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REBECA.

-Con dos basta. -Dijo Austin.

-Pues haz tu trabajo de llevar más comida o lo que sea que hace el anfitrión de la casa y yo hago esto. -Dijo Jason con una voz amenazante y señalándo a Austin con su dedo índice.

¿Se está peleando por mi?

-No seas niño chico, Jason. -Dijo en burla Zac. Jason lo fulminó con la mirada.

No quiero estar en los brazos de ninguno de estos tres chicos. Y menos de Jason, ya me puso bastante nerviosa esa vez en el baño... ¡Argh lo odio! ¡Soy claustrofóbica!

Jason es tan atractivo y tan hijo de puta que te mata. O sea, mis hormonas se revolucionan cuando está muy cerca mía y eso... No es buena idea.

-Eres gilipollas. -Espetó Jason.

Zac rió. Me cogió y Jason en un segundo corrió hacia mi e hizo lo mismo. Puse mis brazos por encima de los hombros de los dos chicos. Y joder mi corazón pero no fue porque me hayan cogido, es decir, los dos, Zac es Zac pero Jason... Él... Hace que mi corazón (y todo lo que debe estar normal) dispare. Me quedé sin saliva. Lo miré en cuanto sus fuertes manos me atraparon, él estaba en la parte de mi cuerpo de mi pierna de hierro. Una mano de él me agarraba fuerte mi muslo y la otra la tenía debajo de mi espalda, la de Zac estaba más para arriba que la de Jason. Nuestras caras, la de Jason y la mía) estaban tan cercas que pude verle sus hermosos ojos color verde a la perfección y me dirigí a sus labios pequeños pero gorditos y rosados tan... Ay dios.

Y, yo no era la única que me sentía así, o sea, Jason lo pude notar nervioso y su mirada solo estaba en mis labios. No quiero saber lo que realmente piensa. Ya no me creo nada.

Pero si me creía esa burbuja que se había creado en nosotros, solo existíamos nosotros. Y no lo entiendo porque lo odio y me odia. No sé porqué pienso eso y actúa así, o sea... Mejor me callo, estoy delirando.

Empezamos a bajar las escaleras negras estrechas después de ese momento tan... Uf. Podía notar la respiración de Jason tan cerca de mi oreja haciendo que todo mi cuerpo se calentase.

-No sé porqué demonio haces esto. -Solté en un susurro, lo tenía que decir si no explotaría. Se pararon. Zac me miró. -A Jason.

-Puedo bajarte aquí mismo. -Dijo pegado a mi con voz tremendamente sensual, Jason es sensual sin tener que hacerlo voluntariamente, le sale solo.

-No eres capaz. -Dije nerviosa.

-Tú misma me dijiste que te matara y lo puedo hacer ahora.

Joder. Me quedé atónita.

-Pues hazlo.

Me soltó mirándome fijamente para luego salir corriendo escaleras abajo.

-¡AAAA!

-¡Rebeca! ¡JASON! ¡ERES UN HIJO DE PUTA! ¿POR QUÉ COÑO HAS HECHO ESTO? ¿ERES UN NIÑO DE NUEVE AÑOS O QUÉ? -Chilló Zac demasiado alto.

Chicos y chicas, entre ellas Lauren y Ally, aparecieron debajo de las escaleras.

-¿Estás bien? -Me preguntó Zac.

Cerré mis ojos.

No respondí e hice una mueca.

Al estar abajo las chicas se hicieron las interesadas. No pinto nada. O sea, ellas son muy... Diferentes a mi.

-¿Qué te ha pasado? -Preguntó una morena.

-¿Cómo estás? -ahora fue una chica pelirroja me puso una mano en mi hombro izquierdo. Tampoco sabía el nombre de esta chica al igual que el de la morena.

No me impide/ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora