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(Un tal vez tío Eliot) Al final del capitulo explico de manera concisa.

JASON.

Leo, Zac y yo caminamos hacia el comedor de la universidad.

-Voy al servicio, tíos. -nos habla Zac.

-Vale. -respondemos, yo más cortante de lo normal.

Zac se va por nuestra izquierda y seguimos por nuestro camino.

-He invitado a Rebeca a cenar. -suelto de la nada.

-¿Otra vez?

-No me has dejado terminar; a cenar... a mi casa.

-No estás hablando en serio. -Leo separa poniendo su mano derecha en mi brazo izquierdo en medio del comedor. Enarco una ceja. -¿En serio? -inquiere con una sonrisa rara. Asiento. -¡Wow, estoy... -se queda pensativo y frunce el ceño negando la cabeza en un leve movimiento. -...pasmado, sorprendido! Estás yendo demasiado lejos, ¿no crees? -me mira preocupado.

-No. Es perfecto.

-Me estoy perdiendo. Me dijiste que ¿ya no estás jugando con ella? -me contempla confundido.

-Sí.

Parpadea.

-Entonces... Te gusta. Te gusta, tío. -dice como si fuera un secreto, aunque en realidad lo es. Menos mal que con el poco jaleo, nuestras voces no se escuchan más allá de nosotros.

-Nah, se lo quiero recompensar. -miento y me encogo de hombros, vuelvo a andar.

-¿Y ella? ¿Le gustas?

-S-sí supongo que le gusto. -digo nervioso mirando al frente y yendo a paso más lento.

Escucho que se ríe.

-Las cosa que te tenía que decir dentro de nada la sabrás. -me dice pasando por al lado mía.

Me da palmaditas en el hombro y me adelanta.

-Sois un poco lentos andando, la verdad. -escucho la voz de Zac a mi lado, me giro para él y lo veo sonriendo y también pasa por al lado mía y me aventaja.

Ruedo los ojos.

Me fijo si Beca está por alguna parte del lugar. No la encuentro ni en alguna mesa ni en la cola para comprar el desayuno. Me doy la vuelta y puedo verla entrando entre las varias personas que pasan entre nosotros. La acompaña Daniel.

Enano gilipollas.

Lo único que me hace feliz el día es que es viernes, y que mañana sábado viene a cenar Rebeca Lima.

[...]

-Jason, ¿sabes si Rebeca es alérgica a algo? -me pregunta mi madre cuando entro en la cocina para coger las cosas necesarias para preparar la mesa para cenar.

Ella está haciendo algo a la plancha.

Después de cenar saldré con mis amigos.

-¿Alérgica? ¿A qué? -cuestiono acercándome a los cajones de los cubiertos, etc.

-A alguna comida... Digo, cariño, para hacer un plato que le guste y que no sea alérgica.

Me encogo de hombros.

-No sé. ¿Cómo voy a saber eso?

Me pongo a pensar si es alérgica a algo... Que yo recuerde no.

-Bueno... pensé que... ¿Qué tal si hago... algo de verdura?

-¡No, mamá! -me quejo poniéndome de los nervios.

No me impide/ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora