CRECIENDO DEMASIADO RÁPIDO

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~*~

Las semanas pasaban y un fin de semana cuando decidieron quedarse en casa, mientras esperaban a que el pastel de chocolate cociera en el horno estaban abrazados mirando algo de futbol que a Taemin no le gustaba demasiado pero al ver la cara de emoción de Minho simplemente ya se sabía los nombres de cada jugador, sus posiciones y hasta sus historias desde que nacieron.

De repente el timbre suena y Taemin se levanta contento creyendo que sería Key que le dijo que iría a visitarlo en esos días. Sin embargo la sonrisa que llevaba en la cara la deja ahí para que no creyeran que no eran bienvenidos.

—Pasen por favor —les deja el paso y los señores Choi entran sonriéndole.

—Gracias Taeminnie —se sorprende por esa forma tan familiar de hablarle, sobre todo si era algo que venía de aquella mujer que siempre le miraba con desdén.

Taemin se mete en la cocina para preparar el té y sacar a tiempo el pastel que ya estaba en su punto. Lo reparte y vuelve a la sala donde Minho seguía viendo el partido como si sus padres no estuvieran ahí. Entendía que estaba molesto por que tuvieron que irse de esa casa, pero la verdad era que sabía que estaba así porque estaba viendo ese partido de futbol que era demasiado importante por una apuesta que hizo con Key.

Deja el té y los pasteles en la mesita y se sienta al lado de Minho que le toma de la mano mientras en ese mismo instante gritaba gol a todo pulmón, para luego darle un beso sonoro que lo deja avergonzado por ese espectáculo que estaban dando delante de sus padres.

—Y ¿cómo han estado? —pregunta el señor Choi con genuina preocupación en sus ojos y Taemin sonríe un poquito.

—Bien —esponde sincero y Minho suspira al escucharle decir eso.

—La verdad fue complicado, pero estamos bien —complementa y su padre asiente al ver la sinceridad en los ojos de su hijo.

—Les dijimos que no sería fácil —su madre sabía por demás lo que les ocurrió, no por nada tenía tantas amigas—. Taeminnie ¿En serio piensas dejar de estudiar? —pregunta y Taemin se sorprende, no sabía que supieran eso y peor que fingiera que le preocupaba.

—Mamá eso es algo que sólo nos incumbe a los dos —se adelanta Minho al darse cuenta de que esa visita solo fue para separarlos, como tanto ella quería desde el inicio—. Viniste a decirme '¿Lo sabía?' —ella niega rápidamente con la cabeza.

—No, perdón por tratarlos mal en casa —se disculpa y los dos se miran sorprendidos por eso—. Sólo estaba preocupada cuando me enteré y la verdad por eso vinimos, queríamos saber si estaban bien...

Un largo silencio se posa mientras todos toman té con ese pastel de chocolate que endulzaba el momento y les hacía bajar la defensiva y estar un poco más tranquilos.

—Sabes cuando nosotros nos casamos yo no tenía mucho que hacer y la verdad eso es desesperante— Minho se da cuenta de lo que está diciendo.

—Pero soy feliz con lo que tenemos —responde Taemin sorprendiendo a Minho que le miraba con cariño, así que no era el único que disfrutaba de aquello que con los días era aún más hermoso.

—¿De verdad no quieres volver a la escuela? —pregunta el señor Choi sinceramente preocupado por aquello.

—No, estoy bien así, ya le dije que no soy bueno en los estudios y me gusta estar aquí, cocinar el desayuno en las mañanas, llevarle el almuerzo a la universidad y... eso —dice sintiéndose realmente avergonzado por confesar aquello que le agradaba en extremo delante de Minho que en ese instante deja un beso en su mejilla, un besito que hace que Taemin se sonroje en extremo.

¿QUÉ ERES PARA MI?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora