¿QUÉ ERES PARA MI?

LO MEJOR PARA ÉL... UN DULCE AMOR

~*~

Una extraña sensación invadía su ser cada que lo recordaba, en esa calle iluminada sólo por un viejo farol y la briza fresca que pasó por su rostro, cuando le dijo que no lo conocía.

Y quizá decirle que no lo conocía e incluso tratarle mal era lo mejor para él.

Porque quería ahorrarle el momento de sufrimiento cuando le contara lo que tuvo que pasar después de que tuvo que marcharse de esa casa. Y aunque eso significaba que jamás obtendría su perdón, no quería verlo triste, quería imaginárselo feliz con Yoogeun. Sólo eso, no necesitaba más para saber que ellos estaban más que bien.

—¿Estás bien? —pregunta Kristal al ver a Taemin demasiado ansioso y mirando para todos lados de forma paranoica.

—Sí, sólo tengo miedo de que le digas a Key que no hice casi nada toda la semana.

Toda la semana desde que lo vio no pudo sentirse capaz de mover un sólo dedo, le había afectado demasiado el tenerlo ahí buscándole, porque se había mentalizado que Minho sería la última persona en el mundo en buscarle y querer saber sobre él, hasta que su propia madre lo buscase seria menos increíble.

Pero había sucedido y temía por su salud mental.

No la suya, sino por la de Minho.

Aunque antes quiso vengarse y hacerle todo el daño posible, después de verlo ser el mejor padre del mundo con Yoogeun simplemente todas esas oscuras intenciones desaparecieron y luego decidió que no tendría nada que ver con él otra vez.

Y así debía ser.

—¡¡Bebé!! —chillaba Key al ver a Taemin con la mirada perdida.

—¡Umma! —sale de sus pensamientos y se abraza a él con fuerza, como si buscara un refugio, algo que el rubio nunca le negaba.

—Tu regalo —sonríe Key al ver esa cara que siempre estaba llena de curiosidad.

—¡Ah! ¡Siempre quise uno! ¡Gracias! —chilla contento abrazando con fuerza al pequeño cachorrito que sólo se dejaba querer mientras movía la colita alegre de conocer a su nuevo dueño, ese del que tanto Key le habló.

—Se ven bien juntos —comenta Jonghyun sujetando a su ahora esposo por la cintura.

—Sí, te lo dije —se dan un beso y de repente se dan cuenta de que hay alguien más ahí—. ¡Kristal! No creí que vinieras a recogernos —comenta contento y ella niega rápidamente.

—Quise venir igual los pequeños están durmiendo y los dejamos al cuidado de Jun y su esposa —Key se sorprende y le sonríe.

—¡Oh! Gracias —sonríe contento y Jonghyun sujeta una caja y se la entrega.

—Es un presente para ti —sonríe y Key deja un besito en su mejilla—. Te íbamos a entregar mañana, pero ya que estas aquí.

—Gracias.

—Ábrelo en casa —recomienda Key sujetando nuevamente su maleta.

—Eso hare muchas gracias.

Una sonrisa genuina que se pinta en sus labios y Taemin junto a su cachorro hace demasiada bulla en medio del aeropuerto, que a esas horas estaba casi desértica, no por nada era las cuatro de la mañana.

—Tae si sigues metiendo tanta bulla y llamando la atención de todo el mundo, creerán que es un perro bomba —los tres ríen al verlo hacer un puchero y coger al cachorrito que jugaba con la punta de la manga de su suéter.