EXISTO SÓLO POR TI Y SÓLO PARA TI

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~*~

Las semanas pasan y Taemin es feliz mientras prepara un pastel de chocolate, uno muy parecido al que solía preparar junto a su madre. Suspira al recordarle y se pregunta después de tantos meses de separación si ella le extrañaría o en todo caso si le perdonaría.

Sujeta su celular y busca el número, lo encuentra y duda en marcar, decide ocultar su número y luego marca. El sonido de espera le desespera y se muerde el labio mientras espera.

¿Hola?

Quiere hablarle, quiere decirle que la extraña, quiere decirle que la vida en la ciudad es demasiado complicada, que le cuesta vivir sin ella, que aunque quisiera hablar con Key sobre lo que le ocurre simplemente prefiere guardárselo para sí mismo porque no quiere ser una molestia, que está enamorándose y quisiera consejos. Cielos, la necesitaba tanto.

¿Hola?

Cuelga y vuelve a guardar su celular.

Prepara café y después pone la mesa, corta el pequeño pastel y al escuchar el ruido de la puerta abrirse se quita rápidamente el delantal y corriendo va a dejarlo sobre la mesa de la cocina.

Minho sonríe al sentir el dulce aroma de un pastel recién horneado. Era Taemin su esposo que cada noche tenía preparado algo para su llegada. La verdad le gustaba ser el centro de su atención, pero aún le preocupaba...

—¡Llegaste!

Recibe su beso en la mejilla y Taemin coge rápidamente su mochila y la deja sobre el sillón. Aun no estaba seguro de lo que sentía, pero era feliz cuando estaba junto a él y sobre todo le encanta mirarle, todo el tiempo que pudiera. Le gustaba tanto lo que miraba. Demasiado.

Quizás debía evitar enamorarse, pero la verdad estaba cayendo en ese embrujo, lentamente.

Toman su café y Minho ya no puede evitar robarle un beso que inevitablemente hace que Taemin coloree sus mejillas. Algo que realmente le gustaba ver junto a esa sonrisa tímida y esas manitas tapando sus mejillas intentando cubrir la vergüenza. Cuanto le gustaría que fuera sólo para él, que nadie más pudiera verlo, quería a su musa sólo para él. Aun así...

—¿Aún no quieres ir a la escuela? —pregunta sintiéndose mal por no poder ayudarle a superar ese trauma que llegó junto a esa golpiza.

—No —responde seguro y comiéndose un trocito de ese pastel—. ¿Cómo te fue en el trabajo? —pregunta cambiando de tema, porque la verdad no quería volver a ese lugar, además de que sinceramente le daba miedo salir afuera.

—La verdad me fue muy bien, las mujeres me dejan mucha propina —comenta con ganas de fastidiarle y quizás ponerle celoso—. Y ni que decir de Key consigue mucho —Taemin hace un puchero.

—¿Saben que eres un hombre casado? —pregunta sintiéndose idiota. Minho ríe escandalosamente por esa cara tan sonrojada.

—No, pero si me vieran salir contigo quizás.

—Pero...

—¡Vamos! ¡Es hora de que dejes eso de no salir!

Sentencia y tomando su mano rápidamente sale de casa, sin dejar espacio para que se quejase ni nada.

—Me da miedo Minhoooo —se queja jalando su mano, pero Minho se gira y lo acorrala contra la pared.

—¿De mí? —pregunta acercándose peligrosamente a sus labios.

—S... siii —quiere bromear pero Minho solo pega sus labios suavemente.

Un beso fugaz que hace que Taemin olvide el mundo por completo, podía sentir esa dulzura, esa genuina preocupación por él, podía sentir algo más en ese besito. Podía. Había algo más que le decía que no era sólo él que estaba enamorándose.

¿QUÉ ERES PARA MI?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora