cap 27 problemas

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Al día siguiente en la mañana Sesshoumaru se despertó temprano, eran las 10, suponía que Rin no aparecería a esas horas, le habló por teléfono a Kagura y la citó en un restaurante a las 10:30 am, así que ya tenía poco tiempo, Inuyasha bajó las escaleras en ese momento, “En cuanto Rin llegue dile que quiero hablar con ella” le dijo el mayor antes de salir, llegó al lugar acordado, tenía cara de pocos amigos esperándola, después de 30 minutos tarde la mujer apareció.
Kagura: Perdón, se me hizo algo tarde.
Sesshoumaru: No importa.
Cuando la ojos carmín se quitó el abrigo el joven Taisho se dio cuenta de que iba vestida de una manera muy sugestiva, un vestido rojo con un llamativo escote y que se le pegaba al cuerpo siendo que aún no se le notaba el embarazo.
Kagura: Entonces, de qué vamos a hablar?
Sesshoumaru: Si es cierto que ese hijo es mío me hare cargo de él, pero no pienses que voy a regresar contigo.
Kagura: Sesshoumaru, tú y yo estábamos bien juntos, fue hasta que esa mocosa llegó que empezaste a perder la cabeza, deberías de darte cuenta que es solo un capricho! *Trató de tomarle la mano pero el peli-plata la quitó*
Sesshoumaru: La que esta encaprichada eres tú… Amo a Rin. *Dijo visiblemente molesto pero manteniendo la calma*
Kagura: Pues entonces te advierto que mientras tú tengas algo que ver con esa estúpida no podrás ver a tu hijo.
Sesshoumaru: No puedes amenazarme con algo así! Te estoy diciendo que me hare cargo de todo.
Kagura: Me niego a que mi hijo tenga que vivir con padres separados.
Sesshoumaru: Idioteces, muchas familias funcionan así.
Kagura: Pues yo ya te advertí, si no la mandas a volar entonces olvídate de conocer a tu hijo.
Sesshoumaru: Fui un estúpido al pensar que no ibas a pedir una tontería a cambio, me voy. *Se levantó de la mesa*
Kagura: Sesshoumaru!
Por más que la mujer gritó el hombre ni se molestó en volver a verla, no le importaba lo que dijera, él podía pelear de manera legal por el bebé cuando éste naciera, se fue caminando rumbo a su casa y cuando llegó Inuyasha estaba sentado en la sala.
Sesshoumaru: Y Rin?
Inuyasha: Aún no ha llegado, me dijo Kagome que comerían en su casa, así que supongo que regresará después de las 4.
Sesshoumaru: Bien… *Se fue a su habitación*
Inuyasha supuso que había hablado con Kagura nuevamente, realmente le molestaba esa mujer, no era que Kikyo hubiese sido mejor, pero al menos cuando terminaron ya no siguió molestándolo como la mayor lo hacía con su hermano, desde que se habían conocido sus personalidades chocaban, por eso cuando eran novios Sesshoumaru procuraba no llevarla a la casa excepto cuando había alguna fiesta o reunión familiar.


En la tarde Rin ya iba rumbo a la casa, estaba algo perdida en sus pensamientos, caminaba muy cerca de una plaza comercial, se distrajo cuando comenzó a buscar en su bolsa su reproductor de música, Kagome le había ayudado a pensar bien las cosas, quería hablar con Sesshoumaru y decirle que no le importaba si tenía un hijo con aquella mujer, ella aún lo amaba, lo amaría siempre.
Justo estaba pensando en las palabras correctas cuando se topó con Kagura quien la miraba con prepotencia, expresó su molestia al estar frente a frente.
Kagura: Tengo que hablar contigo.
Rin: Yo no tengo nada que hablar con alguien como tú.
Kagura: Si quieres a Sesshoumaru vas a reconsiderarlo. *Vio a la chica tensarse inmediatamente*
Rin: Qué es lo que quieres?
Kagura: Que te alejes de él y lo dejes formar una familia.
Rin: Él no quiere estar contigo, por qué no lo aceptas de una vez?
Kagura: Porque lo amo.
Rin: No lo amas! Estas obsesionada!
Kagura: Tú eres una maldita mocosa, crees que él podrá estar lejos de mi cuando nazca nuestro hijo? Volveremos a frecuentarnos y sé que cuando todos los recuerdos sobre lo que pasamos juntos lleguen a su mente me pedirá que seamos una familia.
Rin: De verdad estas enferma. *Decidió seguir su camino pero la mujer se colocó frente a ella de nuevo*
Kagura: Sabes que desea ese bebé, verdad? *Vio a la chica fruncir el ceño* Pues si no te alejas de él te juro que me deshago de la criatura.
Rin: Q-qué? … Qué clase de mujer eres para amenazar con algo así? *Aquella amenaza la descolocó por completo*
Kagura: Estoy hablando enserio…
Rin: Y qué se supone que haga? Si me alejo de él volverá a buscarme, vivimos en la misma casa.
Kagura: Cuando hablamos de ti Sesshoumaru me dijo que ibas a vivir en Inglaterra, no es así?
Rin: …
Kagura: Deberías considerar mudarte. *Sonrió*
Rin: Eres una maldita.
Kagura: De ti depende que este niño nazca. *La amenazó dejándola ahí*
Rin se sentó en una banca, estaba atónita, incrédula, sabía que Kagura estaba loca desde que le hacía las escenas de celos en la calle, pero llegar a decirle algo así era un nivel completamente distinto, era una demente sin corazón, no podía con algo así, apretó sus manos sintiéndose desarmada e impotente. Estuvo mucho tiempo sentada en ese lugar tratando de buscar alguna manera de salir de eso, si le decía a Sesshoumaru nada podría hacer él para detener a la mujer de abortar, ese era su cuerpo y ella podía hacerlo si quería, pero si el peli-plata quería ser padre ¿Quién era para quitarle la posibilidad?
Se puso de pie y regresó a la casa, fue recibida por ambos Taisho quienes estaban realmente angustiados.
Inuyasha: Rin! Nos tenías muy preocupados, llame a Kagome y me dijo que saliste hace más de dos horas de su casa, por qué tardaste tanto? *Habló muy molesto*
Rin: Perdón, tuve un… contratiempo.
Sesshoumaru: Estás bien? Te sucedió algo? *Preguntó con algo de angustia y viéndola a los ojos*
Rin: No… *Desvió la mirada* Solo… Me topé con una compañera de la universidad, es todo.
El mayor de los Taisho sintió aquella tensión inmediatamente “Ven, tenemos que hablar en privado” vio a Rin agachar la mirada, tomó su mano y la llevó al segundo piso, entraron a su habitación haciéndola sentarse en la cama para después hincarse frente a ella.
Sesshoumaru: Sigues molesta.
Rin: Tú, realmente quieres ser padre, no es así?
Sesshoumaru: Admito que me gustaría más que fuera contigo, pero no puedo despreciar a un hijo, mucho menos si es una criatura que tenga mi sangre.
Rin: Si, lo suponía…
Sesshoumaru: Rin. *Tomó su mano* Realmente me gustaría que si algún día hacemos una vida juntos tú aceptes criar a ese hijo como si fuera tuyo, aunque Kagura no quiera.
La chica sentía como se le partía el corazón al escuchar esas palabras, a ella le gustaría tanto aceptar aquella proposición, pero si quería que Sesshoumaru conociera a ese hijo entonces tenía que quedar fuera del juego, porque aquella psicópata nunca estaría satisfecha hasta que Rin desapareciera de sus vidas, en especial de la vida de él. “Perdóname” dijo en su mente antes de pronunciar palabras que estaba segura destrozarían parte del amor que se tenían.
Rin: Pero ese es un problema, Sesshoumaru. *Se soltó de aquel agarre* Yo no quiero, no estoy lista para algo así. *Su voz temblaba*
Sesshoumaru: Pero… Tú dijiste que te gustaban los niños, no sería muy diferente de tener un hermano menor.
Rin: No compares una cosa con otra, no es lo mismo y yo… no puedo acompañarte en una tarea como esa. *Su novio la veía incrédulo*
Sesshoumaru: Estás hablando enserio?
Rin: No puedo, lo siento, mucho menos sabiendo que es un hijo de Kagura.
El peli-plata se puso de pie, Rin pudo ver en sus ojos que estaba realmente molesto por lo que acababa de escuchar, se puso nerviosa estaba muriéndose por dentro, deseando gritarle que era una mentira, que ella podría amar a ese hijo sin importar de quien fuera, que lo amaría por el simple hecho de saber que era una parte de él, pero no podía, necesitaba seguir aquella dolorosa jugarreta por el bien de la criatura que estaba en el vientre de aquella loca.
Sesshoumaru: Sabía que eras una inmadura, pero no esperaba esto… Realmente me decepcionas.
La chica sintió aquellas palabras clavarse como navajas justo en su pecho, atravesándole el alma, se levantó de la cama “Es bueno saberlo… Será mejor que ya no pierdas el tiempo con alguien como yo…” Su voz se quebró y se fue lo más rápido que pudo a su habitación donde se echó a llorar durante horas pero procurando que los otros dos no se enteraran.
Cuando ya sintió que ninguna lágrima más podía salir de sus ojos se colocó sus auriculares.
“Taking over this town, they should worry,
But these problems aside I think I taught you well.
That we won't run, and we won't run, and we won't run.
That we won't run, and we won't run, and we won't run.
And in the winter night sky ships are sailing,
Looking down on these bright blue city lights.
And they won't wait, and they won't wait, and they won't wait.
We're here to stay, we're here to stay, we're here to stay.
Howling ghosts they reappear
In mountains that are stacked with fear
But you're a king and I'm a lionheart.
A lionheart.
His crown lit up the way as we moved slowly
Pass the wondering eyes of the ones that were left behind.
Though far away, though far away, though far away
We're still the same, we're still the same, we're still the same.
Howling ghosts they reappear
In mountains that are stacked with fear
But you're a king and I'm a lionheart.
And in the sea that's painted black,
Creatures lurk below the deck
But you're the king and I'm a lionheart.
And as the world comes to an end
I'll be here to hold your hand
'Cause you're my king and I'm your lionheart.
A lionheart. [8x]
Howling ghosts they reappear
In mountains that are stacked with fear
But you're a king and I'm a lionheart.
And in the sea that's painted black,
Creatures lurk below the deck
But you're a king and I'm a lionheart.
A lionheart. [8x]”
Se levantó de la cama y tomó sus maletas, empezó a meter todas sus cosas, necesitaba irse de ahí, necesitaba alejarse de Sesshoumaru, reprimir y contener aquellas ganas de correr a sus brazos, besarlo y pedirle perdón por todas las tonterías que le había dicho, pero no había manera, estaba a merced de la maldita bruja.
Pasó toda la noche haciendo su equipaje, llamó a sus familiares en Inglaterra y les pidió permiso para viajar para allá a primera hora en la mañana y ellos no objetaron. Claro buscaron una explicación, pero ella juró que se las daría en cuanto llegará a su destino.
En la noche Inuyasha se atrevió a tocar la puerta de su habitación, “Rin, vas a cenar?” preguntó algo preocupado pues no la vio bajar ni a su hermano después de aquella platica que habían tenido, “No, Inuyasha, gracias, pero no…” dijo tratando de mantener su voz estable, escuchó al peli-plata irse, entonces volvió a quebrarse, el solo pensar que tendría que alejarse de él y de todos sus amigos era demasiado para ella, se tiró en la cama desahogándose hasta que quedó completamente agotada y cayó en un profundo sueño.


En la mañana Sesshoumaru se despertó aún confundido por lo que había sucedido, sentía que después de aquella pelea con Rin en la que no tenía muy claro si su relación había terminado sus ganas de hacer cualquier cosa habían desaparecido, tenía que ir al trabajo, se levantó, salió de su habitación y cuando estaba en el pasillo se quedo quieto justo frente a la puerta de ella, deseaba entrar, saber que ella estaba bien y reconciliarse, hacerla cambiar de opinión, tal vez darle la confianza de que los dos podrían con cualquier prueba que les esperara en el futuro.
Decidió no molestarla e ir a darse un baño, se vistió con traje y bajó al primer piso, desayuno lo que su estomago le permitió, entonces vio a su hermano bajar las escaleras algo adormilado.
Inuyasha: Pensé que tal vez Rin había bajado a desayunar algo…
Sesshoumaru: No ha comido nada desde ayer?
Inuyasha: No.
Sesshoumaru: Hazme un favor, prepárale algo de desayunar y cuídala mientras regreso.
Inuyasha: Bien.
El mayor salió de la casa y se dirigió a su trabajo, pasó apenas un par de horas en la oficina, había estado algo distraído enfocándose en hacer lo que debía, entonces recibió una llamada, vio su celular contestando rápidamente cuando se dio cuenta de que se trataba de Inuyasha, él nunca le hablaba a menos de que se tratara de algo importante.
Sesshoumaru: Qué sucede, Inuyasha?
Inuyasha: Qué demonios pasó? Qué fue lo que hiciste esta vez? *Le cuestionó furioso*
Sesshoumaru: De qué estás hablando? *Preguntó confundido*
Inuyasha: Rin ya hizo sus maletas, dice que se va a Inglaterra, está decidida…
Sesshoumaru colgó, estaba completamente incrédulo, tomó sus cosas “Perdón, señor, tengo una emergencia, debo irme inmediatamente” le dijo al Sr. Jaken y salió de ahí tan rápido como le fue posible, necesitaba llegar a su casa, necesitaba detener a Rin porque si ella se iba perdía todo lo que realmente le importaba y eso no se lo perdonaría nunca.

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