¿QUÉ ERES PARA MI?

~*~ EPILOGO ~*~ LO ERES TODO PARA MI ~*~

~*~ EPILOGO ~*~

~*~ LO ERES TODO PARA MI ~*~

~*~Dicen que el río encuentra el camino al mar, y como el río tu vendrás a mí~*~

Minho despierta y esa habitación donde estaba era la prueba de que todo lo que ocurrió fue real, que perdió su familia y fue echado a la calle. Aunque se sentía algo triste porque no volvería a estar junto a su familia, aun así...

Gira su rostro y ahí estaba su amado durmiendo sobre su torso desnudo que utilizaba como su almohada.

Suspira al ver sus mejillas sonrojadas y acaricia sus cabellos mientras no dejaba de rememorar una y otra vez la razón por la que estaba ahí, pero por todos los cielos que no se arrepentía, por nada.

Taemin abre los ojos lentamente, reconoce su rostro y se acerca lentamente, cierra los ojos y besa con devoción esos labios que lo volvían un ser irracional.

Tantas cosas habían pasado y ahora estaban ahí...

Los estudios y sobre todo las matemáticas no se le daban para nada bien. Era un día cercano a la semana de exámenes finales y él se sentía en la luna cuando abría sus libros.

—Señor Choi sé que usted se esforzó pero no es suficiente —decía su maestro de matemáticas, mientras el hacía una mueca de disgusto.

—En serio estudie toda la noche —se excusaba diciendo la verdad y nada más que la verdad—. Y todos los días.

—Lo sé —asentía su maestro sinceramente preocupado—. Pero los exámenes finales serán aún más difíciles.

—No sé qué más hacer —dice escogiéndose de hombros, sintiéndose avergonzado de que esa conversación sea pública y delante de todo su curso.

—Yo sí sé —ve al maestro girarse y no tiene la menor idea de que sea lo que hará—. Señor Lee Taemin acérquese por favor —una serie de 'uh' demasiado largos se hace presente por los tontos adolecentes y se siente demasiado incomodo cuando lo ve acercarse. Mierda.

—Profesor no será necesario —ruega para que por todos los cielos no le dijera lo que ya se temía.

—Señor Lee —hace una mueca al ver que su profesor lo ignora y se pone a hablar con ese chiquillo cerebrito.

—¿Sí profesor? —preguntaba él mirando de reojo a su compañero que tenía cara de molestia.

—Quiero que lo ayudes —pedía y Taemin asentía sin mayor problema—. Quiero que todos mis alumnos se gradúen y Choi no será la excepción.

Minho hace otra mueca sin querer, no era por Taemin ni por su profesor, pero ser ayudado por alguien menor y que sobre todo ya estaba asistiendo a sus clases en la universidad era realmente vergonzoso. Se sentía patético.

—No quiero quitarte tu tiempo —habla desesperado porque el cerebrito de su escuela le siga la corriente y al final terminase diciendo que tenía cosas más importantes que hacer que ir a perder el tiempo con él.

—Tengo tiempo —sus miradas se encuentran y Minho se queda como hipnotizado al verlo... como cada que le sucedía cuando cruzaban sus miradas, sintiendo algo extraño en todo el cuerpo.

El resto de la conversación parece escucharla como si estuviera en otra dimensión, y era a causa de esa mirada, ese rostro que nunca vio de tan cerca, del que nunca se percató en todo ese tiempo. Quizá era porque siempre se sentía extraño cuando estaba cerca, por esa mirada que parecía demasiado profunda y le hacía sentirse desnudo, y por eso, sólo por eso prefería estar lo más lejos posible. Siempre huia de él, siempre porque le hacia sentirse demasiado extraño.