuyasha se había conectado muy bien con los niños, en especial con Yukito a quien siempre le cantaba y al parecer a él le gustaba pues siempre lograba tranquilizarlo, cuando cumplió los 5 el chiquillo tenía los mismos gustos musicales que su tío y se puso como meta convertirse algún día en una gran estrella como él, cosa que aunque no le había agradado mucho a Sesshoumaru, él no pensaba hacer su voluntad sobre los sueños de su hijo.
Inuyasha: Y para mi sobrina hermosa. *De la mochila sacó un gran estuche, en él había colores y material de dibujo que a cualquier artista volvería loco, incluso a Rin* No se lo prestes a tu mamá.
Rin: Te escuché!
Mitsuki: Muchas gracias, tío! Es lindísimo!
Mientras ellos seguían viendo los regalos Rin entró seguida de Kagome, quien llevaba en sus brazos a Emi, su pequeña de apenas 2 años y medio, la nena tenía el cabello oscuro como su mamá pero los ojos dorados de su papá.
Kagome: Inuyasha tuvo la grandiosa idea de ponerse a jugar Emi cuando recién había comido.
Inuyasha: Claro que no! Ella estaba bien, yo creo que tú la cargaste mal. *Fingió demencia y cargó a la pequeña* Verdad, amor? Tu mamá no sabe cómo cuidarte? *La niña se echó a reír* Ves? Está de mi lado!
Kagome: Se ríe de ti, no contigo. *Sonrió* Hola, cuñado. *Saludó a Sesshoumaru y este solo asintió como respuesta*
Rin tomó de la mano a Sesshoumaru y se fueron a sentar todos a la sala, querían ponerse al día, Inuyasha y Kagome apenas estaban regresando de una gira por Europa, solían llevar a Emi con ellos aunque la niña siempre se quedaba a cuidado de Kanna quien ya también tenía un hijo, un pequeño llamado Hibiki de 4 años a quien Naraku adoraba pues se parecía mucho a su mujer, su cabello blanco y sus ojos oscuros, era una réplica de Kanna pero en niño.
Para sorpresa de todos Naraku se había animado a escribir un libro el cual llamó “La mejor adicción de todas” quería que las personas que leyeran su historia se dieran cuenta de que al final la mejor solución para salir de las adicciones que tenía fue encontrar el amor y dedicarse por completo a él, así tan siquiera podría ayudar tal vez a alguien que se encontrara en la misma situación.
Kanna quien se casó con él hacía 4 años se había convertido en una fotógrafa profesional, trabajaba para una revista de modas que se había vuelto muy popular gracias a sus fotos e incluso había ganado varios premios en distintos concursos de nivel internacional.
Miroku y Sango se habían casado y divorciado, el chico seguía teniendo problemas por ser un mujeriego pero cuando vio que Sango estaba considerando comenzar una relación con otro tipo todo se ajustó finalmente en su cabeza y se tomó en serio el regresar con ella a toda costa y volver a enamorarla, cosa en la que aún estaba trabajando.
Koga se casó con Ayame y tenían un niño de 6 años, habían resultado los afortunados en darle el primer primo a Mitsuki y Yukito, su hijo se llamaba Daichi y era una copia de Koga pero con los ojos verdes de Ayame, ellos se habían quedado de viaje en Europa disfrutando de unas vacaciones.
Rin les contó que Kohaku ya había tenido a su segundo hijo con Kaname, ambos habían sido varones y él finalmente había iniciado su carrera como aviador como tanto había soñado, estaba más feliz que nunca.
Y por ultimo Sesshoumaru les dijo que sus padres se habían ido a otra luna de miel al Caribe.
Inuyasha: Bien, entonces es un buen momento para… Un brindis! *Sacó una botella de champagne que había conseguido en Francia, se levantó para conseguir unas copas y le sirvió una a cada uno mientras los niños jugaban con sus regalos*
Kagome: Bueno… Brindemos, por la familia.
Inuyasha: Por los amigos! Y por los Silver Demons!
Rin: Por el amor!
Sesshoumaru: Por nosotros. *Besó a su mujer en los labios*
La vida había dado muchas vueltas, se había convertido en un estruendoso concierto, cada uno había recibido un fuerte golpe, pero lo habían terminado disfrutando al máximo, ahora estaba donde debían estar, con quienes querían estar y la música seguiría sonando.
Fin.
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polos opuestos
Fiksi PenggemarRin Hayashi es una chica de 17 años que recientemente quedó huérfana, al no tener más familia en el país su custodia pasa a los mejores amigos de sus padres, los Taisho, los cuales tienen que pasar casi todo su tiempo viajando, para que la jovencita...