Halston Sage como Ally en multimedia.
REBECA.
Estaban llamando al timbre de mi casa. Y el sonido no cesaba. Gruñí.
—¡Quién sea espera un momento! — chillé. Me dolía la cabeza.
Me senté en mi cama adormilada y una fragancia a hombre se introdujo por mi nariz.
Era de Jason. Esto hizo acordarme en que dormí con él, pero no recuerdo nada más. Vaya resaca. Me giré hacia la izquierda para verlo, pero la cama estaba vacía.
Me relamí los labios con rabia. Se ha ido. ¿Esperabas que se quedara? Bueno...tampoco, pero...
Sonó de nuevo el timbre.
—¡Ya voy!
Me coloqué mi pierna de acero y luego de cinco minutos liada con ella salí a abrir a la persona impaciente.
Miré por el agujero de la puerta y era ¿Ally? Sip.
Por un momento pensé que sería Jason.
Abrí la puerta.
—Menos mal, chica. —Ally tenía sus brazos cruzados y me miraba divertida.
—Hola Ally, ¿qué haces aquí? —le saludé y cuestioné en medio de un bostezo.
—¿Me dejas paso? —no me respondió.
Le hice un ademán para que pasara y entró como si fuera su casa.
—Y... ¿Cómo sabías...? —me interrumpió mientras yo cerraba la puerta.
—Hablé con Zac. —se volteó a verme a la vez que caminaba y llegaba a mi salón, la seguí. —¿Sabes que hora es? —se apoyó en el respaldo del sofá.
—Mmmm no. —me rasqué la nuca.
—Tienes mala cara, Rebeca. Bebiste anoche demasiado.
—Sí, fui a una fiesta y... ¿Estabas? O sea, ¿cómo sabes que fui a una?—sonrió por mi desconcierto.
—Son las tres de la tarde, sábado 18 de marzo, ¿lo sabías? —segunda vez que no me hace caso en cinco minutos.
—¿Qué? Me he quedado dormida. —dije fastidiada.
—Resaca, Rebeca. ¿Quieres una pastilla para el dolor de cabeza?
—Si, espera un momento. —fui a la cocina. Cogí la pastilla con agua y me la bebí. Me fui al salón. —Y... ¿A qué se debe tu visita?
—Para que vinieras conmigo a comprar una cosa, ¿me acompañas? —juntó sus manos suplicándome. Reí.
—¿Yo? ¿Y tus amigas Lauren, Alexa o...?
—Quería pasar el tiempo contigo como hacen las amigas, ¿no? —me quedé pensando por su contestación.
—Bueno... M-me voy a vestir, ¿okey? —señalé mi cuarto.
Después de unos cuarenta minutos ya íbamos de camino al centro comercial Ally y yo. No me importa cómo iba vestida, o sea, Ally llevaba una camisa negra medio transparente, unos pantalones pitillos de tiro alto negro, unos tacones de punta del mismo color, un abrigo de pelo de tigre y maquillada con un labial rojo y ojos muy resaltones y a eso cuéntale la base, corrector, etc. Encambio yo, un jersey blanco, vaqueros anchos y unas convers blancas también. Muy diferentes.
—Ally y ¿cómo sabías que estaba en una fiesta? —le pregunté mientras caminábamos por los pasillos quedando detrás nuestra tiendas y personas.
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No me impide/ Terminada
Teen FictionMe llamo Jason Wilde, tengo 23 años y estudio fotográfia en una universidad de Washington. Me conocen porque soy sexy, caliente, guapo, mujeriego y porque siempre consigo lo que quiero. Mi carácter es fuerte y la gente no se pasa conmigo porque sabe...