¿QUÉ ERES PARA MI?

UNA LOCURA QUE NO TERMINA

Antes que nada, quería pasar a saludarles y desearles felices fiestas, bendiciones! :) Ahora a leer!

~*~

Key escucha ese enésimo suspiro y se sienta a su lado. Abrazándole y acariciando con suavidad su espalda. Tenía algo que contarle y esperaba que eso le pusiera contento y pudiera reemplazar esos suspiros por unos chillidos de alegría.

—¡Me llamó Jinki y dice que en cuanto compremos la casa y la adecuemos para los niños todo estará listo! —chilla de la emoción y se pone más feliz al ver una sonrisa dibujándose en esos labios que desde hacía un par de meses creyó que jamás volvería a ver.

—¿¡En serio!? —chilla contento al ponerse a saltar sobre la cama como si fuera un niño.

—¡Sí! —Key se pone a saltar junto a él y de la nada Jonghyun entra y se incorpora a saltar junto a ellos.

—¡La casa! ¡La casa! ¡La casa! —grita Jonghyun y Taemin ríe contento mientras seguían saltando sobre la cama que después de un ruido extraño cede cayéndose y los tres caen junto a ella.

—¡yah! ¡Puppy musculoso es por tu culpa! —se queja Key al ver su novio partiéndose de la risa.

—¿Me estas regañando o me estas halagando? —pregunta Jonghyun haciendo un puchero que Key besa con cariño, olvidando lo que realmente quería decirle, si quería regañarle o halagarle, ya era historia.

—¡Yah! – se queja Taemin empujándoles —¡Váyanse a hacer sus cosas a sus cuartos! —. Key le mira retador.

—¡Ok! lo haremos —Taemin enrojece por la vergüenza y Jonghyun se parte de risa en su cara—. Pero tu sal a comprar esa casa de una buena vez ¿Entendido?

—¡Aish!

—Nos llamas en cuanto veas alguna —Jonghyun le guiña mientras se lleva a su novio de la mano.

—¡Sucios!

Chilla para molestarles pero sólo empeora todo cuando los ve besarse nuevamente en su puerta y luego los ve irse dejándole a solas con su vergüenza.

Toma una ducha relajante y después de arreglarse sale junto a Jun que le da la bienvenida con una gran sonrisa.

Llevaba un par de meses encerrado y sin querer salir, pero esa noticia simplemente destruyó cualquier estúpida excusa que hubiera inventado terminara siendo tan sólo una idea.

Desdobla esa vieja hoja que estaba muy arrugada, esa que contenía el listado de direcciones de casas en venta. Ese listado que nunca le sirvió porque estaba encerrado en casa y antes de eso no hacía más que ir a buscar a Yoogeun.

Ahora no tenía excusas.

Debía buscar.

Se pasa el día entero buscando de zona en zona, almorzando donde sea y luego continuaba buscando y haciendo llamadas de teléfono, preguntando y haciendo citas para negociar el precio.

Pero nada.

Ninguna casa le gustaba y así se pasa la semana entera, buscando sin que ninguna le gustara en especial.

Sin embargo llega a una zona que se le hace demasiado familiar. El auto se detiene delante de una casa que le estaba en plena esquina, una esquina que la recuerda a la perfección.

Estaba en la zona en la que vivió, eran las calles que recorrió por tantos años, esas que recorría junto a Minho y junto a Yoogeun mientras iban a ese pequeño parque que estaba a la otra cuadra.