CAMBIOS, AMOR Y PERDÓN

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~*~

Una semana en la que Key y Taemin dejan todo listo para su regreso a Corea, una semana en la que hacen compras para dejarles hermosos recuerdos a sus niños del hogar, una semana en la que les parece que vivieron toda su vida en ese lugar que los recibía con cariño, sin criticarlos ni nada, su único problema fue el idioma que poco pudieron aprender y donde las clases de inglés que tomaron les sirvió de mucho.

—Ummaaa estoy agotado —Taemin se lanza sobre la cama y Key se gira sonriéndole, estaban tan cansados de hacer maletas, innumerables ciertamente.

—Parecía imposible que lo logremos —respira profundamente y Taemin ríe un poco al recordar el tamaño descomunal del armario de Key que cada sufría al empacar y a cada segundo se daba cuenta de cuanta ropa tenia y ni siquiera las había visto.

—No, parecía imposible que tú lo logres —corrige risueño y Key hace un puchero.

—¡Yah! —se queja golpeando su brazo sin mucha fuerza.

—¡Siempre me pegas!

Taemin empieza a quejarse pero es interrumpido por la bulla del celular de Key que rápidamente coge la llamada con el ceño fruncido, ese que siempre aparecía cuando era un número desconocido.

—¿Hola? —contesta serio, sabiendo que no era Jonghyun.

Buenas tardes señor Kim —Key reconoce un poco la voz de la recepcionista del edificio de Gian.

—¡Alex! Que sorpresa ¿Paso algo? —pregunta recostándose de nuevo.

No precisamente, pero alguien lo busca y dice ser el señor Choi —al escuchar ese apellido siente que se le congela la sangre. Mierda—. ¿Puedo darle su número de teléfono o darle su dirección? —pregunta ella y Key niega con la cabeza como si ella pudiera verlo.

—No, no lo conozco, debe estar equivocado —respira para tranquilizarse y no dejar que Taemin se dé cuenta de su nerviosismo, aunque lo ve y estaba ya dormido—. Gracias Alex, sólo despáchalo ¿Sí?

Está bien, hasta luego.

Key agradece haber dejado esa orden desde el primer día que llegó a Francia, sabía que algo así podría ocurrir, aunque no hubo nada hasta ese día, el último en el que se quedarían en Francia.

Ahora estaba más que seguro de que Minho estaba buscando a Taemin y por nada lo dejaría volver a arruinar su vida, no más de lo que ya había hecho con sus idioteces.

Perdido en sus pensamientos hace la cena, intentando que la rabia no le gane y salga a buscar a Minho ese mismo momento y lo destruya en cuanto lo vea. Sin embargo, sabe que es mejor volver allá sin que sus recuerdos en ese país se vieran oscurecidos por esa presencia que con seguridad sólo traería lágrimas.

Apenas faltaban horas para que volvieran a Corea, así que debía tranquilizarse, allá ya vería que rayos hacer para alejarlo para siempre, sobre todo debía dejarle claro que ni si quiera pronunciara el nombre de su primo.

Una cena que pasa rápidamente y completamente cansado se tiende a dormir, esperando que al día siguiente sus fuerzas volvieran.

*

*

*

Minho suspira derrotado al recibir la negativa de esa recepcionista que parecía hecha de hierro y no caía ni habiéndole coqueteado de frente, siendo esa su última técnica para conseguir algo.

¿QUÉ ERES PARA MI?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora