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REBECA.

La semana terminó y pasé todo el fin de semana en mi casa. Vi varias películas, hablé con mis padres y mi madre vendría la semana que viene. Pensé en Jason y... en lo estúpido que se comportó el jueves después de quedarse el miércoles durante horas y almorzar en mi casa. El jueves no existí para él, no dijo nada, no me habló, no me miró. Lo mismo pasó el viernes.

Y eso hizo que volviera el odio. Cuando le decía "yo te odio y tú me odias" era para metérmelo en la cabeza, para ¿recordármelo? Pero ahora por su actitud, eso de encajonarlo en mi cabeza no cobra sentido porque realmente siempre lo he odiado y esos momentos en los que estuve con él fuero de nerviosismo y de debilidad por así decirlo.

-¿Sabes, Lima?

Tragué saliva. Era... Lauren quien me paró un asqueroso lunes (no podía ser martes por ejemplo que seguro estaría de mejor humor,no).

Con sus dedos y uñas (que eran el doble que las mías de larga) tocaba mi hombro.

-Dicen por ahí que... te gusta Jason... ¿Sabes que él nunca se fijaría en una chica como tú verdad? En una chica que le falta media pierna y antisocial ¿verdad? Una chica que es hasta como su propio apellido lo dice: agria, lima limón. -Enarqué una ceja. -El limón es amargo y tú eres amarga. -explicó lo que ya entendí. -Tenéis mucho en común, a lo mejor tu amigo debería ser el limón y la lima. -Rió.

Yo reí por la estupidez que dijo. ¿Eso era un chiste-ofensa?

-¿Quién está preocupada de que le quiten el chico que nunca tiene novias y ella se empeña en serlo? Oh si, tú. Chica eres patética. Y diciéndome que me aleje de tu supuesto "novio" lo hace más patético aún. -Me he explayado hablando. Uf, que bien me siento. Rayos con el lunes y las fuerzas con las que me he levantado.

-Eres muy graciosa y bocazas eh...

-Me defiendo. -Le interrumpí y corrigiéndola. -Sin embargo, tú eres la bocazas que abre la boca para comerse veinte pollas.

Abrió su boca en una o y se llevó la mano al corazón. La ofendí.

-Mira tus supuestas amigas. -Le hice un gesto con la cabeza para que mirara detrás de ella. -Se están riendo de todo lo que te he dicho. ¿Crees que son verdaderas y buenas amigas?

Me miró con cara de asco.

Me dio una cachetada. Cerré mis ojos. Ésta ha dolido más que la otra que me dio la chica a la que pillé que iba a follar con Jason. Tragué saliva.

-Mira.. Ahora mis amigas se están riendo de ti, limón-robot.

-No, Lauren.

Ésta miró al proveniente de la voz que era Jason. Tragó saliva.

-No la vayas a caer.

-Jason no le iba a dar en su pierna de... mentira. -Hizo una pausa. -¿No la odiabas? -Puso cara de perrito. Oh... Es mala. Me mordí el labio y hablé como pude.

-No hace faltas que intervinieras, Jason. -Sonreí falsamente.

-Calla, Rebeca. -Miró a Lauren. -Madura, Lauren.

-¡Respóndeme a la pregunta! -Le gritó dando un zapatazo al suelo con sus tacones color dorado.

Pero ya Jason me cogió por la muñeca derecha llevándome fuera de ese círculo donde el ambiente era muy tenso, donde todo el mundo miraba, donde yo era el centro de atención.

-¿Sabes una cosa Lauren? -Chillé.

-No la vayas a cagar. -Me susurró muy cerca de mi boca Jason. Volví mi cara a Lauren:

No me impide/ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora