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JASON.

Arranqué el coche y en cinco minutos estuve en el infierno. Me salgo de uno que con eso me refiero a la casa de Beca para estar en otro el cual equivale a mi casa. Estoy hecho una furia. Estábamos bien. Estábamos más que perfectos y la cagó. ¿Quería que tuviera sexo con ella para saber cómo se sentiría? ¿Me estaba ofreciendo sexo por su beneficio? Bueno, yo lo hago así pero de Beca... ideaba que no sólo pensaría en ella a la hora de hacerlo como hago yo con las chicas (al igual que a veces lo hacen ellas conmigo, follar por placer y despejarse), creí que sería diferente. Muy diferente, algo que disfrutaríamos tanto que se volvería a repetir y se convertiría en adictivo para pasar como la relación que tiene un drogadicto con las drogas.

Bueno, yo quiero hacerlo también ¡pero no con ese "pacto"! ¿Pero por qué no con ese pacto? ¡Eso sería lo mejor! ¡Porque consideraba que le gustaba un nivel más alto que eso!

Abrí la puerta de mi casa con mis llaves y se escuchaba estornudar a mi abuelo desde el salón y la televisión en programa de noticias. Ni siquiera oyó abrir y cerrar la puerta. Mi abuelo Colin está sordo, ése es su apellido y le gusta que le llamen por él en vez de por su nombre. Mis hermanos Finn y Celeste estaban en su cuarto jugando a Spiderman rescata a la princesa de una torre y lo sé porque estaban gritando cosas de ese estilo.

¿Por qué siempre era un princesa la que estaba en apuros? Yo ahora estoy en apuros, alguien me tiene que salvar del rencor, enfado, decepción, dolor, agonía y bienestar que siento en mi corazón.

Y bienestar me refiero porque cuando estoy con Lima experimento eso y al llegar a mi casa me ahogo por ese sentimiento que llega a ser doloroso. No sé si me explico pero me tienen que salvar de éso de igual forma.

REBECA.

Lunes 29 de mayo.

Estaba caminando por los largos pasillos de la universidad con la gente por ellos alborotadas cuando mi móvil empezó a sonar.

Me fui hacia la pared más cerca que tenía, puse la muleta recargada en ésta y me quité la mochila para buscar mi móvil.

—¡Hola, papá! Te fuiste antes de tiempo.

—Hola, cariño, sí, mientras estabas con algo que te traía el cartero me llamaron de la empresa.

¿Cartero? ¿Será la excusa que le dijeron mi madre y Simon a mi padre? Lo más seguro.

Y hablando de Simon. Por poco lo llamo por su nombre real en vez de Chris, Dios... Pero eso salió bien.

—Oh, sí, eso me dijeron mamá y Simon. —le seguí el rollo.

—Bueno, como te dije la semana pasada, tienes cita con el doctor y fisioterapeuta hoy a las doce y media.

Miré la hora. Era las once.

—Papá, a esa hora estoy en clases de la universi...

—Ya he hablado con tus profesores y director de la universidad, cariño. No te preocupes.

—Bueno, en ese caso...

—Irás, Rebeca, quiero lo mejor para ti. Y la fisioterapia te duraba hasta unos cuantos meses más pero como no has ido durante estos dos últimos meses más o menos... Supongo que tendrás que estar un año más yendo.

—Eso es injusto... No me he acordado.

—Es tu deber, ya eres mayor para acordarte, cariño.

—Sí, ya... Te dejo, tengo que entrar a clases. —mentí pero luego me acordé que mi padre sabe los horarios míos. —Digo... a desayunar.

—Luego te llamaré por la noche.

No me impide/ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora