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Días en los que aquella esposa que tanto necesitaba estaba a su lado, acompañándole en su dolor. Días que parecen sacados de su imaginación, porque le cuesta aceptar que su madre ya no estaba a su lado y que estaba solo, aquella mujer que siempre le daba lo mejor y que lo mimaba con toda su alma.
Lo peor era que esos días simplemente terminaron y todo volvía a la normalidad, Yuri parecía más que aliviada porque todo hubiese pasado, por volver a trabajar como si nada. Y le dolía ver eso, más aun si Yuri jamás fue al hospital a visitar a su suegra que tanto la quiso e hizo hasta lo más estúpido por verlos casados.
Y podía ver que en poco tiempo el final de su matrimonio se acercaba.
Cuando iba a recoger a Yoogeun siempre veía para todos lados a ver si Taemin aparecía y le perdonaba. Sonaba estúpido pero quería que sucediera. Aunque cada día se decepcionaba un poco más, porque nunca más volvió a verlo después de aquel día que lo vio abrazando a su hijo.
Decide que lo buscará otra vez, pero que esta vez será la última.
Después de tanto buscar por todos sus medios apenas encuentra a Jonghyun que parecía igual haberse borrado de su vida, justo como le había dicho, pero como tanto tiempo pasó, quizás podrían volver a ser amigos.
Llega a ese pequeño restaurante y entra decidido a hablar con él, a decirle que lo necesitaba, que era la única familia que le quedaba, que la soledad empezaba a atormentarle.
—Buenos días, estoy buscando a Jonghyun —sonríe y puede ver cómo la dependienta se volvía torpe y hasta coloreaba sus mejillas, en un coroto circuito recuerda a Taemin.
—Bu..bu...enos días —la ve hacer una reverencia exagerada y no puede evitar sonreír por semejante espectáculo—. El señor Kim vendrá mañana, si gusta puede dejarle un recado.
—¿Será que lo encuentro a esta misma hora? —pregunta queriendo asegurarse de que lo encontrará.
—Sí, puede dejarme su nombre y le avisare...
—Será una sorpresa, no le digas, pero me gustaría que hicieras que se quede hasta que venga —sonríe y ella asiente efusivamente—. Gracias.
Llega a casa y se sorprende al ver a su niño llorando en su sillón, abrazando ese osito que jamás quería abandonar. Ahora lo sabía, Yoogeun jamás olvidó a Taemin y los había visto abrazarse y llorar, aquel día...
—Que pasó pequeño —deja un beso en su frente y Yoogeun se abraza de su cintura, sin soltar un solo segundo a su osito.
—Tuve una pesadilla —solloza y Minho lo abraza con todas sus fuerzas—. Unos bichos estaban en mi cama y por toda la casa.
—Tranquilo cariño, yo los aplastaré por ti ¿Sí? —deja unos besitos más en su frente y Yoogeun parece calmarse—. ¿Quieres quedarte a dormir conmigo?
—¡Sí!
Un sí y una hermosa sonrisa llena de esperanza llegan a su corazón, haciendo que se sienta amado y necesitado. Útil.
Se acomodan en el sillón y después de arroparlo decide cuidar su sueño.
Bichos.
Una sonrisa baila en sus labios al recordarle una vez más...
Un fuerte grito de Taemin lo sobresalta y sale corriendo hacia la cocina, un grito más que le hace acelerar el paso, cuando llega y ve a Taemin apoyado en la pared como si le estuvieran apuntando con un arma y ve hacia donde estaba señalando y estalla irremediablemente en risas.
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¿QUÉ ERES PARA MI?
Fanfiction~*~... Dentro de mis ojos yace la respuesta... algo que no puedo ver... ~*~ ~*~ 2min ~*~ *mención Jongkey